EE.UU. mejora su balanza comercial, pero continúa con un déficit del 65 % superior al año pasado
La economía estadounidense se enfrenta a una situación que puede volverse complicada
En plena batalla de tirarse los trastos a la cabeza, las dos figuras más prominentes de los Estados Unidos, el hombre más poderoso del mundo Donald Trump y el más rico Elon Musk, la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés), acaba de darle un respiro al presidente.
La BEA es el equivalente al INE en España y es la que proporciona todos los datos económicos más importantes de la economía americana. Esta economía está ya con 4 meses de año vencidos a efectos estadísticos y llega con unos resultados en general aceptables. La inflación se situaba en abril en un 2,3 %, ligeramente por debajo del 2,4 % registrado en marzo y coloca a la Reserva Federal en la tesitura de mantener los tipos altos o iniciar, aunque sea tímidamente, una bajada de tipos de interés.
Los datos de empleo son buenos pues se mantiene el paro en un 4,2 %, aunque en mayo se han creado 139.000 empleos. Ya quisiéramos en España estar en esa situación.
La BEA a su vez ha revisado el dato del PIB y lo ha dejado en una décima menos en cuanto a su decrecimiento, que lo ha fijado en un 0,2 % y la explicación es muy clara, el fuerte incremento de las importaciones para defenderse de los aranceles y la bajada del gasto público han perjudicado a la economía americana. Lo del gasto público es hasta bueno.
Y, sobre todo, no hay que olvidar que el dólar sigue depreciándose con respecto al euro y este ya se cambia casi 1,14 dólares, lo cual significa que cada día se le hacen más caras las importaciones a los americanos y más fácil exportar sus bienes y servicios.
Por lo tanto, veamos lo que ha pasado en el mes de abril y en los 4 primeros meses del año en los Estados Unidos:
En abril de 2025, el déficit comercial de bienes y servicios se redujo un 15,7 % respecto al mismo mes de 2024, pasando de 73.110 millones de dólares a 61.617 millones. Es una buena noticia en términos relativos, que indica una mejora coyuntural en el comportamiento del comercio exterior estadounidense.
Las exportaciones estadounidenses llegaron en abril a los 289.370 millones de dólares, lo que representa un aumento del 8,6 % respecto al mismo mes del año anterior. En el acumulado de los primeros cuatro meses del año, las exportaciones han crecido un 5,5 %, impulsadas tanto por los bienes que crecen un 5,7 % como por los servicios que lo hacen 5,1 %.
Este crecimiento demuestra la competitividad internacional de muchos sectores productivos estadounidenses, que además vienen apoyados por esa deprecación del dólar.
Las importaciones totales crecieron en abril sólo un 3,4 %, hasta los 350.987 millones de dólares y han parado los crecimientos brutales que tuvieron en los 3 primeros meses del año, de ahí que, entre enero y abril, las importaciones han crecido un 17,8 % respecto al mismo periodo de 2024, hasta llegar a los 1,57 billones de dólares.
Este incremento está liderado por los bienes, que aumentan un 20,2 % en el año, aunque los servicios también crecen con fuerza, un 8,2 %, esto me hace pensar que hay una fuerte demanda interna en EE.UU., tanto de consumo como de inversión.
Estados Unidos presenta tradicionalmente un déficit muy elevado en su balanza de bienes y un superávit modesto en servicios. En abril, el déficit de bienes fue de 87.414 millones de dólares, un 11,7 % menos que el año anterior, lo que contribuyó a la mejora mensual del déficit global. Sin embargo, en el acumulado anual, este desequilibrio ha empeorado significativamente: el déficit de bienes sube un 46,7 %, hasta los 553.375 millones de dólares.
Por otro lado, el superávit en servicios ha retrocedido ligeramente y pasa de 104.223 millones en los primeros cuatro meses de 2024 a 101.159 millones en el mismo periodo de 2025, un descenso del 2,9 %.
Con un déficit acumulado superior a 450.000 millones de dólares en solo cuatro meses, la economía estadounidense se enfrenta a una situación que puede volverse complicada. Trump ha iniciado una senda de negociaciones bilaterales, que deben concluir su mayoría antes de final del mes de junio, pero hasta ahora solo tiene cerrado un acuerdo con Reino Unido.
La Unión Europea, quiere negociar, según las palabras de Sefcovic, Comisario de Comercio, pero el planteamiento de aranceles de los pollos hormonados puede dar al traste con las negociaciones. El modelo talibán de la Unión Europea al comercio libre de lo que sea, incluido los pollos hormonados, que nadie tiene interés en consumir, puede hacer que se rompa una negociación necesaria y buena para las 2 partes.
Estados Unidos, por otra parte, tiene abierta una negociación con China, que es, junto con la Unión Europea, sus dos Talones de Aquiles en la generación del déficit comercial de su balanza de productos, porque en la parte de servicios, la UE compra mucho más de lo que vende a los americanos.
El tiempo pasa y la economía americana está llegando al ecuador del año sin tener resueltos ninguno de los problemas que el presidente Trump quería tener resueltos, lo cual demuestra que las burocracias no le dan tregua en sus intentos de acelerar. Cuando se quiera dar cuenta habrá consumido la mitad de su primer año y seguro sin conseguir cumplir sus promesas electorales, pero lo que es peor, que su déficit comercial se haya incrementado sustancialmente con respecto al que heredó.
De momento, las cosas no van como él quería, pero es tozudo y tiene tiempo para conseguir muchas cosas, pero se está dando cuenta que no es tan sencillo negociar con enemigos y tampoco con los que eran sus aliados y ha tratado como enemigos.