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25 de abril de 2024

Mabi Castro, madre de Milena, en su casa de Guadalajara

La madre de MilenaEl Debate

La madre de Milena: «Es mentira que mi hija fuera prostituta: ella echaba las cartas»

Maby Castro, la madre de la joven asesinada en Madrid hace una semana, ha querido desmentir que su hija fuese una escort y apunta a que el crimen pudo tratarse de una trampa

Maby está destruida, derrotada. Sus ojos se han apagado y solo trasmiten pena, dolor y tristeza. Sobre su jersey un collar de plata con tres espirales que significan pasado, presente y futuro. Tres aspectos del tiempo que al unirlos significan equilibrio, ese que ha abandonado a la madre de Milena desde que hace poco más de una semana, cuando la Policía le llamó para comunicarle que habían localizado a su hija muerta, asesinada.
«No estoy bien. No puedo explicar el dolor que siento, no se puede describir con palabras. Con su muerte me han quitado la vida», explica en el salón de su casa de Guadalajara. Al enorme desconsuelo que implica la perdida antinatural de una hija de tan solo 20 años, se suma que sólo unas horas después de comenzar a llorarla, se difundió la idea de que la joven asesinada ejercía la prostitución.

Demandas para todos

Lo confirmó la delegada del gobierno de Madrid, Mercedes González, en declaraciones a los medios de comunicación: «Se trata de un femicidio. Era una prostituta que había tenido una relación con el cliente. Hechos como estos nos tienen que hacer reaccionar contra la trata y que haya de una vez por todas una ley contra la prostitución».
«No se quién ha empezado esta difamación. Pienso demandar a todos los que hayan dicho que mi hija era prostituta, escort o sugarbaby», apunta Maby. «Mi hija no era nada de eso, lo sé yo que soy su madre. No tenía necesidad de vender su cuerpo, cobraba una pensión y tenía sus ahorros. Mi hija tiraba las cartas e iba a la casa de los clientes que la contrataban. Simplemente se juntó con personas que no eran buenas, que no pertenecían a su entorno y que no iban por el camino de rectitud que caminaba ella. A mi hija es a la que han asesinado y al decir que era prostituta, la están culpando y ella es una víctima».
Según su madre, la mala suerte de Milena comenzó cuando conoció a dos chicas en una discoteca: «Una de ellas no tenía ni documentación y se iba a quedar en poco tiempo en la calle porque no tenía dinero para pagarse el alquiler. Milena por entonces vivía conmigo y me lo comentó. Me pidió que la dejase estar en casa, pero le expliqué que aquí no se podía quedar. Al final, esta chica sacó a mi hija de su entorno natural. Entonces se fue a vivir con ella a Alcalá de Henares. Yo misma le liberé el dinero de una cuenta para que pudiese pagar la fianza que de la casa en la que iban a vivir. Al final, hasta la apartaron de mí. Lograron que se separara de mí. Esta chica no era una buena influencia para mi hija. Además, era Milena la que pagaba todos los gastos. Hasta le compró un vestido a su compañera de piso, y la desagradecida se enfadó porque cuando se lo probó, le quedaba pequeño».

Las sospechas de la madre

No es la única persona a la que señala como origen de los males de Milena. «El chico que denunció su desaparición y que decía que era su novio, ya te digo yo que no lo era», afirma. De hecho, le acusa de no haber acudido ni al funeral ni al entierro. Algo que sí lo hicieron los otros tres novios que ella había tenido. Deja abierta la pregunta: ¿Por qué se ocultó? «Estoy segura», continua, «de que le tendieron una trampa a mi hija para que acudiera a la casa de su presunto asesino. Y por lo que me han dicho ese individuo no hacía las practicas sexuales él solo. Hubo una persona que llevó a mi hija hasta la casa y la engañaron. Cuando Milena descubrió lo que le estaba esperando, estoy segura de que trató de huir, pero ellos se lo impidieron».
Mabi no quiere dar nombres porque cree que puede meter la pata, pero quiere que la Policía Nacional lo investigue hasta el final, caiga quien caiga. Sugiere sin identificar que existía alguien que se aprovechaba de ella y que la utilizó en alguna ocasión. Desea que se haga justicia. Sin embargo, la investigación apunta a que sólo hay una persona directamente vinculada con su muerte: Alfonso Fidel, de 53 años, un hombre divorciado y que padecía una enfermedad terminal. Según los responsables de las pesquisas, fue él quien le golpeó en la cabeza y después la estranguló. Después escribió una nota de suicidio y se ahorcó con su propio cinturón.

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