Juanma Moreno Bonilla y Père Aragonés
El laberinto catalán
La Cataluña oficial asiste atónita a cómo Andalucía le disputa el liderazgo económico
El presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, se ha limitado a aplicar una normativa impuesta por Jordi Pujol en su día, que dota a las autonomías de capacidad normativa en materia fiscal
Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, nacido en Barcelona el 1 de mayo de 1970, ya no es profeta en su tierra natal si hacemos caso de como la Cataluña oficial, desde la Generalitat, pasando por los medios de comunicación e incluido, de forma sorprendente, la patronal catalana, se han rasgado las vestiduras ante el anuncio de supresión del impuesto de Patrimonio y el llamamiento a que los contribuyentes catalanes se trasladen a Andalucía e inviertan allí.
La oligarquía catalana asistió atónita a cómo hace tres años la Comunidad de Madrid superaba a Cataluña en aportación al PIB nacional y ahora está estupefacta porque Andalucía se atreve a toserle y se sube a la competición por el liderazgo económico de España. Ante el sorpasso de Madrid en Barcelona no hubo autocrítica alguna, sino excusas como el «efecto capitalidad»; como si Madrid no fuera capital de España desde 1561. Pero lo de Andalucía duele más a las élites catalanas porque ahí no hay excusa. Barcelona decae y Málaga es la perla del Mediterráneo, el Puerto de Barcelona sufre todo tipo de trabas ambientales, mientras el de Algeciras lucha a brazo partido contra el de Tánger.
La batalla de Andalucía por hacerse un hueco en el liderazgo económico nacional no es algo nuevo. Pero hasta esta semana, cuando Juanma Moreno realizó su llamamiento a los empresarios catalanes y anunció la apertura de una oficina para captar inversiones en Barcelona, desde Cataluña se había despreciado a Andalucía como competidor. Aunque las señales de alarma ahí estaban.
El presidente del Partido Porpular, Alberto Núñez Feijóo (d) posa con el presidente de Andalucía, Juanma Moreno (i)
Si bien la Comunidad de Madrid supone hoy el 19,3 % del PIB nacional y Cataluña ocupa el segundo lugar con el 19 %, Andalucía ocupa el tercer cajón del podio y ha recortado la distancia con los dos primeros hasta alcanzar el 13,4 % del Producto Interior Bruto español. Ninguna otra comunidad llega al 10 %.
Más autónomos en Andalucía
La política andaluza en aras de la reactivación económica había dado señales de ir por buen camino ya en 2021, cuando la comunidad del sur superó por primera vez en la historia a Cataluña como comunidad líder en números absolutos en trabajadores autónomos. En enero de 2021 Cataluña contaba con 546.966 cotizantes en el régimen de autónomos por 546.662 en Andalucía. Un año más tarde el ranking había dado la vuelta, y pasó a ser encabezado por Andalucía con 560.817 cotizantes por los 556.478 de Cataluña 556.478.
Cuando las autoridades catalanas dieron un golpe de Estado y declararon la independencia unilateralmente, la mayoría de las miles de empresas catalanas que huyeron de Cataluña optaron por Madrid. Pero en algunos casos, significativos, como Pastas Gallo o la cervecera San Miguel apostaron por mudarse a Córdoba o Málaga. El goteo de empresas que salen de Cataluña no se ha detenido desde 2017 y si bien al principio el segundo destino de las mismas era la Comunidad Valenciana, desde 2021 ese lugar lo pasó a ocupar Andalucía.
Los sediciosos condenados por el 1-O tras salir en libertad
Expertos consultados por El Debate ponen de manifiesto que la capital del Turia no ha sabido aprovechar la oportunidad que le brindaba Cataluña ofreciendo una fiscalidad más atractiva y eso tiene para Valencia un coste de oportunidad importantísimo. De hecho, lejos de ser una comunidad abierta a la llegada de empresas, la Agencia Tributaria Valenciana dice haber abierto 121 expedientes para comprobar si las empresas que se han desplazado a Valencia han realizado un traslado efectivo. Es toda una invitación a que las dos empresas que cada día siguen saliendo de Cataluña opten por otros lugares como Madrid o Andalucía, aunque estén mucho más lejos de Barcelona que Valencia.
Una imagen que ha marcado las calles de Barcelona: protestas de los CDR, vandalismo y detenciones
Todos a por Moreno Bonilla
Desde el anuncio de Moreno Bonilla, realizado el pasado martes, una catarata de ataques y presuntos agravios han caído sobre el presidente andaluz. Pere Aragonès ha exigido a Núñez Feijóo que saque ya «sus manos de Cataluña». ERC está enzarzada en la negociación con los Comunes, la marca de Podemos en Cataluña liderada por Ada Colau, de los presupuestos de la Generalitat para 2023. Y para los republicanos y los neocomunistas de Colau es inimaginable que en Cataluña se aplique alguna medida de alivio fiscal a pesar de ser la Comunidad española que más figuras tributarias propias tiene y la que, según la Fundación Civismo, es la última en la que sus ciudadanos se liberan fiscalmente.
A los ataques de Aragonès se ha sumado, con fuertes golpes dialécticos en su pecho, el consejero de Economía Jaume Giró (Junts per Cataluña), quien en un acto junto al exconsejero condenado por sedición y malversación, Josep Rull, afirmó que «Cataluña no se puede permitir lo que hace Andalucía porque Cataluña es una comunidad que redistribuye su riqueza mientras Andalucía es una Comunidad receptora». Giró culminó su intervención con grandilocuencia: «Es por cosas como esta que nos queremos marchar de España lo antes posible».
La verdad sobre los datos del FLA
Los datos de Giró son falsos, dado que desde la creación del Fondo de Liquidez Autonómica FLA en 2012, y hasta 2021, Cataluña ha sido la comunidad más beneficiada, con un total de 120.727 millones de euros. Andalucía ha recibido en el mismo periodo 52.071 millones. En definitiva, Andalucía ha recibido solo un 43 % de las cantidades entregadas a Cataluña.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, tras la firma del decreto ley de bajada de impuestos
Alejando Esteller, profesor de Economía de la Universidad de Barcelona ha hablado en unas declaraciones a El Punt Diari de «terrorismo fiscal» y el medio de comunicación líder en Cataluña, La Vanguardia, ha editorializo bajo el título «Andalucía se equivoca». En el editorial habla de guerra fiscal. La más sorprendente ha sido la reacción de la patronal catalana, Foment del Treball, que tachó la propuesta de Andalucía de irresponsable, a la vez que rechazó «la guerra entre territorios».
Norma impuesta por Pujol
Andalucía, paradójicamente, para suprimir el impuesto de Patrimonio ha aplicado una normativa resultado de los acuerdos entre Pujol y Artur Mas con Felipe González, Aznar y Rodríguez Zapatero, quienes fueron cediendo capacidad normativa en materia fiscal a las Comunidades Autónomas a cambio del apoyo de los nacionalistas a sus respectivas investiduras o presupuestos generales del Estado. Lo que los nacionalistas no habían previsto es que hubiera alguna autonomía que usara esa capacidad reguladora para bajar impuestos.
Cataluña, con 546 millones de euros, encabeza el ranking nacional de recaudación del impuesto de Patrimonio, un 45 % del total. Frente a la doble imposición a la que tienen que hacer frente los catalanes con más de 800.000 euros de patrimonio, la Comunidad de Madrid eliminó dicho tributo, siguiendo el camino de todos los países de la UE, en 2010. Aunque en muchas ocasiones parece que la migración de empresas de Cataluña hacia el resto de España empezó en 2017 con la doble declaración ilegal de independencia, la realidad es que entre 2010 y 2015 Madrid gano 6.000 contribuyentes. Ese mismo proceso de menor carga fiscal y un padrón más amplio de contribuyentes es el que ahora pone en marcha Andalucía.
Comentarios
