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23 de abril de 2024

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, junto a Pedro Sánchez

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, junto a Pedro SánchezEFE

Albares cancela su visita a Rabat tras el agradecimiento de Mohamed VI a la carta de Sánchez

El ministro de Exteriores, que iba a viajar este viernes a Marruecos, lo hará con el presidente del Gobierno reactivadas las relaciones entre ambos líderes

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, canceló ayer jueves la visita oficial a Rabat que tenía fijada hoy. No obstante, viajará en los próximos días al país vecino, aunque sin fecha concreta, junto con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha sido invitado por el propio Mohamed VI, tal como recoge el comunicado del Gabinete Real marroquí difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos.
El Rey Mohamed VI agradeció la carta enviada el pasado 14 de marzo, en la que aceptaba el plan de autonomía sobre el Sáhara Occidental diseñado por Marruecos, en la conversación telefónica que mantuvo ayer con el jefe del Ejecutivo español, la primera llamada entre ambos líderes desde que se diera a conocer el acuerdo.
Pedro Sánchez lo comunicó en un mensaje compartido a través de su cuenta de Twitter, donde señalaba que España y Marruecos lanzan «una hoja de ruta que consolida la nueva etapa entre dos países vecinos, socios estratégicos«, una etapa, apuntaba, «basada en la transparencia, el respeto mutuo y el cumplimiento de los acuerdos»
Por su parte, el Rey marroquí aludió también a esa nueva etapa «basada en el respeto mutuo, la confianza recíproca, la consulta permanente y la cooperación franca y leal», tal como recogió ayer el comunicado de la Casa Real de Marruecos. Mohamed VI confía en que los gobiernos de ambos países puedan trabajar para llevar a cabo «acciones concretas», con una «hoja de ruta ambiciosa», que abarque, asimismo, «todas las cuestiones de interés común» entre las dos naciones vecinas.
Esa «nueva etapa» parece poner fin a la crisis diplomática entre España y Marruecos que se desencadenó el pasado año tras la acogida en territorio nacional del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, con la consiguiente entrada masiva e irregular de inmigrantes marroquíes en Ceuta los días 17 y 18 de mayo como respuesta del país vecino a lo que percibió como un agravio.
El propio Pedro Sánchez reconocía la pasada semana desde Ceuta que se había llegado a una «situación insostenible» con un «socio estratégico» para España. Justificaba con ello el giro dado a la postura que los Gobiernos españoles venían manteniendo sobre el Sáhara Occidental. Se pasaba de una posición favorable a celebrar un referéndum en la colonia española a ver el plan de Marruecos de 2007 sobre el territorio como «la base más seria, realista y creíble» para resolver el conflicto.
Con este giro histórico han discrepado desde los grupos de la oposición hasta su socio de coalición o los socios habituales del Ejecutivo de Sánchez. Por otra parte, la decisión precipitada del presidente del Gobierno respecto a esta cuestión pudo ser consecuencia del temor a que Marruecos volviera a alentar una nueva entrada masiva de inmigrantes marroquíes como la vivida en mayo.
Reactivadas las relaciones entre ambos países, por el momento no está garantizado que no se repita la avalancha de inmigrantes en Ceuta, Melilla y Canarias, ni que Marruecos vaya a renunciar a su reivindicación sobre la soberanía de Ceuta y Melilla. La invitación del Rey Mohamed VI a Sánchez para visitar el país en los «próximos días» podría dar paso a abordar estas cuestiones.
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