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01 de mayo de 2024

José María Rotellar

El Gobierno, el FLA y la SEPI

Madrid ha hecho muy bien en no haber acudido nunca al FLA, por motivos económicos y de solvencia, pero, además, ahora también se une el de la seguridad

Actualizada 04:30

Una vez que el Gobierno decidió entrar en el capital de Telefónica, en un involucionismo intervencionista que sólo tiene precedentes, con la misma compañía, en la etapa falangista del franquismo, tras haber tratado de poner todo tipo de barreras de salida a Ferrovial meses atrás, el anunció de la creación de una SEPI digital para invertir en las empresas sólo reafirma el interés del Gobierno en controlar el mundo empresarial, interfiriendo en el libre mercado.
Su decisión de crear esta entidad es, por tanto, un paso atrás para la economía de mercado:
  1. En primer lugar, es un claro incremento del intervencionismo más rancio del que ha hecho gala el Gobierno de Sánchez.
  2. Dicha fórmula, busca sortear las dificultades de la SEPI para poder financiar la operación, con la creación de este ente artificial, que, además, puede generar tensiones entre el ministerio de Escrivá y el de Hacienda, pro el control de las participaciones empresariales.
  3. Intensifica, como digo, el intento de control del Gobierno del tejido empresarial y cercena la libre decisión de las empresas.
  4. Puede, adicionalmente, constituir un lugar para acomodar conocidos en su consejo de administración. No olvidemos que el hoy investigado Koldo García, quien fuera guardián de los avales de Sánchez en las primarias socialistas y persona de su máxima confianza, fue nombrado consejero de Renfe, sin cualificación alguna para el puesto.
  5. Adicionalmente, la inseguridad jurídica creada con las regulaciones contra las empresas, ahuyentan la inversión, tanto nacional como extranjera, que mira hacia otros destinos, empobreciendo a la economía española.

El Gobierno ha recurrido a las dotaciones presupuestarias consignadas para la liquidez de las regiones que no pueden acudir a los mercados

Pues bien, esa fórmula que el Gobierno buscaba para sortear las dificultades de la SEPI para financiar la operación no ha podido llegar a buen puerto, pues al prorrogar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) el margen de maniobra es mínimo, aunque los decretos de prórroga, que debería estudiarse más la oposición para impedir que haya interpretaciones imaginativas en los traspasos de créditos y los créditos que escapan a la prórroga. Ante ello, según distintas informaciones, el Gobierno ha recurrido a las dotaciones presupuestarias consignadas para la liquidez de las regiones que no pueden acudir a los mercados. Es decir, el FLA, que se financia con la toma de dinero en el mercado por el Tesoro, pero en nombre de las CCAA correspondientes, para ser transferido a las mismas, bien para refinanciación de deuda, bien para endeudamiento nuevo, contablemente va contra esas partidas presupuestarias que ahora se merman en 1.500 millones de euros. Con ello, dotan a la SEPI, en plena prórroga presupuestaria, con el importe necesario para realizar la operación.
En esta operación, nos encontramos con dos problemas: el primero, si realmente hay margen interpretativo para modificar la finalidad de esos fondos. El segundo, la inseguridad que genera el hecho de que esas partidas destinadas a la liquidez de las CC.AA. que no pueden acudir a los mercados se vean disminuidas. Aparentemente, por la ejecución del ejercicio anterior, debería sobrar una parte suficiente para no sufrir con el traspaso, pero ¿y si más CC.AA. tienen que acudir? ¿Y si necesitan más fondos para ello? Entonces, en prórroga presupuestaria, se antoja prácticamente imposible incrementar ese crédito presupuestario. Si eso sucediese, el problema que generaría Hacienda en la liquidez regional por este empeño en volver a controlar Telefónica podría ser muy grave.

El problema que generaría Hacienda en la liquidez regional por este empeño en volver a controlar Telefónica podría ser muy grave

Tanto que insisten a la Comunidad de Madrid, a la que presionan para ello, para que acuda al FLA y ahora parece que pueden disminuir esas partidas para que la SEPI pueda comprar una participación en Telefónica. Madrid ha hecho muy bien en no haber acudido nunca al FLA, por motivos económicos y de solvencia, pero, además, ahora también se une el de la seguridad, porque cuando los créditos presupuestarios destinados a ello se emplean para otros fines, entonces la seguridad de contar con esa financiación por las regiones que no puedan financiarse directamente en el mercado se resquebraja.
  • José María Rotellar es profesor de Economía. Director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria
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