La ganadería, los móviles seguros, la cafetera y el vigilante nocturno
La relación entre el empresario José Ruz, Ábalos y Koldo, y la de otros empresarios, va a seguir dando mucho que hablar
El empresario José Ruz llega al Tribunal Supremo a declarar por el ‘caso Koldo’.
A veces la realidad supera la ficción, y quizá por eso es mejor escuchar a los protagonistas y dejar que ustedes saquen sus consecuencias. Solo una precisión: cuando algunos dicen que esto no ha hecho más que empezar, es claro clarísimo que es así, y también que veremos muchas secuelas y precuelas de las cosas que investigan los juzgados. Pero vamos al tajo.
El pasado viernes los empresarios José Ruz, de Levantina Ingeniería y Construcción (LIC), y los hermanos Antonio y Daniel Fernández Menéndez, de Obras Públicas y Regadíos (OPR), negaron ante el magistrado Leopoldo Puente, del Tribunal Supremo, haber pagado comisiones a José Luis Ábalos, Santos Cerdán o Koldo García a cambio de la adjudicación de obras públicas. El caso es que los tres empresarios salieron del Supremo con las medidas cautelares que solicitó la Fiscalía Anticorrupción nada más terminar sus declaraciones. Algo debieron decir que no les gustó, y quizá por eso deberán comparecer cada 15 días en el juzgado más próximo a su domicilio. A Ruz se le ha prohibido además salir de España y se le ha retirado el pasaporte. Vacaciones en España.
Algunos dicen que esto no ha hecho más que empezar, y es claro clarísimo que es así
No es la primera vez que Leopoldo Puente llama a declarar al dueño de LIC. Según el juez instructor, Ruz es «un elemento común» entre Ábalos, Koldo García y el comisionista Víctor de Aldama. El constructor ya declaró en la Audiencia Nacional —aquella vez como testigo— antes de que se revelara la implicación de Cerdán en el supuesto amaño de contratos. Pero después de que la UCO registrara su casa y su empresa el pasado 10 de junio, ha acudido esta vez como imputado. Ruz, que sí respondió a las preguntas del juez, Fiscalía Anticorrupción y a su propia defensa, reconoció varias reuniones con Ábalos y Koldo, e incluso dijo que intentó pedir ayuda a Cerdán para lograr contratos.
La Guardia Civil cree que el empresario accedió a Koldo García —ya en marzo de 2019— a través de Aldama; que Ruz se refería a Koldo como «jefe»; y que pedía «favores» tanto a Aldama como a Koldo García, pero, cuando tuvo más confianza con el segundo, prescindió del comisionista. La UCO considera que, como fruto de estos contactos, LIC consiguió una obra de Adif en Gijón valorada en 592.053 euros; otra de conservación de una carretera en Teruel de más de cinco millones de euros, y un tramo de la autovía A-12 en las provincias de La Rioja y Burgos. El informe de la UCO recoge también contactos de Ruz con la trama para otros trabajos como el de la Carretera N-IV entre Dos Hermanas y Los Palacios, en la estación del AVE de Elche.
Las declaraciones de Ruz, que negó ante el juez haber pagado comisiones a cambio de contratos, eran las primeras tras la entrada en prisión preventiva de Cerdán. Sin embargo, los abogados han reconocido que apenas hubo preguntas relacionadas con el secretario de Organización del PSOE. Sí le preguntaron por una conversación entre él y Koldo García que la Guardia Civil encontró en el teléfono del exasesor ministerial en la que el empresario pedía reunirse con «el navarro», pero aunque Ruz reconoció varias reuniones con Ábalos y con Koldo, con Cerdán no consiguió reunirse. Lo intentó en vano.
En la declaración de Ruz hay dos perlas que prometen dar más juego
«Buenos días, jefe. Creo que lo mejor es que me sientes con el navarro y que yo hable con él directamente», escribió Ruz a Koldo. También le advirtió de que no era «conveniente para la ganadería» que hubiera «heridos inocentes» y «gente fuera del baile». Parece que con lo de la «ganadería» se referían a los partidos políticos, en este caso el PSOE. Pero en la declaración de Ruz hay dos perlas que prometen dar más juego. El empresario admitió que cuando José Luis Ábalos y Koldo García dejaron el Ministerio, en julio de 2021, «sucedió una cosa: yo milagrosamente empecé a quedar último en los contratos de Adif. Pasé de quedar primero a quedar último». Ruz contó que fue a hablar entonces con Javier Herrero, director general de Carreteras, y con Isabel Pardo de Vera, presidente de Adif. «Santos era el último que me quedaba», dijo, para justificar su interés en reunirse con el secretario de Organización. El juez le preguntó entonces que por qué quería ver a Cerdán si este, supuestamente, no tenía nada que ver con Transporte y el empresario reconoció que Justo Vicente, entonces directivo de Acciona, le había dicho que el PSOE «le había puesto la quilla» y le recomendó que lo arreglara con Cerdán.
La segunda movida es la del famoso sueldo de Koldo García. Ruz negó haberle pagado los 2.600 que recoge el informe de la UCO, aunque sí reconoció que ese dinero se lo pagaba una empresa de seguridad, filial de LIC. También admitió que esa empresa tuvo contratado seis meses —entre finales de 2022 y 2023— al antiguo asesor de Ábalos como vigilante nocturno de unas obras en Benidorm (Alicante) cuando ya había salido de Transportes. Fantástico: de asesor ministerial a vigilante nocturno.
Ruz negó haberle pagado los 2.600 que recoge el informe de la UCO, aunque sí reconoció que ese dinero se lo pagaba una empresa de seguridad
Y lo del teléfono también es de traca. El constructor admitió que Koldo García le dio un teléfono y una tarjeta SIM desechable y que en alguna ocasión se comunicaron por él. El informe de la UCO vincula esta práctica a la preocupación del entonces asesor ministerial por incrementar las medidas de seguridad para evitar que las conversaciones de los miembros que participaran en la trama fueran interceptadas y, según los agentes, se referían a ellas como «café» o «cafetera», y hablaban de «tomar café» a altas horas de la noche o incluso cuando los dos interlocutores estaban en ciudades distintas. Mucho café debieron tomar.
Y quedan los hermanos Fernández Menéndez, dueños de OPR. Por supuesto que los empresarios granadinos, vecinos hoy de Toledo, negaron también haber pagado comisiones a cambio de ser beneficiados por tres contratos —esta vez en Asturias, Monforte de Lemos y Úbeda— señalados por la UCO y que sumaban 7,3 millones de euros. Sin embargo, Daniel Fernández Menéndez reconoció que Áridos Anfersa, una subcontrata de su empresa, tuvo en nómina a la exmujer de Koldo, Patricia Uriz, y ha admitido que se lo pidió el propio navarro. Eran, según la UCO, 1.300 euros mensuales que cobró entre junio de 2022 y septiembre de 2023. Una minaina, pero el empresario también reconoció que nunca supo si llegó a ir a trabajar a la empresa.
Los empresarios han empezado a desfilar. Esto es solo un aperitivo para abrir boca. Seguiremos informando.