Puerto de El Musel, en Gijón
La desaparición de 50 millones en carbón sitúa en riesgo de quiebra a una empresa estatal
Un juzgado reabre la investigación por la evaporación de 120.000 toneladas de mineral del Puerto de Gijón
Cerca de 120.000 toneladas de carbón, con un volumen equivalente a cuatro edificios de cinco plantas, pueden esfumarse de un puerto español sin dejar rastro. Un juzgado de Gijón acaba de reabrir la investigación penal por la desaparición del mineral en el Puerto de El Musel, tras cinco años de maraña burocrática y judicial, e investiga a tres altos cargos, José Manuel del Arco, ex director de la Autoridad Portuaria; Lucía Herrero, directora general de EBHI y Amalio Álvarez, director de operaciones.
La carga desparecida llegó al Puerto de Gijón en octubre de 2020, a bordo del buque Berge Triglav, procedente de Kazajistán. Formaba parte de un pedido de 160.000 toneladas realizado por Natural Mining Resources 1926 (NMR) a la empresa suiza TELF AG, una comercializadora especializada en materias primas.
Ya en el puerto, el carbón se descargó en la terminal de EBHI y pasó a quedar gestionado por la compañía de estiba Marítima del Principado, habilitada como agente de aduanas de TELF.
EBHI es la mayor empresa española de graneles sólidos. Está constituida como una Sociedad Mercantil Estatal (S.M.E.) que forma parte del sector público estatal empresarial. La compañía suiza le reclama hoy 52,8 millones de euros, según consta en las últimas cuentas anuales de la Autoridad Portuaria, principal accionista de EBHI, con el 68 % de sus títulos.
Otro 11 % está en manos de ArcelorMittal y un 10 % adicional se distribuye a partes iguales entre Masaveu e Hidroeléctrica del Cantábrico. Además de la demanda penal, TELF ha interpuesto una demanda civil contra NMR y otra contra EBHI por apropiación indebida.
EBHI facturó en 2023 un total de 29,9 millones de euros, con un beneficio de 599.685 euros y unos activos valorados en 20,16 millones. De ahí que una posible condena sitúe a la firma en riesgo de quiebra, como admite la propia compañía en documentos judiciales, según adelantó El Comercio. Una eventual condena «puede afectar a la viabilidad financiera del puerto y a su credibilidad como mayor terminal de graneles solidos de España. Se vería muy tocado, y también la Autoridad Portuaria», explica una fuente conocedora.
Cinco años de embrollo
Puerto de El Musel, en Gijón
En diciembre de 2020, dos meses después de la llegada del carbón al puerto, la fecha tope de pago expiró sin que NMR hubiera pagado más que 1,7 millones de euros, cuando entonces el total del carbón estaba valorado en ocho millones. TELF solicitó entonces a EBHI que preparara la carga para reexportarla, y el 6 de enero rescinde el contrato con NMR.
A partir de aquí, comienza el misterio. Según EBHI, el carbón salió de sus instalaciones antes de enero de 2021, pese a que continuó emitiendo certificados de que continuaba en el puerto hasta enero de 2022. Entre medias, el 16 de enero de 2021 el carbón se importa a España, pero no por la aduana de Gijón sino por la de Murcia, una maniobra legal pero poco ortodoxa, según fuentes conocedoras.
El carbón, descargado en Gijón, se importó a España por la aduana de Murcia
En diciembre de 2021, la Corte de Arbitraje Internacional reconoció a TELF la propiedad de la carga, y en febrero de 2022 un tribunal londinense resolvió la apelación a la misma en favor de la compañía suiza. En diciembre de ese año un juzgado de Madrid dio por válida la decisión de la corte británica en la jurisdicción española.
Posteriormente un juzgado de Pozuelo (Madrid) desestimó la causa, al entender que debía juzgarse en Gijón, donde se acaba ahora de reabrir. En marzo de este año TELF retiró las 39.000 toneladas restantes de su mineral que permanecían en las instalaciones portuarias.
Fuerte alza del precio del carbón
La desaparición del carbón coincide con una fortísima subida del precio de este mineral. Entre octubre de 2020 y enero de 2021 se revalorizó cerca de un 40 %, y llegó, en septiembre de 2022, a multiplicar por cuatro su valor inicial. Entre las principales hipótesis figura que el carbón fuera «cortado» con carbón nacional de menor calidad y embarcado con destino a Marruecos, pero también que toda o parte pudiera acabar en alguna industria de la zona.
El carbón desaparecido supone el 40 % de la capacidad de almacenamiento de la terminal de EBHI. Harían falta cerca de 5.000 camiones para moverlo, según fuentes conocedoras, que descartan que pudiera haber sido fácilmente reembarcado en una o varias naves porque la terminal de EBHI únicamente cuenta con tecnología de descarga.
«Es imposible que nadie viera nada, y menos en una zona fuertemente vigilada»
«Es imposible que nadie viera nada, y más en una zona aduanera altamente vigilada», afirma otra fuente. Sin embargo, las grabaciones de las cámaras de los últimos meses de 2020 también se han esfumado, supuestamente por un problema informático.
NMR, gestionada por el empresario murciano Antonio Boluda, fue declarada en concurso a finales de 2021. Era una de las compañías que explotaban las últimas minas de carbón, en Asturias y León. Un juzgado de Pozuelo abrió en 2021 una investigación contra Boluda por supuesta estafa agravada, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales.
Con 16.111 toneladas en 2023, El Musel es el principal puerto español en tráfico de graneles sólidos. Pese a la caída de sus operaciones el año pasado, del 17,2 %, EBHI movió aproximadamente la mitad del tráfico de mercancías de la dársena gijonesa.
Oleada de salidas de directivos
En los últimos meses se ha producido una cascada de salidas tanto en EBHI como en la Autoridad Portuaria. El pasado octubre José Manuel del Arco dejó su cargo de director general de la Autoridad Portuaria. En febrero cesó también el presidente, Laureano Lourido, tras nueve años en el puesto.
Entre sus primeras medidas, su sustituta, Nieves Roqueñí, nombró un nuevo director-gerente de Ebhi, con el encargo de abrir una investigación interna. Además, situó a cuatro nuevos miembros del consejo de administración.
En una carta publicada por la prensa asturiana tras su salida, Lourido criticó la «colonización socialista» de la Autoridad Portuaria. Roqueñí fue consejera de Transición Ecológica y Minas en el ejecutivo de Adrián Barbón, y abandonó el Gobierno regional poco antes del accidente de la mina de Cerredo, en marzo, en el que cinco trabajadores fallecieron en una instalación sin permisos para la explotación de carbón.
Fuentes del PP asturiano vinculan la llegada de Roqueñí con un intento de realizar desde el puerto una labor de oposición al Ayuntamiento de Gijón, que los socialistas perdieron en 2023. «Necesitaban un actor político dentro de la ciudad», afirman.
Lourido denunció la «colonización socialista» del puerto en su salida
Marina Pineda González, representante del Principado de Asturias y Concejala del Ayuntamiento de Gijón, respondió a la misiva de Lourido criticando que no hiciera mención a la desaparición del carbón «como por arte de birlibirloque». En el consejo de la Autoridad Portuaria se sientan también la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, de Foro Asturias; el consejero de Movilidad del Principado, Alejandro Jesús Calvo; la directora General de Urbanismo, Laura López, y el consejero de Ciencia, Industria y Empleo, además de la delegada del Gobierno y ex portavoz del PSOE Adriana Lastra.
En los últimos meses también se han producido importantes relevos en Puertos del Estado. En abril de este año el ministro Óscar Puente fulminó a Álvaro Rodríguez Dapena como presidente del organismo, un año después de la salida del secretario general Álvaro Sánchez Manzanares, investigado por la compra de mascarillas durante la pandemia a la trama del caso Koldo. Puertos del Estado, dependiente de Transportes, fue el primer organismo público que contrató con la empresa Soluciones de Gestión, epicentro de la investigación de la trama.