¿Se blinda la economía frente a la política?
En momentos de amenaza de ruptura, el dinero huye y las empresas, también
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) del Banco Central de EE.UU. –la FED– ha decidido volver a mantener los tipos de interés de referencia en el rango del 4,25 % al 4,5 %. La tasa de fondos federales, que es así como se denomina este valor, es el tipo de interés que los bancos comerciales se cobran entre sí por préstamos de un día (los llamados «overnight»).
En rigor, la Fed no establece directamente estos tipos de interés, pero fija un rango objetivo dentro del cual espera que se mantenga. Finalmente, los bancos ajustan la tasa mediante operaciones diarias en el mercado de dinero.
El FOMC establece su rango objetivo para influir en el coste del crédito, lo que tiene impactos de amplio alcance en la economía, afectando desde las tasas de interés de los préstamos comerciales hasta las hipotecas y los préstamos de consumo. Naturalmente, acaba afectando al empleo y a la inflación.
Precisamente, sobre el comportamiento de la inflación, los miembros de FOMC revelan algo muy interesante. Tras cada reunión anual (tienen ocho cada año) publican el resumen de proyecciones económicas; un documento que empresas e inversores se toman muy en cuenta porque adelanta lo que el banco central tiene previsto hacer durante el año en curso y los dos próximos.
Los responsables de la política monetaria estadounidense no creen que los aranceles provoquen una subida en los precios de su economía
De las proyecciones económicas que se acaban de publicar se deduce que los responsables del FOMC creen que los precios no van a subir por lo que, no previéndose inflación, estarían dispuestos a realizar de aquí a final de año, dos bajadas de un 0,25 % cada una. De hecho, la previsión de que los tipos de interés acabarían en el 3,8 % recibió 8 de los 19 votos e incluso, otros dos miembros votaron que llegarían a caer al 3,62 %. En definitiva y contra lo que la lógica indica, los responsables de la política monetaria estadounidense no creen que los nuevos aranceles vayan a provocar una subida en los precios internos de su economía.
Existe, por tanto, un divorcio entre el debate político entorno a la magnitud final de los aranceles a la importación y lo que los técnicos esperan de su impacto sobre los precios; un impacto que consideran reducido hasta el punto de no provocar una mayor inflación. El índice de precios de importación en EE.UU., publicado la semana pasada, respalda es impacto mínimo.
En España, salvando las distancias, ocurre algo parecido. La economía sigue creciendo, el empleo también gracias a la inmigración, los salarios se estancan y el precio de la vivienda no tiene visos de reducirse. De nuevo hay un divorcio entre la agitación política –ahora especialmente sacudida por los graves casos de presunta corrupción en el entorno del Gobierno– y la actividad económica. La primera no es obstáculo para la segunda.
Los logros del independentismo vasco y catalán son estructurales y sólo lea falta esperar al momento de la escalada
A medio plazo sí hay una salvedad importante en España frente al gigante americano. Mientras la gobernanza institucional de EE.UU. no está mutando de momento con la administración de Trump II, la española, sí. Los logros del independentismo vasco y catalán son estructurales y sólo lea falta esperar al momento de la escalada en el próximo desafío.
Por ejemplo, Navarra traspasó la vigilancia del tráfico por carreteras de la Guardia Civil a la policía foral en línea con solicitudes del PNV y Bildu. En Cataluña, se ha acordado que los Mossos d’Esquadra gestionen puertos y aeropuertos, mediante juntas de seguridad compartidas y un consorcio paritario para inversiones en infraestructuras. También está avanzado el traspaso de gestión ferroviaria (Rodalies, Renfe, Adif), con mesas de negociación que evitaron la huelga de finales de 2023. Lo anterior da un poso más en la expulsión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en el control de las infraestructuras; ambas cuestión estratégicas en escenarios de intentos de golpe de Estado como el de 2017 en Cataluña.
El Parlamento de Catalunya aprobó en mayo de 2025, con el respaldo de PSC, ERC, Comuns y CUP (abstención de Junts), la creación del Cuerpo de Acción Exterior y de la UE; un cuerpo de funcionarios A1 especializados en política exterior y relaciones europeas. Un paso firme en la creación de una estructura diplomática exterior que el independentismo supo aprovechar bien en los prolegómenos del 1 de Octubre de 2017.
El lamentable espectáculo del campeonato del mundo de pelota vasca laboró en la proyección internacional de una España agrietada
Dentro de los acuerdos PSC-ERC y PSOE-PNV, se ha impulsado el reconocimiento internacional de las federaciones y selecciones deportivas catalanas y vascas, creándose una oficina para promoverlas y apoyar a las federaciones «para optar a participación directa internacional». El lamentable espectáculo del campeonato del mundo de pelota vasca laboró en la proyección internacional de una España agrietada.
A estos cambios nuevos en la gobernanza de las instituciones españolas hay que sumar situaciones que permanecen inalteradas ignorando las sentencias judiciales firmes. Así, frente a la preferencia social mayoritaria en sentido contrario, el catalán sigue usándose como lengua vehicular dominante en escuelas y actividades extraescolares, sin aplicar las sentencias judiciales que exigían al menos un 25 % de castellano.
Da la impresión que los logros independentistas no frenan tampoco a la actividad económica. Creo que al conjunto de la sociedad española nos falta perspectiva. En momentos de amenaza de ruptura, el dinero huye y las empresas, también. En un nuevo escenario como el de 2017, sin embargo, el independentismo tendría unas bases de control administrativo más sólidas a falta sólo de escalarlas. Política y economía pueden blindarse la una frente a la otra pero la historia es rica en reconciliaciones efusivas.
José Manuel Cansino es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, profesor de San Telmo Business School y académico de la Universidad Autónoma de Chile / @jmcansino