Pedro Sánchez, en un mitin en Castellón
La crónica política
Sánchez cayó en la trampa: la batalla electoral está justo donde Feijóo y Abascal querían
El PP y Vox han conseguido llevar al presidente al terreno de un 28-M en clave nacional, en el que el líder socialista tiene mucho más que perder de lo que puede ganar. Él y sus candidatos
Pedro Arriola, el gurú de Mariano Rajoy –y antes, de José María Aznar–, solía decir que en unas elecciones municipales y autonómicas no hay una sola campaña, sino tantas como municipios, autonomías, diputaciones provinciales y cabildos insulares en juego. Y con toda razón.
En el PSOE parecían tenerlo claro hasta hace unos meses, cuando negaban con rotundidad que este 28M fuese una moción de censura o plebiscito contra Pedro Sánchez, como llegó a augurar Alberto Núñez Feijóo. Ni siquiera una primera vuelta de las generales de diciembre.
Pero, un día, Sánchez decidió que él era el mejor revulsivo posible para movilizar al electorado de izquierdas y retener todas las plazas del PSOE. A partir de ahí, el presidente decidió embarcar en el Falcon y ponerse en la primera línea de una batalla electoral en la que se suponía que iba a tener un papel secundario, por el bien de sus candidatos.
Cayó en la trampa. El PP y Vox han conseguido llevar a Sánchez al terreno que querían, aprovechando que no es un político que rehúya los desafíos ni al que le guste ceder el protagonismo: el terreno de un 28M en clave nacional, en el que el socialista y sus candidatos tienen mucho más que perder de lo que pueden ganar. Porque, en el mejor de los casos, su partido se limitará a aguantar, apretando los dientes hasta que esté contado el último voto.
El gran objetivo de los socialistas en estas elecciones es conservar la Comunidad Valenciana y el Ayuntamiento de Sevilla, y eso dice mucho del estado de salud de un partido que hace cuatro años fue la primera fuerza política en la Comunidad de Madrid, Aragón, Asturias, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Baleares y Canarias. Y que, en la urna de las municipales, sacó al PP una ventaja de siete puntos y 1,6 millones de votos.
En Navarra, el PSN no fue primera fuerza entonces ni tampoco se prevé que lo sea ahora (UPN lleva la delantera), pero todo apunta a que la socialista María Chivite podrá seguir gobernando gracias a Bildu. El partido de Arnaldo Otegi ha entrado como elefante en cacharrería en la campaña electoral del PSOE, para recordar a los votantes quiénes son los socios indispensables de Sánchez. La inclusión de 44 etarras en las listas de los herederos de Batasuna son un corolario más poderoso aún que el famoso eslogan «Que te vote Txapote».
El partido de Arnaldo Otegi ha entrado como elefante en cacharrería en la campaña electoral del PSOE
El jueves, en el arranque de la campaña, Otegi se empeñó en echar una mano al cuello de Sánchez, dejando muy claro de qué lado está. O de qué lado no está: «Les digo a los Ayusos, Adaneros, Sayas y Feijóos: nosotros y nosotras vamos a ser decisivos en muchos ámbitos. Si de nosotros depende, ustedes no van a gobernar una sola institución en Euskal Herria, ninguna», afirmó.
Arnaldo Otegi, en el arranque de la campaña electoral
En ese comienzo oficial, con Sánchez de viaje en Washington, el Gobierno se multiplicó para llegar a todos los rincones de la campaña del PSOE: Nadia Calviño estuvo en Valencia; María Jesús Montero y Miquel Iceta, en Barcelona; Teresa Ribera, en Madrid; Pilar Alegría, en Zaragoza; Diana Morant, en Castellón; Isabel Rodríguez, en Ciudad Real; Raquel Sánchez, en Málaga; Fernando Grande-Marlaska, en Elche; Margarita Robles, en Valladolid; José Manuel Miñones, en Santiago de Compostela; y Pilar Llop, en Sevilla.
Todos ellos habían participado horas antes en un Consejo de Ministros que supuso un manguerazo de 2.190 millones de euros para el sector agrario, con una doble intención: contener la fuga de voto rural del PSOE y frenar el empuje de Vox en el campo. Porque en Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Baleares y Extremadura (sobre todo, aunque no solo) la fuerza de los de Santiago Abascal determinará en buena medida que pueda haber vuelco o no.
¿Se arrepentirá?
¿Ha sido Sánchez inteligente aceptando el marco nacional que el PP y Vox plantearon desde el comienzo para estas elecciones? «Está claro que ha pretendido retomar cierta iniciativa desde el Consejo de Ministros. Pero cuidado, porque esos mensajes que están lanzando sobre el problema de la vivienda o del agua pueden ser contraproducentes para los candidatos del PSOE», opina José Miguel Silva, director de análisis en Target Point y Electocracia. «Poniendo el foco en esos temas estás metiendo el problema en casa de Ximo Puig o de Guillermo Fenández Vara, porque rápidamente la gente va a preguntarse qué están haciendo al respecto sus gestores», añade, en la misma línea, la directora de Comunicación de GAD3, María Martín.
Ello aderezado con la campaña de Sánchez contra Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno. A la presidenta madrileña la ha llevado esta semana ante el Tribunal Constitucional por aprobar –en febrero– una ley que, en los casos de discapacitados, determina que la eutanasia requerirá la autorización de un juez.
Recurso de inconstitucionalidad
Sánchez se obceca y lleva a Ayuso al Constitucional por torpedear su ley de eutanasia
En paralelo, la cruzada del presidente contra la ley sobre los regadíos en Doñana ha provocado efectos colaterales al PSOE en toda Huelva. Hasta hace semanas, las encuestas pronosticaban que Huelva y Sevilla se mantendrían fieles al PSOE, mientras que el resto de Andalucía se teñiría de azul PP la noche del domingo 28 de mayo. Ahora, ni eso.
«Sánchez ha ido a disputar la bandera de la gestión, porque los datos económicos le están acompañando. Pero en las dos próximas semanas tiene un campo de minas por delante. Y lo más importante será que no cometa errores no forzados», sostiene el director general de Metroscopia, Andrés Medina.
En cualquier caso, el presidente siempre tiene preparada una salida de emergencia. Después de las elecciones andaluzas de junio de 2022, en las que Moreno obtuvo mayoría absoluta, convocó el Debate sobre el Estado de la Nación, anunció el impuesto extraordinario a la banca y a las empresas del sector energético y explotó su perfil internacional como anfitrión de la Cumbre de la OTAN en Madrid. Después de las elecciones madrileñas de mayo de 2021, indultó a nueve condenados por el procés y acometió la mayor remodelación de su Gobierno hasta la fecha. Se abren las apuestas.
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