Andrés Millán, abogado: «Puedes reclamar hasta cinco años de cotización ficticia»

Importante avance en materia de conciliación familiar y derechos laborales: la Seguridad Social ha confirmado que los progenitores que hayan dejado de trabajar o reducido su actividad laboral para cuidar a sus hijos pueden reclamar hasta cinco años de cotización ficticia, es decir, 1.825 días, que se suman a su vida laboral aunque no hayan cotizado durante ese tiempo.

Hasta ahora, los periodos dedicados a la crianza de los hijos quedaban, en muchos casos, invisibilizados en el historial laboral, penalizando especialmente a quienes interrumpían su carrera profesional. Con esta medida, se reconoce oficialmente el impacto del cuidado familiar, permitiendo a quienes se acogieron a esta situación sumar años de cotización a efectos de jubilación u otras prestaciones.

¿Quién puede solicitarlo?

Los requisitos son sencillos:

Haber tenido uno o más hijos.Haber dejado de trabajar o reducido la actividad laboral para cuidar de ellos.No es necesario haber solicitado una excedencia formal: basta con poder probar que efectivamente se redujo la jornada, se abandonó temporalmente el trabajo o se dejó de ejercer la actividad profesional.

Este derecho es válido tanto para asalariados como para autónomos.

¿Y si eres hombre?

Aunque muchas noticias han enfocado la medida exclusivamente hacia las mujeres, el abogado Andrés Millán, quien ha compartido un vídeo en sus redes sociales explicando esta novedad, aclara que los hombres también pueden beneficiarse, siempre que se cumplan los requisitos. Eso sí, solo uno de los dos progenitores puede reclamar este beneficio y, en caso de concurrencia, las mujeres tienen prioridad.

La gestión se realiza ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). No es necesario contar con abogado o gestor: el propio abogado ha facilitado un modelo gratuito de solicitud, redactado de forma clara y accesible, para que cualquier persona pueda hacer el trámite por su cuenta.

Esta medida supone un importante reconocimiento institucional al trabajo no remunerado de crianza y cuidados, y representa un paso significativo hacia una Seguridad Social más equitativa, que no penalice a quienes priorizan el cuidado familiar en momentos clave de su vida laboral.