Los eurodiputados que forman parte de la misión que analiza la inmersión lingüística en Cataluña, han visitado dos centros educativos de El Prat de Llobregat (Barcelona). Y han salido «sorprendidos» por el grado de control que ejerce la Generalitat, teniendo en cuenta que el director general de Centros del departamento de Educación y el inspector de la consejería han estado tutelando esta visita.
De hecho, la mayoría de las preguntas que han lanzado los eurodiputados no se han respondido y en caso contrario, ha sido el propio director general el que se ha encargado de responderlas, al menos, casi todas. Una situación que ha sorprendido especialmente a la presidenta de la delegación, Yana Toom, liberal de Estonia, que ha destacado esa falta de libertad hacia los directores de los centros educativos.
Los eurodiputados visitaban el Centro de Educación Especial Can Rigol, en el que se aplica la inmersión lingüística total; y el Instituto Salvador Dalí, en el que se da el 25% de clases en castellano en un grupo, tras reconocerle la justicia este derecho a los padres que así lo habían solicitado.
Al finalizar la visita, el eurodiputado de Vox, Jorge Buxadé, ha criticado precisamente la presencia de los dos representantes de la Generalitat, que ha calificado de «comisarios políticos del departamento de Educación con el objetivo de controlar lo que hablaban los directores de los centros con la misión».
«Nada que esconder», según el Govern
Y eso que, desde el Govern, han dicho que no tenían «nada que temer» y tampoco «nada que esconder» con la visita de los eurodiputados. Lo aseguraba la portavoz del ejecutivo catalán, Patricia Plaja, que no ha dudado en cargar contra la misión porque «vienen con un discurso manipulado y una idea preestablecida. No quieren conocer el sistema educativo catalán, quieren hacer partidismo de derechas y así lo demuestran con los centros que han escogido visitar». Para Plaja, todo se resume en la «demagogia» y en la «instrumentalización de docentes y niños».
Pero eso sí, la portavoz del Govern ha destacado que, a pesar de esta opinión, la Generalitat siempre «se ha puesto a disposición de la misión» porque «no tiene nada que esconder». Al contrario, ha dicho que es un motivo «de orgullo» poder enseñar a todos «los éxitos del sistema de inmersión lingüística».
Y en línea con otras voces del separatismo, Patricia Plaja, ha criticado a la popular Dolors Montserrat, porque los eurodiputados, instados por el PP y liderados por ella, «no han venido a interesarse por los resultados ni quieren conocer el modelo de escuela catalana, sino que vienen a intentar desacreditar ese modelo». Pero también ha dejado claro que «no se saldrán con la suya».
Antes de la visita a las escuelas, los eurodiputados han mantenido un encuentro con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos, y con el de la Sala del Contencioso, Javier Aguayo. No hay que perder de vista que los tribunales, de forma reiterada, han dado la razón a los padres que pedían más educación en castellano. Y los magistrados han explicado a los diputados sobre las resoluciones que se han dictado respecto al 25% de español y en qué punto están los procedimientos.
También en la jornada de este martes, los eurodiputados se reunirán con representantes de asociaciones de la sociedad civil, como la Fundació Jaume Bofill; y de profesores, como es el caso de Docentes Libres. A media tarde están previstos encuentros con la consejera de Educación, Anna Simó; con el presidente del Consejo Escolar de Cataluña, Jesús Vinyes; con el del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo, Carles Vega, y con la directora de la Alta Inspección de Educación, Josefina Beltrán.