¿Quién es Vicente Fernández? De 'favorito' de María Jesús Montero a socio de Cerdán en Servinabar

El pasado 22 de julio, Vicente Cecilio Fernández Guerrero (Málaga, 1973) se presentó ante la comisión del caso PSOE en el Senado con tiempo de sobra. El expresidente de la SEPI, que respondía en la Cámara Alta tras coger la puerta giratoria que separa la cosa pública de la empresa Servinabar, llegó con algo de antelación. Vestido con un traje gris, camisa blanca y corbata azul de puntos, esgrimió su imputación en el caso Aznalcóllar para no responder a los senadores: «Sintiéndolo mucho, puesto que mi voluntad sería la de colaborar con este Senado y atender a todas las preguntas que ustedes quisieran formularme, en tanto en cuanto continúe con este estatus procesal, me acojo a mi derecho constitucional a no declarar. En cualquier caso, presidente, señores senadores, cesada mi condición procesal de acusado estaré perfectamente a su disposición para responderles a todas las preguntas que ustedes tengan a bien», dijo, con exquisita educación.

Se da la circunstancia de que hace apenas una semana (el pasado viernes), la Audiencia Provincial de Sevilla absolvió a Fernández y a otros 15 acusados por ese supuesto amaño en el concurso que adjudicó a la empresa México-Minorbis la explotación de la mina de Aznalcóllar.

Resuelto este asunto, Fernández estaría en condiciones de comparecer (y responder) ante el Senado si no fuera porque ayer la Guardia Civil le detuvo en el marco de una investigación por desviar comisiones ilegales de contratos públicos. A mayores, tal y como ha publicado este periódico, los investigadores han detectado un incremento patrimonial desaforado desde su llegada al Gobierno.

Pero ¿quién es Vicente Fernández Guerrero? Pues según el currículum que él mismo aportó a la web de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) –entidad que presidió entre los años 2018 y 2019, cuando dimitió por el citado caso Aznalcóllar– Fernández Guerrero es ante todo un jurista experto, circunstancia que seguramente le vendrá bien ante su nueva situación procesal.

Nacido en Málaga, aunque residente la mayor parte de su vida entre Cádiz y Sevilla, se graduó en Derecho por la Universidad de Sevilla en 1996. Más tarde, en 1999, superó las oposiciones al Cuerpo de Letrados de la Junta de Andalucía con el número uno de su promoción, según celebraba la SEPI el día de su nombramiento.

El favorito de Montero

Fernández Guerrero fue prácticamente el primer nombramiento que hizo María Jesús Montero en cuanto se puso al frente del Ministerio de Hacienda tras la moción de censura contra Mariano Rajoy. Pero la afinidad entre ambos es mucho anterior, pues en el año 2016 también lo ascendió a Interventor General de la Junta de Andalucía cuando ella era consejera de Hacienda. Con anterioridad, Fernández Guerrero ocupó otros dos puestos en el Gobierno de Susana Díaz: el de secretario general de Innovación, Industria y Energía de la Consejería de Economía, y el de presidente de la Agencia Andaluza de la Energía.

Tras toda una vida vinculado a la cosa pública, oposición mediante, su dimisión al frente de la SEPI en 2019 lo llevó casi directamente a Servinabar, la empresa-epicentro del caso PSOE y las presuntas mordidas a cambio de obra pública. Según apunta el Diario de Sevilla, Fernández tramitó un permiso en 2021 ante la Oficina de Conflictos de Intereses para poder trabajar en ella porque el régimen de incompatibilidades de los altos cargos le podía afectar. La autorización se hizo efectiva el 19 de mayo de 2021 y permaneció en la compañía hasta 2023.

Aumento patrimonial

Hace apenas un mes, este periódico publicaba una información titulada La UCO acumula pruebas contra el expresidente de la SEPI y sospecha que fue «una muleta» de Cerdán para cobrar los sobornos.

En aquella información Fernández Guerrero negó que el secretario de Organización del PSOE mediase en su fichaje por Servibanar, pero reconoció que trabajó para la constructora con un sueldo de 6.000 euros al mes.

A pesar de estos emolumentos (añadidos a los percibidos en su extensa carrera pública), su patrimonio está bajo investigación por su gran poder de compra en lo que a inmobiliario se refiere. La pieza central, tal y como ha publicado Alejandro Entrambasaguas, es un piso ubicado en Puerta de Hierro (Madrid), adquirido en agosto de 2018, dos meses después del desembarco socialista en la Moncloa y de su llegada a la SEPI por mandato de Montero.

Se trata de una vivienda de gran tamaño que hoy alcanza un valor de mercado de 1,4 millones de euros tanto por la zona en la que está como por su disposición.

Sin embargo, el aumento patrimonial no se quedaría ahí. En el año 2019, Fernández Guerrero sumó un primer paquete de propiedades en la urbanización Jardines de Don Carlos (Marbella). En 2022, ya como empleado de Servinabar, se hizo con una nueva vivienda en Carib Playa (otra vez Marbella) valorada actualmente en 495.000 euros, junto a plazas de garaje y trasteros por un total de 34.000 euros. Ese mismo año compró otra vivienda en Lance de las Cañas, con un valor actualizado de 540.000 euros.

A todas estas propiedades, Fernández Guerrero añadiría, según los investigadores, un chalet pareado en la exclusiva urbanización La Juliana (Sevilla) estimado en 390.000 euros. En mayo de 2025, volvió a comprar en Jardines de Don Carlos otro piso valorado en 495.000 euros y dos plazas de garaje por un total de 67.000 euros.