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José Manuel Cansino

De la economía de Francisco a la de León XIV

León XIII marcó un hito en la doctrina social de la Iglesia al abordar por primera vez de manera sistemática las condiciones de los trabajadores, el papel del capital financiero y del Estado, y la justicia social en el contexto de la Revolución Industrial. No deja de ser relevante que León XIV vaya a ejercer su pontificado en plena revolución industrial 4.0

Actualizada 04:30

La denominada exhortación apostólica Evangelii Gaudium publicada el 24 de noviembre de 2013 supuso el estreno doctrinal del papa Francisco. El documento tenía un elevado contenido económico que dio pie a un interesante debate por un aspecto novedoso que incorporaba.

Efectivamente, en su punto 54, el Santo Padre escribió «algunos todavía defienden las teorías del 'derrame', que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo».

La «teoría del derrame» fue la traducción al español elegida por el Vaticano para la originariamente denominada en EE.UU. trickle-down theory. En virtud de esta teoría, las rebajas de impuestos provocan un efecto positivo sobre la economía y no solo sobre los más ricos (que son los principales beneficiarios), sino sobre el conjunto de la sociedad, dando lugar así a un efecto favorable e inclusivo de los más pobres.

La novedad del documento del Sumo Pontífice estribaba en que la Iglesia no acostumbra a pronunciarse sobre las propuestas técnicas concretas que la Ciencia Económica aporta. Probablemente, sea la mejor forma de no equivocarse vista la frecuencia con la que esta Ciencia yerra.

Un ejemplo de este habitual no pronunciamiento sobre la oportunidad de recetas económicas concretas se encuentra en la Encíclica Cáritas in Veritate de su predecesor Benedicto XVI. Ratzinger escribió «La Iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer y no pretende de ninguna manera mezclarse en la política de los Estados». Estas afirmaciones las sostenía sobre cuatro documentos pontificales de primer orden, la Constitución pastoral Gaudium et spes (1965), la Encíclica Populorum progressio, de Pablo VI (1967), la Carta apostólica Octogesima adveniens también de Pablo VI (1971), y la Encíclica Centesimus annus de Juan Pablo II (1991). Todos ellos fueron emanados de la encíclica seminal Rerum novarum publicada el 15 de mayo de 1891 por el, ahora muy recordado, León XIII.

El Papa Francisco sostuvo que la Teoría del Derrame «jamás ha sido confirmada por los hechos» y que «expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante».

En el debate al que esas afirmaciones dieron lugar, una de las voces que mayor eco tuvieron fue la del hasta 2015 director del Departamento de Economía de la Universidad de Harvard, Gregory Mankiw. Lo hizo en forma de breve 'post' en su blog con tres observaciones a este punto 54 de la Exhortación Apostólica.

Francisco sostuvo que la Teoría del Derrame «expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico»

El primer comentario era de tipo académico (una defensa del libre mercado como determinante del desarrollo y de una sociedad más moral). El tercero era de carácter irónico (decía que le hubiese gustado leer la valoración del Papa de las exenciones fiscales de la Iglesia). El segundo fue de carácter político. Mankiw perteneció al partido republicano hasta 2019 y luego fue presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente George W. Bush entre 2003 y 2005.

La segunda observación del profesor Mankiw radicaba en el hecho de que la «teoría del derrame» (trikled-down theory) era una manera peyorativa en la que la izquierda estadounidense se refería a la misma. De hecho, su acuñación se atribuye al humorista Will Rogers en la etapa de la Gran Depresión iniciada con el crack de 1929. La expresión se volvió a utilizar para descalificar la política económica de los gobiernos de Ronald Reagan (la Reaganomics). Por todo ello, Mankiw sostuvo que los documentos papales debían propiciar debates rigurosos y no contaminados por términos peyorativos.

Con su Rerum novarum, el predecesor en nombre y ordinal del recientemente electo León XIV marcó un hito en la doctrina social de la Iglesia al abordar por primera vez de manera sistemática las condiciones de los trabajadores, el papel del capital financiero y del Estado, y la justicia social en el contexto de la Revolución Industrial. No deja de ser relevante que León XIV vaya a ejercer su pontificado en plena revolución industrial 4.0.

Las opiniones sobre las orientaciones políticas de los sumos pontífices han estado siempre en el análisis de sus decisiones. El perfil del Papa Francisco probablemente favoreció esto y explica que entre los que loaron su pontificado abundan los que luego gobiernan activamente en pro de la deconstrucción de la Iglesia Católica.

Quizá deban releer la Rerum novarum en su explícita defensa de la creación de asociaciones o corporaciones profesionales de inspiración católica como alternativa a las organizaciones obreras de corte socialista o marxista, que León XIII consideraba contrarias al orden natural y religioso.

Estas corporaciones debían promover la justicia, la solidaridad y la cooperación entre trabajadores y empleadores, guiadas por los principios del Evangelio y no por la lucha de clases; probablemente ahora hubiese utilizado el término polarización. Rerum novarum se convirtió en la base ideológica para el desarrollo de los sindicatos cristianos y las organizaciones laborales católicas en Europa e Hispanoamérica a lo largo del siglo XX.

El crecimiento económico mundial desde la Segunda Guerra Mundial en adelante ha derramado bienestar a lo largo del Planeta si lo medimos por el aumento de la esperanza de vida al nacer. Esto ha convivido con crisis económicas agudas en las que la desigualdad en la distribución de la renta ha aumentado en no pocas naciones. El mundo que diseñaron desde la ápoca de la Guerra Fría Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski saltó por los aires en el siglo XXI. Este es el mundo en el que ejercerá su pontificado León XIV. Yo rezo por él.

  • José Manuel Cansino es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, profesor de San Telmo Business School y académico de la Universidad Autónoma de Chile / @jmcansino
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