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28 de abril de 2024

Un tren de rodalíes en una imagen de archivo

Un tren de rodalíes en una imagen de archivo

De La Sagrera a la B-40: así se han disparado las inversiones de Sánchez en Cataluña

El ministro de Transportes también ha asegurado que era la comunidad autónoma en la que más había invertido su ministerio en 2023

El Gobierno asegura que ha destinado a Cataluña, en los últimos años, un 50 % más de recursos procedentes del sistema de financiación. O lo que es lo mismo, se han destinado a esta comunidad autónoma 50.000 millones de euros adicionales a los que destinaba el Partido Popular.
Y no solo dispone de más recursos económicos, sino que, defienden desde el ejecutivo, en las dos últimas legislaturas, las inversiones en esta comunidad autónoma por parte del Estado son superiores a las de las legislaturas del PP.
Así, por ejemplo, en 2022 la ejecución presupuestaria fue del 43,2 %, superior al 35,7 % del 2021. Pero desde las instituciones catalanas se quejan de que, el año pasado, por ejemplo, Cataluña acaparó el 10 % de la inversión estatal cuando su peso en términos de PIB es superior, un 19 %. Y luego está el «agravio comparativo» con Madrid, que sacan a relucir también desde el gobierno de la Generalitat. En la primera mitad del 2023 la ejecución para Cataluña fue del 16 % frente al 52,7 % de Madrid.

Inversiones en infraestructuras

El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha sacado pecho de estas inversiones, al asegurar que Cataluña era precisamente la autonomía en la que más invirtió su ministerio el año pasado. «¿Les parece poco?», preguntaba a los separatistas. En concreto, aseguró que se había invertido unos 940 millones de euros, que podían ascender a 1.850 si se sumaban los capítulos «no inversores», como es el caso de las transferencias de crédito a Rodalies.
Y es a la red ferroviaria a la que va a parar buena parte de esa inversión. En 2020, con José Luis Ábalos al frente del Ministerio de Transportes, se aprobó un plan de actuaciones por el que se destinarán unos 6.345 millones de euros a la mejora de infraestructuras ferroviarias en Cataluña y también a la renovación del material rodante. El plan abarcaba desde 2020 hasta 2030.
Y entre estas actuaciones hay que destacar el desdoblamiento de la R3, que une Hospitalet de Llobregat con Puigcerdà. Está previsto que la mejora de esta línea acabe en 2025, y se destinarán unos 155 millones de euros.
También a principios de año empezaron las obras para soterrar la R2 a su paso por Montcada i Reixach, una vieja reivindicación de los vecinos, tras los numerosos atropellos que se han producido en la zona, al pasar las vías por el centro de la localidad. En total, el gobierno invertirá unos 540 millones de euros, más otros 30 para la adecuación de la estación de Montcada Bifurcación. La obra incluye la construcción de un túnel de cuatro kilómetros, que se hundirá hasta los 35 metros de profundidad.
Y luego está la compra de material rodante. Se ha encargado la construcción de un centenar de trenes que se destinarán a Rodalies, y la inversión será de unos 1.000 millones de euros. De hecho, es la compra «más grande» de este tipo de material en la historia de Renfe en Cataluña. La mitad de los convoyes servirán para sustituir al material de más antigüedad y el resto incrementarán el parque para atender el aumento de demanda previsto. Unos trenes, que según se avanzó, «tendrán una capacidad de al menos 900 plazas cada uno de ellos (un 20 % más que los actuales Civia). Además, minimizarán el tiempo de bajada y subida de viajeros, mediante un diseño avanzado con un mínimo de 10 puertas y amplios vestíbulos».

1.200 millones de euros

De momento, se han ejecutado unos 1.200 millones de euros; se ha avanzado a buen ritmo en la licitación de obras hasta 2025; y también está previsto que entre 2025 y 2030 se desgranen los proyectos que se llevarán a cabo dentro de ese plan de Rodalies, pero la idea es inyectar unos 2.800 millones de euros en ese período.
La obra más emblemática es la Estación de la Sagrera. Se la ha definido como la obra de ingeniería civil más grande de España. Cuando esté acabada, será un punto de conexión intermodal entre trenes de alta velocidad, de cercanías, metro y autobuses. Será uno de los más grandes de Europa. Tendrá una superficie de 250.000 m² y podrá acoger un tráfico de viajeros de hasta 100 millones de personas al año. Está previsto que este año ya puedan pasar los primeros trenes de alta velocidad aunque, eso sí, sin parada.
Hay que tener en cuenta que cada mes, durante los dos últimos años, se están certificando trabajos por valor de unos diez millones de euros. Se destinarán, en total, unos 2.200 millones de euros, seis veces más de lo previsto inicialmente para una obra que acumula más de 10 años de demora.

B-40

Hace solo unas semanas también abría al tráfico, la inauguraba el ministro de Transportes, Óscar Puente, otra vía que, a raíz de las sucesivas crisis económicas, o por problemas administrativos, fue acumulando años de retraso. Se trata de la B-40, que une Olesa de Montserrat con Viladecavalls. Tiene una longitud de 6,2 Km que también han costado mucho más de lo que se había calculado, prácticamente el doble. El presupuesto inicial fue de 129 millones de euros (en 2007), que han acabado siendo 250 millones de euros.
Claro que los problemas con esta vía no acaban aquí. La carretera estaba proyectada hasta Granollers. Parece lejos, por no decir imposible, que eso pueda ser así. ERC ya ha dejado claro que la B-40 se va a parar en Sabadell, y gracias. Aunque lo cierto es que para los republicanos esa carretera, y con esa denominación, acaba en Terrassa. A partir de ahí hablan de la Ronda Norte, que desde luego, aseguran desde el Govern, no va a ser una vía de «alta capacidad».

'No' a la ampliación del aeropuerto

Y otro caso aparte es la inversión del Estado en el aeropuerto de Barcelona. Fue la Generalitat la que paralizó la ampliación de esta infraestructura. Y es que Aena puso sobre la mesa en 2021 una inversión de 1.700 millones de euros. Es cierto que los comunes y la entonces alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, llegaron a manifestarse ante la posibilidad de que se pudiera llevar a cabo. Pero quien dijo 'no' fue la Generalitat, en concreto, Esquerra Republicana. Y todo ello por un «acuerdo inexistente» entre el entonces vicepresidente del gobierno catalán, Jordi Puigneró, con el ministerio. Así lo reveló Ester Capella, quien lamentó que lo peor es que se «condicionó» el aumento de la capacidad de El Prat a la construcción de una tercera pista, algo a lo que se oponen frontalmente los republicanos.
El propio presidente de Aena, Maurici Lucena, ha criticado y ha lamentado las trabas que está poniendo la Generalitat para la ampliación, lo que considera un «muy grave error» porque «afectará negativamente» a la economía catalana. Mientras tanto, Barajas se va ampliando con el objetivo de llegar a una capacidad de noventa millones de pasajeros, y en El Prat solo se contemplan remodelaciones más puntuales de la T1 «para adecuarla a los nuevos filtros de seguridad y mejorar la experiencia de cliente» en la zona de facturación.
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