Niño Becerra: «Ningún partido puede arreglar solo las pensiones y el gasto público. Necesitamos unos Pactos de la Moncloa 2»

La compleja situación internacional, marcada por diferentes conflictos y la guerra arancelaria, dificulta la economía, y complica la gestión que pueden hacer países como España. Preguntamos al catedrático Santiago Niño Becerra cómo ve la situación.

–El elevado déficit y deuda está creando una gran tensión en Francia. ¿Puede ocurrir lo mismo en España, que cuenta también con una deuda muy elevada?

–No es un tema solo de Francia ni de España. Es un problema de muchos países. El origen está en los años 50, cuando se pone en marcha un modelo de protección social para comprar la paz social de la población y para contribuir a la generación de PIB que va muy bien, pero las bases sobre las que se puso en marcha ese modelo ya no se dan ahora. Entonces, ese modelo es insostenible. Pasa en España, en Francia, en Alemania y en todos los países que lo tienen. El problema es que, después de 70 años funcionando, aunque en España llegó más tarde, ahora a ver quién lo quita. La pregunta es: ¿va el gobierno que sea a recortar en Francia 44.000 millones de gasto público? La respuesta es que no. Primero recortará 10.000 millones, y el año que viene otros 10.000, y otros 10.000 al año siguiente. Ese recorte no puede hacerse de golpe. Es imposible, salvo que saques al ejército a la calle.

–¿España necesitará también un ajuste?

–Claro. Las pensiones se están pagando con deuda pública. Ya me dirás. Para que este ajuste pase en España, tiene que haber unos Pactos de la Moncloa 2. No hay ningún gobierno, ni siquiera Vox, que pueda hacer esto. En España hay un agravante, y es que los salarios son muy bajos. Entonces, el ahorro que hay para la jubilación, en el modo que quieras, planes de pensiones, o lo que sea, es muy bajo. En España sería mucho más difícil que en Francia aplicar ese plan.

–Nadie se atreverá a hacer aquí esos recortes.

–Por eso digo que tiene que ser a través de los Pactos de la Moncloa: que se pongan de acuerdo todos los partidos y las tortas se las lleven todos.

–La cuestión de los salarios bajos y el incremento del coste de la vida y la vivienda se nota cada vez más en España, con datos como el descenso del turismo nacional que acabamos de ver.

–Esto tenía que llegar sí o sí, y de hecho ya tuvimos un aviso. En el 2020, con el virus, el PIB de Baleares bajó un 45 %. Si el 14 % del PIB lo genera el turismo, y ya se apunta a que sea el 17 %, y más de 3 millones de personas dependen de él... A eso le añades una productividad baja... El gran logro de los políticos españoles fue convencer a la población de que España es un país rico, y eso es falso. La gente se lo creyó porque es muy bonito, pero no es verdad.

–¿Ve venir un batacazo fuerte próximamente?

–¿De qué tipo? ¿En cuanto a suspensión de pagos o algo así?

–O una crisis como la que tuvimos.

–No. Si España no fuese miembro del euro, sí. Siendo miembro del euro, a la Unión Europea no le conviene que tengamos un batacazo. España genera un 8,6 % del PIB de la Unión Europea. No le interesa un batacazo, pero España ya estuvo intervenida y puede volver a estarlo.

–Lo que sí nos urge es un cambio de modelo económico.

- Sí, claro. Esto ya se dijo. Cuando el virus, ya se comentó: hay que repensar el modelo productivo español, y eso quedó en el olvido. La industria tiene cada vez menos peso en el PIB de España, es una incógnita qué pasará con el automóvil... Es una situación compleja. A eso añade el que es de largo el principal problema que tiene España, que es una productividad bajísima. Tenemos un crecimiento por masa, por volumen. Eso tiene el recorrido que tiene.

–Nuestra economía crece porque la población ha aumentado entre 2,7 y 3 millones desde que llegó Sánchez.

–Claro. Pero eso es ficticio. Con el incremento de la población aumentas los ingresos, pero también los gastos. El problema que tiene España es que no está generando suficiente cash flow. A base simplemente de traer inmigración y turistas... Aparte de que España es un país muy desigual, dentro del país. La OCDE acaba de publicar un estudio en el que habla de esto: que España es uno de los países más desiguales de Europa. Está muy por debajo de la media. Esto crea un caldo de cultivo... Yo hablo con jóvenes de 30-33 años y tienen una imagen muy mala de nuestro país, más que por los sueldos, por las expectativas.