El presidente del Gobierno realizó este jueves una ofrenda floral en el mausoleo de Mohamed V, en Rabat
Sánchez olvida su ley de memoria democrática y rinde homenaje a Hassan II
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado este jueves una ofrenda floral ante las tumbas de Mohamed V y Hassan II, en Rabat, donde se desplazó este miércoles para asistir, junto a una docena de ministros socialistas, a la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos. Sánchez ha olvidado su ley de memoria histórica y sus proclamas. El pasado día 31 de octubre del pasado año, en un homenaje a víctimas del franquismo, hizo un encendido alegato para denunciar las «vidas rotas por el exilio y la deportación; vidas torturadas por la humillación contra el diferente; vidas mutiladas por la cárcel; vidas y carreras truncadas por la violencia y el rencor de una dictadura». Sin embargo, Sánchez no ha tenido reparo alguno en rendir honores a Hassan II en el mausoleo donde se encuentra su tumba. Su larga etapa como representante de una monarquía absolutista fue altamente cuestionado en materia de derechos humanos por numerosas organizaciones e instituciones.
En esta cumbre no ha estado presente el Monarca marroquí, Mohamed VI, de vacaciones en Gabón, aunque desde el Gobierno español se ha tildado de «histórica» esta cita. No obstante, el jefe del Ejecutivo, acompañado del ministro de Asuntos de Exteriores, ha acudido al mausoleo donde se encuentran las tumbas del abuelo y el padre del actual rey alauita.
El hecho de que haya rendido honores a Hassan II ha llamado la atención como una de sus habituales contradicciones. Sánchez se ha vanagloriado de exhumar a Francisco Franco del Valle de los Caídos. «Una de las cosas por las que pasaré a la Historia es por haber exhumado al dictador de un gran monumento como el que construyó en el Valle de los Caídos». Sin embargo, no ha tenido ningún reparo en rendir honores en el mausoleo donde yace Hassan II.
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Hassan II tomó posesión como jefe del Gobierno y del Estado marroquí en 1962, tras la muerte de su padre, y desde entonces instauró una monarquía absolutista en el territorio, llegando a enfrentarse a dos intentos de golpe de Estado en 1971 y 1972. La represión política que ejerció el rey alauita ha hecho que un período de su reinado se conozcan como los 'años de plomo' de la historia de Marruecos.
De hecho, una delegación de Amnistía Internacional viajó en 1990 al país magrebí y expuso su preocupación a Hassan II «sobre las torturas y desapariciones de oponentes políticos registradas en Marruecos, así como la aplicación de prolongados períodos de detención bajo régimen de incomunicación y la realización de juicios injustos», y le pidió que pusiese fin a «la amplia gama de violaciones de derechos humanos en Marruecos durante muchos años». En el año 2004, más de 20.000 víctimas de la represión del reinado de Hassan II exigieron una reparación
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