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27 de abril de 2024

Alberto Núñez Feijóo, aplaudido por sus diputados

Alberto Núñez Feijóo, aplaudido por sus diputadosEFE

Dos días intensos

Feijóo pierde la primera votación pero gana el relato a Sánchez: «Quien calla otorga»

«Este debate ha valido la pena. Nos hemos retratado todos, con nuestras palabras y con nuestros silencios», concluye el popular. El marcador acaba como se preveía: 172 a favor y 178 en contra

Pasó lo que estaba previsto. Alberto Núñez Feijóo perdió este miércoles la primera votación de su investidura, que debía ganar por mayoría absoluta para prosperar. El marcador final arrojó 172 votos a favor del PP, Vox, Coalición Canaria y UPN y 178 en contra, los del PSOE y todos sus socios. Presentes o futuros, en el caso de Junts.
El presidente del PP consideraba que someterse a la investidura era un trámite ineludible. Un derecho, como ganador de las elecciones; pero también una obligación, la contraída con sus más de 11 millones de votantes (los de las formaciones que están detrás de él).
Los populares terminan esta doble sesión, que tendrá continuación ya el viernes, con buen sabor de boca. Satisfechos con la actuación de su líder, que el martes fue capaz de reponerse y resetear el debate que tenía previsto; cuando se dio cuenta de Sánchez no iba a darle la réplica. «Este debate ha valido la pena. Nos hemos retratado todos, con nuestras palabras y con nuestros silencios», señaló Feijóo en su última intervención.
El presidente del Gobierno en funciones estuvo en su escaño toda la primera jornada, divirtiéndose -como toda la bancada del PSOE- con las marrullerías de Óscar Puente. Sin embargo, en la segunda se ausentó durante más de la mitad del debate, recluido en la zona del Congreso reservada al Gobierno.
En el PP consideran que Sánchez ha quedado retratado como un «cobarde» por no haber querido debatir con Feijóo sobre la amnistía. Y que su silencio es más elocuente que cualquier palabra. No obstante, tanto Sumar, como Junts, ERC y hasta el PNV, sí han hablado en el atril del primer peaje puesto por el independentismo catalán al líder socialista.
Ellos y, desde el Parlamento de Cataluña, también Pere Aragonès. Durante el debate de política general en Cataluña, que se ha celebrado en paralelo a la investidura de Feijóo, el presidente de la Generalitat ha apretado más a Sánchez y le ha exigido que «se comprometa» para sentar las bases de una consulta futura.
«El penúltimo capítulo será el referéndum de autodeterminación. Dirán que es una exageración del PP, pero pronto lo veremos. Dijeron lo mismo de los indultos y la amnistía», alertó la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra.
El debate de estos dos días ha provocado efectos distintos en las filas del PSOE y de Sumar. La bancada socialista se ha mostrado monolítica, alejando la más mínima posibilidad de cualquier deserción. Puente fue capaz de enfervorecer a sus compañeros cuando se dirigió a los populares para decirles: «Pierdan toda esperanza de quebrar a este PSOE (…). No pierdan el tiempo buscando disidentes o traidores y paseándolos por las tertulias. Ninguno es representativo de este PSOE».
Por el contrario, en la bancada de Yolanda Díaz se han evidenciado aún más las tensiones entre Podemos y el resto, azuzadas por Feijóo. Que, durante su intervención de este miércoles, recordó a Sánchez que jamás habría sido presidente sin Podemos. Una afirmación ante la que Irene Montero asintió desde su escaño. Podemos pidió a Díaz que le dejara intervenir el martes, pero ésta no lo hizo.
El debate también ha puesto de manifiesto que el PP y Vox tendrán una relación distinta y mejor durante esta legislatura. Y, en el lado contrario, las fortísimas desavenencias entre ERC y Junts; y entre Bildu y el PNV.
«Quiero poner en valor el respeto de casi todos», señaló Feijóo en su última intervención. «Pero digo casi todos porque uno no lo ha hecho. Ha preferido escapar para no decir la verdad sobre sus negociaciones. Quien calla otorga. Y veremos la intensidad de su silencio y la intensidad de lo que otorga», añadió, en alusión a Pedro Sánchez. Y concluyó con tres palabras, en medio del aplauso general de su bancada: «Igualdad, libertad y dignidad».
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