Los expertos afirman que es «gasolina» arrojada sobre el incendio del sector inmobiliario
El fenómeno silencioso que está espoleando el precio de la vivienda en España
Los expertos afirman que es «gasolina» arrojada sobre el incendio del sector inmobiliario
Un fenómeno está arrojando gasolina sobre el vivo incendio del sector inmobiliario en España. Se trata del conocido como FOMO, acrónimo de Fear Of Missing Out. Una expresión anglosajona que viene a denominar el miedo a quedarse atrás en un mercado que constantemente bate récord de precios.
La sensación entre compradores y expertos es que cada día que pase la casa de sus sueños –o de sus necesidades– será un poco más cara. De ahí que interese comprar hoy antes que mañana, aunque el precio sea un poco más caro que ayer.
«El mercado funciona con razones y con miedos. Ahora mismo el miedo es gasolina», destaca en un artículo para El Debate el catedrático Rafael Pampillón, de la Universidad CEU San Pablo y la IE University.
El precio de la vivienda libre se disparó un 12,7 % en el segundo trimestre del año en relación al mismo periodo de 2024, registrando así su mayor alza interanual desde el inicio de la serie histórica, en el primer trimestre de 2007, cuando subió un 13,1 %, según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado el pasado viernes.
Pampillón destaca que «no hay un único culpable, sino una confluencia de factores». Entre ellos, el crédito, que ha vuelto a fluir tras años de tipos altos. Pero también la falta de oferta: España apenas construyó 101.000 viviendas en 2024 y empezó 136.000 nuevas. Frente a los 330.000 hogares netos que se crean cada año.
«La mayoría de las operaciones, casi ocho de cada diez, son de vivienda de segunda mano. Y cuando la demanda aprieta y la oferta se queda corta, los precios se disparan», considera Pampillón.
La insuficiente producción de vivienda de obra nueva y el aumento de la población en los últimos cinco años (2019-2024), mayoritariamente de origen extranjero (inmigrantes, legales o irregulares ha originado un déficit creciente de vivienda) según estimaciones del Banco de España, inicialmente de 600.000 unidades, cifra actualizada en mayo 2025 a un rango entre 400.000 y 450.000).
«Según mi propia estimación, se situaría entre 900.000 y un millón de unidades, debido al fuerte crecimiento de la demanda que supera en 2,5/3,0 veces a la oferta», añade por su parte Julián Salcedo, presidente del Foro de Economistas Inmobiliarios del Colegio de Economistas de Madrid.
Estas circunstancias, junto con el FOMO, «están generando decisiones de compra cada vez más impulsivas que, sin la debida reflexión, pueden traducirse en errores costosos para los compradores», según el comparador financiero HelpMyCash.
Desde este comparador financiero constatan que también el precio de los alquileres está haciendo que los españoles hayan visto la necesidad de comprar casa «con urgencia», aceptando «precios inflados e hipotecas con bonificaciones carísimas o tipos prohibitivos».
Jamás firmar arras sin visitar la vivienda
Desde HelpMyCash aconsejan al comprador que rehúya las prisas y realice tres pasos. En primer lugar, que calcule qué casa se puede permitir. Además, debe visitar siempre la vivienda, evitando una tendencia al alza: la de pagar las arras sin pisar el inmueble.
«Quien firma así se arriesga a descubrir desperfectos, falta de luz o molestias vecinales demasiado tarde, cuando ya podría perder el dinero aportado, que suele ser un importe equivalente al 10 % del precio del inmueble», alertan.
En tercer lugar, los expertos aconsejan tomarse el tiempo necesario para elegir la hipoteca con calma y sabiamente. «Negociar financiación requiere tiempo. Lo ideal es pactar con el vendedor un periodo de entre dos y tres meses entre la reserva y la firma ante notario para comparar ofertas hipotecarias y negociar tipos, comisiones y productos vinculados», afirman.