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28 de marzo de 2024

Hospital Reina Sofía de Córdoba

Hospital Reina Sofía de CórdobaJunta de Andalucía

Sucesos

Denuncian que el hospital público Reina Sofía de Córdoba se negó a hacer pruebas de sumisión química a una joven

Las amigas de la víctima, que parecía ida y drogada, pidieron por favor que le hicieran un análisis de sangre y orina para poder demostrar la sumisión química: tuvieron que acudir a la Quirón

Tres amigas de Sevilla decidieron pasar un fin de semana en Córdoba para celebrar la despedida de soltera de una de ellas. El plan: salir, bailar y pasarlo bien. Ninguna otra pretensión más allá de ser felices y compartir unas horas de amistad puramente femenina. El pasado sábado por la noche entraron en uno de los locales de moda de la ciudad.
Una de las jóvenes se topó allí con un conocido, al parecer, uno de los dueños del local. Un hombre de unos 54 años. No se habían visto demasiadas veces, pero el hombre se acercó, las saludó y, haciendo gala de su posición, las invitó a tomar unas copas con un amigo suyo. En ese punto, ninguna de las jóvenes de la despedida de soltera sospechó nada. Hasta que pasó algo.
Por la posición en la que estaban colocados cerca de la barra, una de ellas observó cómo, el que había asegurado que era uno de los socios del local, echaba unos polvos blancos en su copa. Así lo confirman fuentes policiales consultadas por El Debate que añaden el siguiente relato: la joven, muy enfadada agarró el vaso y se lo recriminó: «¿Qué me has echado?». Él lo negó con una sonrisa. Entonces la chica acudió a la barra y le dijo a la camarera: «Tu jefe me ha puesto unos polvos blancos en la copa, yo no me la voy a tomar, así cámbiamela y ponme otra, pero que yo lo vea».

«Has drogado a mi amiga»

La camarera desconcertado por la grave acusación le dijo que eso era imposible, pero aún así le sirvió una nueva bebida, probablemente para no tener problemas. La joven regresó con sus amigas que eran por el volumen de la música y el barullo eran ajenas a lo sucedido. A los pocos minutos, la que acabada de cambiar la copa observó que una de sus amigas empezó a parecer ausente: no hablaba y parecía que las piernas no le sujetaban.
La novia se volvió loca y se fue a por el que se había presentado como dueño del Sojo Rivera: «Hijo de p..., has drogado a mi amiga. ¿Qué le has echado en la copa?», le preguntó iracunda, una y otra vez. El hombre avisó a varios miembros de seguridad, que en vez de prestar atención a su acusación, presuntamente la golpearon y arrastraron fuera del local. Mientras, la otra amiga cargaba con la joven drogada por las escaleras para sacarla de la discoteca, porque era incapaz de caminar. Nadie la ayudó. Aunque le explicaron a trabajadores lo que había ocurrido, ninguno activo ningún protocolo de seguridad anti agresión sexual ni nadie llamó a la Policía.
Ya en la calle, las jóvenes llamaron al 091 para denunciar. Los agentes les explicaron que, de inmediato, debían acudir a un centro médico a hacerse unos análisis, antes de que la droga desapareciese del torrente sanguíneo. Las tres jóvenes obedecieron y acudieron al hospital público Reina Sofía de Córdoba. Allí se negaron a atenderlas y a hacerles ningún análisis a pesar del mal estado, evidente, de la joven. Según fuentes policiales, les explicaron que si no iban acompañadas de agentes de la Policía, ellos no podían a realizar ningún tipo de pruebas.

El protocolo de la Junta de Andalucía

Esta negativa a ayudar a una potencial víctima de sumisión química es muy grave y puede acarrear sanciones. El protocolo de actuación ante sumisión química de la Junta de Andalucía aprobado por la Consejería de Salud y Consumo el 15 de agosto de 2022 establece lo siguiente: «Las formas en las que puede presentarse el paciente en triage hospitalario son dos. Una: Acompañado de Policía Nacional o Guardia Civil y facilitarán número de atestado policial. Dos: Solo. En caso de que el paciente acuda solo, hay que informarle de que ha de interponer denuncia para que las muestras a tomar puedan ser analizadas en el Instituto Nacional de Toxicología y hay que llamar al 112 para avisar a Policía Nacional». Es decir, deberían haberlas atendido.
Enfadadas por el rechazo y agobiadas por el estado de su amiga y el paso del tiempo que podía impedirles demostrar lo que había sucedido, volvieron a llamar a la comisaría para pedir asesoramiento. Ellos les animaron a acudir a un centro médico privado: los análisis eran prueba imprescindible. Así hicieron. Acudieron a la Hospital Quirón Salud Córdoba donde las atendieron con toda la amabilidad y les recomendaron que mejor que de sangre, el análisis debía ser de orina. Los resultados no les sorprendieron: había presencia de metabolitos de morfina.
Tras presentar denuncia y aportar el documento médico, los investigadores se han puesto manos a la obra para determinar, con más pruebas que los testimonios de las jóvenes, quién está detrás de esta sumisión química. Ellas señalan a uno de los dueños del local. Lo cierto es que si no hubiesen estado atentas a la maniobra, la situación probablemente habría acabado en agresión sexual. Como en el caso de Dani Alves, las cámaras de seguridad se antojan definitivas.

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