Oficina del SEPE en Madrid.
Los ERE vuelven a escena: «Han confluido varias causas que van a derivar en una nueva oleada»
Cambios tecnológicos, reorganización interna y transición de perfiles empujan a las grandes empresas a ajustar sus estructuras
El pasado martes, el consejero delegado de Telefónica, Emilio Gayo, puso sobre la mesa la posibilidad de presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) dentro de la estrategia de la compañía para los próximos años. Unos días antes, Amazon anunciaba el recorte de 14.000 puestos de trabajo a nivel global, 1.200 de ellos en España. Detrás de estos despidos masivos, los expertos señalan que confluyen varias causas –desde cambios tecnológicos hasta ajustes de estructura– que podrían desembocar en una «oleada» el próximo año.
Según la Estadística de Regulación de Empleo del Ministerio de Trabajo, los despidos colectivos han aumentado un 6 % entre enero y agosto de este año, una cifra que podría incrementarse cuando se materialicen los ajustes anunciados por Amazon. «El número de despidos ha crecido en 2025 y, en 2026, va a seguir aumentando», explica Alberto Córdoba, director general de la consultora estratégica Lukkap. «El motivo no es puramente económico, han confluido varias causas que van a derivar en una nueva oleada de ERE».
La primera es legal. Las medidas aprobadas durante la pandemia para mantener el empleo han dejado de estar vigentes, lo que ha facilitado la puesta en marcha de procesos de reorganización interna. A ello se suma el sobredimensionamiento de ciertas plantillas, especialmente en el sector tecnológico, que contrató por encima de sus necesidades durante los años de expansión del negocio digital.
El tercer factor es la irrupción de la inteligencia artificial generativa y su impacto en los modelos de trabajo. «En algunos sectores como el tecnológico ya ha afectado y lo va a seguir haciendo», señala Córdoba. «La cara más visible es el ERE anunciado en Amazon, pero detrás de las grandes marcas hay muchas más compañías iniciando procesos similares».
Según el último informe del World Economic Forum, la IA podría crear hasta 170 millones de nuevos empleos para 2030, pero también eliminar alrededor de 92 millones de puestos existentes. «Los ERE no responden solo a costes, sino a cambios de perfil», apunta Córdoba. «La irrupción de la IA muchas veces implica un cambio en el modelo de negocio: donde antes necesitabas pavos, ahora necesitas ardillas».
Trabajo ha empezado a negociar con los agentes sociales el despido al considerar que es «demasiado barato»
A esto se suma la reforma del despido que el Ministerio de Trabajo ha empezado a negociar con los agentes sociales. Actualmente, la indemnización por despido objetivo asciende a 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades, mientras que el despido improcedente se sitúa en 33 días por año con un tope de 24 mensualidades –o 45 días para los contratos anteriores a 2012–. La vicepresidenta Yolanda Díaz ha defendido la necesidad de elevar las indemnizaciones, al considerar que «el despido en España es demasiado barato».
Algunas voces advierten, sin embargo, de que un cambio de esta naturaleza podría adelantar procesos. «Antes de que suban el precio del despido, van a incrementarse las extinciones», señalaba a este medio Alberto Novoa, abogado en RocaJunyent y miembro de Asnala. «A ello habrá que añadir un problema de acceso al contrato de trabajo por la subida del SMI. Es la tormenta perfecta».
Impacto humano
Córdoba añade, además, que endurecer el despido «casi nunca acaba siendo una medida social». «Sí lo es fomentar la creación y el crecimiento de empresas, de su productividad y generar nuevas oportunidades para los trabajadores», sostiene.
El director general de Lukkap subraya que estas reestructuraciones no solo tienen efectos económicos, sino también humanos y organizativos. «Cuidar el impacto humano marca la diferencia», afirma. «Las empresas que cuidan a los que se quedan, que cuidan a los que se van y gestionan bien el cambio dejan de perder 7,7 millones de euros sobre una plantilla de 1.000 trabajadores. Pero hoy son solo dos de cada nueve; las otras siete a veces quedan mucho peor de lo que estaban».