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28 de marzo de 2024

El conde de Atarés y marqués de Perija, Fernando González de Castejón, presuntamente se suicidó tras cometer el crimen

El conde de Atarés y marqués de Perija, Fernando González de Castejón, presuntamente se suicidó tras cometer el crimen

Suceso en la calle Serrano de Madrid  Conmoción en la Milla de oro: «El conde disparaba en el patio interior los fines de semana»

Vecinos y comerciantes muestran su asombro y dolor ante un suceso que nadie se esperaba

La Milla de Oro de Madrid ha amanecido consternada ante el triple homicidio que se produjo este lunes en el número 205 de la calle Serrano. El presunto asesino es un conde y marqués, concretamente el conde de Atarés y marqués de Perija, Fernando González de Castejón. El hallazgo de los cadáveres ocurrió en torno a las 10:20 horas, cuando el portero del edificio y una vecina, la presidenta, vieron uno de los cuerpos «tirado en el suelo y ensangrentado» cerca de la ventana del patio interior del 1º C, lugar donde vivía el conde.
La policía irrumpió en el piso tirando la puerta abajo y entrando con escudos. Allí encontraron los tres cadáveres, el del hombre, su pareja y la otra mujer asesinada. Concretamente, el cadáver del supuesto autor del asesinato se encontraba en el salón del domicilio junto al cuerpo de la víctima más mayor, ambos con herida de bala. A pocos metros, en la cocina, yacía el cadáver de su mujer, que también había sido disparada.
Los vecinos cuentan que, en la madrugada de este lunes se produjo un conflicto que acarreó la drástica muerte de las dos mujeres y posteriormente el suicidio de González de Castejón. El marqués, además de contar con dos títulos nobiliarios, tenía a su nombre dos escopetas, que sobre las 18:30, los agentes de la Policía Nacional sacaron del domicilio en una funda y tapada con paños.
Al parecer, el presunto asesino disponía de abundantes armas en su domicilio

Al parecer, el presunto asesino disponía de abundantes armas en su domicilioManuel Manahén

Además, los mismos vecinos contaron que había recibido «denuncias por violencia de género» y que era «conflictivo en algunas reuniones de vecinos». También han confesado a El Debate que «en el patio interior disparaba sus escopetas durante los fines de semana».
El portero del edificio salió en la tarde del lunes a atender a los medios de comunicación, confesando que en el domicilio vivía el marqués, su mujer y su hija, pero que esta última estaba de viaje. También ha confirmado que al hogar acudía «una chica por la mañana» que ayudaba en las tareas del hogar. Concluyó diciendo que «él no escuchó los disparos», fortaleciendo el testimonio de los vecinos que cuentan que había sucedido de madrugada. Hay que destacar que el trato del marqués con el portero era «bueno y que nunca había tenido algún conflicto con él».
Portero del edificio de la calle Serrano atendiendo a los medios

Portero del edificio de la calle Serrano atendiendo a los mediosManuel Manahen García

Consternación en el barrio

Por su parte, los vecinos de bloques cercanos a Serrano 205 han indicado a El Debate que «están consternados e impactados ante tal suceso, ya que no es una zona de constantes conflictos». Además, han añadido que el hombre no tenía mal aspecto, «solía vestir de forma elegante con chaquetas con galones», «nadie hubiera pensado que un hombre así pudiera actuar de esa manera».
«No te lo puedes esperar, si te dicen 'oye tú crees que esta persona puede hacer esto', tú no te lo acabas de creer», confesaban a nuestro diario.
Que el presunto asesino fuese conde y marqués provocó que numerosos medios se acercaran a la puerta del 205 de Serrano. El séquito de cámaras y micrófonos llamaban la atención a los transeúntes que pasaban y preguntaban qué había sucedido. Tras contar los hechos su respuesta era de conmoción y dolor ante tal barbarie.
Agente cargando el cuerpo de una de las víctimas

Agente cargando el cuerpo de una de las víctimasEFE

El Debate ha podido hablar con alguno de los negocios de alrededor. El más llamativo es la panadería a la que acudía a diario. El dependiente nos ha confesado que «era un hombre educado, amable, correcto, sin ningún problema y una persona muy coherente. Jamás hubiese pensado que le iba a dar esa chaladura y que iba a hacer esas cosas, al contrario, era un hombre educado y dicharachero. Es sorprendente».
También nos ha indicado el dependiente que el conde «acudía a la panadería por separado», pero que nunca había oído algún comentario en contra de su mujer. «Dando una imagen normal, como cualquier matrimonio».

Amante de los animales

Fernando González de Castejón llevaba una vida normal, o esa era la imagen que intentaba dar a los vecinos y comerciantes de alrededor a su casa. Paseaba al perro, compraba el pan a diario, vestía elegante… Lo que no era lógico era su forma de comportarse dentro de su domicilio, disparando las escopetas en el patio interior, teniendo conflictos en las reuniones de vecinos
Agentes sacando el perro y los hámsters del marqués

Agentes sacando el perro y los hámsters del marquésManuel Manahén García

Otra de las facetas más anómalas del conde era los animales con los que convivía. A lo largo de la tarde, la Policía ha sacado un perro y hasta 12 hámsteres, aproximadamente. Por el momento nadie sabe el motivo de por qué el marqués tenía tantos animales.
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