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Análisis económicoJosé Ramón Riera

La inflación, otro síntoma de que las cosas no van bien en la Eurozona

Si la inflación de diciembre en la Eurozona vuelve a crecer, me temo que en el primer trimestre volveremos a ver subidas de tipos

Actualizada 04:30

Sobre si tener dos subidas del IPC consecutivas en octubre y noviembre es un síntoma preocupante, la respuesta es, sin duda, sí.

Sobre si pasar del 1,7 % de inflación al 2,3 % en solo 2 meses es para tener cuidado, sin duda la respuesta es sí.

Sobre si que esto suceda con un crecimiento en el tercer trimestre del año de solo un 0,4 % en la Eurozona es otro síntoma de que las cosas no van bien en Europa, la respuesta vuelve a ser afirmativa.

Podemos, por lo tanto, decir que la inflación no se ha controlado, y que hay que volver a tomar medidas que la paren. Todavía no podemos afirmar que esto sea así, y mucho menos que haya que parar las bajadas de los tipos de interés y que el Banco Central Europeo tenga que volver a plantearse subidas.

Pero, desde luego, el BCE se encuentra en la encrucijada. Tenía prevista una nueva bajada de tipos, e incluso había gente que pronosticaba que la bajada iba a ser una bajada «jumbo» de 0,5 %. Ahora esa posibilidad no solo ha desaparecido, sino que, incluso, el BCE se podría plantear parar la bajada del 0,25 % que todos los mercados tienen descontada.

Todos los mercados la tienen descontada porque estos han llevado al Euribor al 2,461 %, uno de sus valores más bajos en lo que va de año. El 26 de noviembre llegó a un 2,393 % y ha vuelto a subir ligeramente desde entonces.

El próximo 12 de diciembre el BCE se reúne para tomar una decisión de si baja de nuevo los tipos para tratar de reactivar la economía, o si para la bajada para controlar la inflación.

El BCE tiene como responsabilidad el control de la inflación a través de los tipos de interés y de la masa monetaria, así como la estabilidad de los mercados financieros y de las instituciones financieras, pero entre sus funciones no está el de la reactivación de las economías. Eso depende de los países, que para ello cuentan con las políticas fiscales como «joy stick» de control.

En el Tratado de Maastricht en 1992, cuando se decide el paso al euro y la creación del BCE, la decisión conlleva que los países que se adhieran pierdan soberanía, pues la política monetaria se traspasa al BCE pero, por otro lado, se siguen quedando con la política fiscal para poder tomar decisiones que les permitan crecer y reactivar siempre que sea necesario el crecimiento económico.

Los hechos son claros: llevamos dos meses seguidos de subida del Índice de precios. En septiembre la Eurozona terminó con un 1,7 % de inflación, que daba mucha tranquilidad. En octubre vino la mala noticia de que la inflación había repuntado al 2,0 %, y seguíamos estando en una zona de confort, pero noviembre ha vuelto a repuntar hasta el 2,3 % y han saltado las alarmas.

Lo malo es que, cuando hay malas noticias, España siempre está entre los líderes de las malas noticias. Para mostrarlo he preparado este cuadro, que he sacado de Eurostat, y que nos deja muy claro que está pasando en la Zona Euro.

Lo primero que podemos ver es que hay 3 países, Grecia, Malta y Estonia, que bajan su inflación, pero los 3 están por encima del 2 %.

Alemania se queda en el 2,4 % y da la buena noticia de que en noviembre ha mantenido su IPC.

Francia, que sube una décima, marca el 1,7 %, y el trabajo realizado por su gobierno en ese aspecto ha dado resultados.

Italia ha tenido un mes muy malo. La inflación ha repuntado 6 décimas, pero todavía está por debajo del 2 % al quedarse en un 1,6 %.

España ha vuelto a tener otro mes «horribilis», aunque ya se pronosticaba que iba a ser así. Las decisiones del Gobierno respecto al IVA y a la política energética han tenido como consecuencia en ser el cuarto país, junto a Italia, que más ha crecido en la Eurozona.

Nos gana Eslovenia, que ha pasado de un 0 % de inflación a un 1,6 %; Lituania, que pasa del 0,1 % al 1,1 %, pero los dos países siguen por debajo del umbral de riesgo, y Chipre, que se va al 2,4 % al igual que España.

Tenemos a Países Bajos con un 3,8 % de inflación y una subida de 5 décimas.

De los 5 grandes, dos parecen estar bajo control, Italia y Francia, Alemania lleva 2 meses en el 2,4 %, a España le queda diciembre para dar malas noticias y veremos qué pasa con Países Bajos, que es el que está más descontrolado.

Al mirar así la situación y sabiendo que la economía alemana anda tocada, me da la impresión de que el BCE va a bajar un 0,25 % los tipos, y a partir de aquí esperará a ver qué sucede en diciembre.

Si la inflación de diciembre en la Eurozona vuelve a crecer, como pasó el año pasado, me temo que en el primer trimestre volveremos a ver subidas de tipos. No olvidemos que la inflación en noviembre de 2023 fue del 2,4 %, en diciembre del 2,9 % y da la sensación de como si hubiésemos vuelto a la casilla de salida.

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