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19 de mayo de 2024

Cuchillo

La Policía encontró el cuchillo de 23 centímetros y mando de metal.©GTRESONLINE

Secuestra con un cuchillo durante seis horas a su novia y a la madre porque cree que le ha sido infiel

La novia tuvo que ser ingresada en la UCI del hospital debido a la gravedad de las heridas que tenía por medio cuerpo

El cuchillo medía 23 centímetros. Mango de acero inoxidable y la hoja de un solo filo y punzante. Es el que utilizó un joven llamado Mihai para amenazar y secuestrar a su novia, Rosa María, 39 años, y a su suegra, Manuela, de 56 años: «Sobre las tres de la tarde yo estaba viendo 'En Boca de Todos' en Cuatro. En ese momento ha salido de la habitación mi hija con su novio. Mihai la llevaba agarrada por el cuello. Le apretaba muy fuerte y estaba muy agresivo. Me ha mirado y me ha preguntado: '¿Cómo se llama el tío con el que me está engañando tu hija?'».
La escena no podía ser más surrealista. La mujer le responde que su hija es fiel y que no le estaba engañando, «pero él estaba muy nervioso», continúa Manuela relatando. «Me ha ordenado: 'Dame su móvil y el tuyo que quiero comprobar a ver si habla con algún hombre'. Mientras iba a cogerlos, él, sin soltar del cuello a mi hija, ha ido a la cocina a por un cuchillo. Ha vuelto al salón y se ha sentado en el sofá».
Es entonces cuando comienza la parte más dura de la situación. «Dime con quién te estás acostando, ¿con quién me estás poniendo los cuernos, zorra?», preguntaba a su novia Mihai al tiempo que la amenazaba con el cuchillo. Como Rosa María le contestaba que todo era fruto de sus celos y de su mala cabeza, Mihai, enrabietado, le hace varios cortes en la mano.
La joven llora y chilla. Está muy asustada. La madre le pide que pare, que no le siga haciendo daño y que la deje en paz, pero el joven hace oídos sordos. Manuela también amenaza con llamar a la Policía. «Si se te ocurre avisar a alguien, mato a tu hija aquí mismo». A Manuela se le ocurrió pedir ir al baño para, al quedarse sola, pedir ayuda, «pero me obligó a hacer las necesidades delante de él, para no perderme de vista».
Mihai quería quedarse a solas con su novia para seguirla interrogando. Encerró a su suegra Manuela en su habitación y le prometió la muerte para su hija si avisaba alguien. «Le vi cómo con el cuchillo en la mano obligaba a mi hija a ducharse y luego se encerraba en la habitación». ¿Y qué pasaba en el interior de ese cuarto?
«Me tuvo tirada en la cama desde poco después de las tres de la tarde hasta las nueve de la noche», explica Rosa María. Sobre esa hora, Pedro, 30 años, el nieto de Manuela e hijo de Rosa María, comenzó a timbrar la puerta. Él sabía que su madre y su abuela estaban dentro, pero ni le abrían ni respondían a sus gritos. Supo que estaba pasando algo. «Trepé por una bajante de agua y salté al balcón de la vivienda», explica el intrépido joven. Entró en la casa y su abuela le explicó qué estaba pasando: «Mihai tiene secuestrada a tu madre. Tiene un cuchillo». El joven no se lo pensó dos veces y entró en la habitación para defender a su madre. Mientras, la abuela huía a la calle para pedir ayuda.
«He visto a mi hijo entrar de repente» , cuenta Rosa María, «y forcejear con Mihai. He aprovechado para salir corriendo y huir porque estaba muy nerviosa». Con toda la lógica. La mujer tenía cortes que sangraban en el cuello (dos), en el tórax, en el brazo derecho, en la mano izquierda (tres) y en el dedo índice de la mano derecha. Mientras, Pedro seguía luchando: «Al entrar he visto a Mihai apuñalando a mi madre. Me he lanzado sobre él por la espalda. Le he enganchado por el cuello y le he hecho la técnica del Mataleón (tratar de quitarle el oxígeno para desmayarlo). Le he separado de mi madre y así he logrado arrebatarle el cuchillo. Como no paraba de tratar de agredirme, le he apuñalado en el cuádriceps de la pierna izquierda».
Los agentes de la policía se presentan enseguida, avisados por la abuela. Son ellos los que le salvan la vida a Rosa María aplicándole los primeros auxilios y también a Mihai, que sangra abundantemente. Los servicios sanitarios los trasladan al hospital de la Virgen de la Arrixaca, en Murcia. Después hicieron un registro de la casa. El suelo estaba empapado en sangre. Y en la habitación en la que había estado secuestrada Rosa María encontraron el cuchillo de 23 centímetros y mando de metal.

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