
España ha dado casi 9.000 millones de euros a Rusia con la compra de gas
Sánchez muestra su apoyo a Ucrania mientras España ha dado casi 9.000 millones de euros a Rusia con la compra de gas
Después de las tensiones vividas este viernes en la reunión que tuvieron Donald Trump y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, varios líderes europeos mostraron su apoyo al líder ucraniano. Entre ellos, está el presidente de España, Pedro Sánchez, quien en su cuenta de X –el antiguo Twitter– escribió: «Ucrania, España está contigo».
Lo paradójico de este mensaje es que España sigue comprando gas natural licuado (GNL) a Rusia, una fuente esencial de ingresos para el país liderado por Vladimir Putin, y que facilita, indirectamente, la prolongación de la guerra.
Es cierto que la importación de GNL ruso cayó un 4,6 % en 2024, pero pese a ello seguimos siendo el segundo mayor importador europeo de este tipo de gas procedente de Rusia, solo superados por Francia. Así lo reflejan los datos publicados en febrero por el Instituto para la Economía de la Energía y el Análisis Financieros (IEEFA), que también muestran que tres puertos españoles se situaron entre las principales terminales europeas para la entrada de gas ruso.
En total, España importó 6,4 mil millones de metros cúbicos, el 35 % del total, inyectando en la economía rusa casi 2.000 millones de euros –concretamente 1,84 mil millones de euros–.
Desde que comenzó la guerra en Ucrania en 2022, España compró gas ruso por valor de 8.900 millones de euros, según datos del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA): 4.077 millones en 2022, 2.60 millones en 2023, 2.000 en 2024 y 221 millones en los que llevamos de 2025.
Estas cifras se explican, sobre todo, por la importación de empresas privadas como «por ejemplo Naturgy, que tiene un contrato de 20 años con Yamal LNG», según explicó la autora del informe de la IEEFA, Ana Maria Jaller-Makarewicz a El Debate.
Aumento del 12 % de la UE
En el conjunto de la Unión Europea (UE), las importaciones de GNL cayeron un 19 % en 2024, ya que el consumo de gas alcanzó su nivel más bajo en 11 años, gracias en parte al tirón de las energías renovables. Por su parte, la demanda de este gas del continente en 2024 cayó a su nivel más bajo desde 2021.
Casi la mitad –el 46 %– de las importaciones de GNL de Europa procedieron de Estados Unidos, lo que supone una disminución del 18 %. Por el contrario, las importaciones europeas y de la UE de GNL ruso crecieron en 2024 un 12 % y un 18 % respectivamente, pese al objetivo de la UE de poner fin a su dependencia de los combustibles fósiles rusos para 2027, inyectando 6.300 millones de euros a la economía rusa.
Francia, España y Bélgica representaron el 85 % de las importaciones europeas de GNL ruso del año pasado.
El decimocuarto paquete de sanciones, que fue aprobado en junio del año pasado, recogió una prohibición de transbordo de gas natural licuado (GNL) ruso. Sin embargo, la Comisión Europea no ha logrado acordar la prohibición total del GNL ruso.
Las elevadas compras de GNL ruso fue uno de los temas por los cuales el Parlamento Europeo cuestionó a Teresa Ribera antes de su elección como vicepresidenta comunitaria, el pasado diciembre. Ribera se mostró a favor de prohibir estas importaciones, pero culpó al «libre mercado» del volumen alcanzado en España. «La inacción de Ribera contrasta con el ejemplo de Italia, que se marcó en 2022 el objetivo de 'independizarse' del gas ruso, y en abril de 2024 estaba en condiciones de prescindir de las importaciones rusas», criticó entonces el Partido Popular Europeo.