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20 de mayo de 2024

El Rey junto a Pedro Sánchez, este martes en la Zarzuela

El Rey junto a Pedro Sánchez, este martes en la ZarzuelaEFE

Tensión máxima

Sánchez mete al Rey en la pugna política y le obliga a elegir entre Feijóo y él

El presidente en funciones anuncia a Felipe VI su disposición a presentarse a la investidura, a pesar de que hasta este lunes los socialistas decían que no iba a darse «codazos» con el líder del PP

Pedro Sánchez ha dado un giro inesperado al guion de la ronda de consultas iniciada por el Rey para designar un candidato a la investidura, arrastrando al jefe del Estado por el barrizal político.
El presidente del Gobierno en funciones ha anunciado a Felipe VI su disposición a asumir «tal responsabilidad», cuando el mensaje que salía de la Moncloa y Ferraz hasta este lunes era que Sánchez no iba a darse «codazos» con Alberto Núñez Feijóo por ser designado candidato. Es decir: que a los socialistas no les importaba que Feijóo fuera el primero a una «investidura fake» -así la venían denominando-. Y que, por tanto, de momento no iba a dar un paso al frente.
«Hay una evidencia: solamente hay una mayoría parlamentaria posible, no hay otra alternativa que reeditar un Gobierno de progreso», ha afirmado el presidente en funciones en una breve rueda de prensa en la Moncloa. Durante la misma ha destacado que el PP no tiene «ni los votos ni los escaños» y que sus esfuerzos de estas semanas han sido «perfectamente legítimos pero baldíos».
La maniobra in extremis de Sánchez pone las cosas mucho más complicadas a Felipe VI, puesto que ahora el monarca tendrá que decantarse por uno de los dos candidatos y descartar al otro. Y, aunque tanto el PSOE como el PP han adelantado que respetarán su decisión sea cual sea, es obvio que o Feijóo o Sánchez saldrán desautorizados y perjudicados.
De un lado está Feijóo, que ganó las elecciones y ha reivindicado su derecho a presentarse a la investidura desde el primer momento. Él tiene 172 síes asegurados, después de que este martes por la mañana Santiago Abascal confirmara al Rey que sus diputados votarían al candidato del PP en una hipotética investidura. Más el del diputado de UPN y el de Coalición Canaria. Pero ni uno más de 172, dada la negativa del PNV a apoyar al popular.
Del otro lado está Sánchez, con toda la negociación por hacer. Además, cuatro de sus potenciales apoyos, ERC, Bildu, el BNG y Junts, ni siquiera han acudido a la ronda de consultas, de manera que el jefe del Estado no sabe de primera mano sus opiniones. Ni sus intenciones. Y su socia, Yolanda Díaz, reconoció el lunes que el PSOE y Sumar están «muy alejados» en cuanto a la negociación programática, aunque a renglón seguido añadiera: «Pero soy optimista».
El propio Sánchez ha asegurado que hablar del «proceso de negociación» es «prematuro», pero ha presumido de que sus expectativas de apoyos y las de su rival son bien distintas: Feijóo «tiene un techo y nosotros partimos de un suelo», según el candidato del PSOE.
Éste tampoco ha querido concretar, siquiera, si una ley de amnistía como la que reclama el independentismo cabe en la Constitución. «El diálogo es el método, la Constitución es el marco. No me corresponde a mí decir qué es o no constitucional, para eso tenemos al Tribunal Constitucional», ha contestado. Un TC presidido por Cándido Conde-Pumpido y con una contundente mayoría de izquierdas, de siete a cuatro magistrados.
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