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Varios inmigrantes ilegales magrebíes, a bordo de una patrullera de la Guardia Civil

Varios inmigrantes ilegales magrebíes, a bordo de una patrullera de la Guardia CivilEFE / Miguel Paquet

Inmigración

Se dispara la llegada de ilegales desde Argelia, que rechaza retomar las relaciones con España

La ruta mediterránea gana peso respecto a la canaria tras el giro de 180º de Pedro Sánchez respecto al Sáhara Occidental y las nuevas relaciones con Marruecos

Los datos son incontrovertibles: la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Argelia y España ha disparado la llegada de inmigrantes ilegales a la Península y Baleares, en la llamada ruta del Mediterráneo. El país magrebí suspendió su tratado de amistad como consecuencia del giro de 180º efectuado por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, respecto a la posición diplomática española del Sáhara Occidental.

Una de las respuestas del país presidido por Abdelmadjid Tebboune es que éste ha aflojado de manera considerable el cerco a la inmigración ilegal, como se constata a través del continuo flujo de pateras que arriban a las costas del Levante y de las Islas Baleares, especialmente durante los meses de verano, en los que es más cómodo navegar.

Entre el 1 de enero y el 15 de agosto de este año, llegaron por vía marítima tanto a la Península como a Baleares 8.068 inmigrantes irregulares a bordo de 634 embarcaciones, según los datos del Ministerio del Interior que no especifica el país, si bien se corresponde tanto a Argelia como a Marruecos. Esta cantidad supone un 37,1 % más que durante el mismo periodo de 2022, cuando llegaron a nuestras playas 5.885 personas viajando en 581 pateras.

El goteo es incesante. Este mismo viernes, Salvamento Marítimo recogió a 13 migrantes de una patera cerca de Cabrera, al sur de Mallorca, uno de ellos ya sin vida y todos de origen magrebí. Solo en Baleares, han llegado en lo que llevamos de año 917 inmigrantes a bordo de 53 cayucos.

Según los datos de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), hasta el mes de julio, llegaron a España a través de la ruta del Mediterráneo 6.811 personas, de las cuales 3.834 eran marroquíes, 1.732, argelinas, 302, de nacionalidad desconocida, 220, guineanas y 174, sirias.

Este repunte contrasta con el descenso de las llegadas a Canarias, a través de la ruta desde el Sáhara. Este año han llegado 9.864 personas en 188 pateras y el año pasado, durante los ocho primeros meses del año fueron 10.347 en 229 embarcaciones, según los datos del Departamento encabezado por Fernando Grande-Marlaska, que reflejan que la llegada de inmigrantes ilegales en total respecto al mismo periodo del año 2022 en 598 personas, hasta las 18.745.

Relaciones «estancadas»

El nombramiento de Ahmed Attaf como nuevo ministro de Exteriores, el pasado mes de marzo, no ha traído consigo una mejora en las relaciones bilaterales entre España y un país llamado a ser un socio estratégico. Attaf se pronunciaba esta misma semana por primera vez desde que accedió al cargo sobre la ennegrecida situación diplomática para afirmar que las relaciones estaban «estancadas».

Preguntado en una rueda de prensa por un posible cambio de rumbo, el ministro no explicó que no veía posible un acercamiento, dado que seguían vigentes las mismas razones que condujeron a que el país norteafricano llamara en marzo del año pasado a consultas a su embajador en España y, dos meses más tarde, a romper el Tratado de Amistad con España, que llevaba en vigor dos décadas.

Una ruptura producida por la carta enviada por el Gobierno de Sánchez que tiene, a día de hoy, más luces que sombras y que el Ejecutivo todavía no ha explicado. El visto bueno al plan de Marruecos para anexionarse la excolonia española y convertirla en un territorio autónomo cambió la postura diplomática española sostenida durante cuatro décadas y bajo la sospecha de que el motivo fue el espionaje realizado a través del programa israelí Pegasus.

Grave daño económico

Además de las creciente inmigración ilegal desde Argelia, con las consecuencias tanto humanitarias como para la seguridad que ello supone, a nivel económico ha supuesto un duro golpe para el empresariado español. Los datos del Ministerio de Industria y Comercio reflejan que las exportaciones a Argelia cayeron un 45,9 % en 2022 con respecto al año anterior 2021: de los 1.888 millones de euros a 1.021 millones. El año 2023 no comenzó ni de lejos de mejor manera. Según cifras recabadas por Europa Press, durante el primer trimestre solamente se habían realizado exportaciones por valor de 30,2 millones de euros, por los 472,9 millones del mismo periodo el año precedente, un 93,6 % menos.
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