Exclusiva
El jefe de gabinete de Montero se compró un chalet en Cádiz aportando dinero «ajeno al matrimonio» tras hablar con Aldama
El Debate publica hoy en exclusiva los detalles de una operación inmobiliaria que Carlos Moreno llevó a cabo después de reunirse con el empresario
Carlos Moreno, jefe de gabinete de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se compró un chalet en Cádiz justo después de pedir ayuda al empresario Víctor de Aldama para invertir en bienes inmuebles. Tal y como ha podido saber El Debate en exclusiva, Moreno aportó dinero «ajeno al matrimonio» para la adquisición de la vivienda. Por su parte, Montero ha acabado reconociendo que su mano derecha se reunió hasta en cuatro ocasiones con el empresario a pesar de que durante varios días afirmó que no se conocían de nada. Ahora sostiene que «los ministerios tienen que tener contactos con empresarios para ayudar».
El 'número dos' de Montero se compró la casa el 22 de marzo de 2024. Es decir, después de las reuniones que mantuvo con Aldama en busca de oportunidades inmobiliarias. La vivienda, que se encuentra en el casco histórico del municipio gaditano de San Roque, está dividida en dos plantas que constan de recibidor, salón-comedor, cocina, tres dormitorios, dos baños, terraza, un amplio patio andaluz y garaje. Este periódico ha tenido acceso a documentos de la compraventa en los que figura que Moreno, a pesar de estar casado en régimen de bienes gananciales, declaró ante notario que parte de los fondos que usaba para la operación, no formaban parte del matrimonio.
La fórmula que Moreno usó para adquirir la vivienda se denomina «privativo por confesión». Es decir, que si bien la casa se ha comprado durante el matrimonio, el jefe de gabinete de la ministra de Hacienda declara que el dinero que él usa para llevar a cabo la operación es exclusivamente suyo. Un notario explica a El Debate que al hacerlo de esta manera, el cónyuge ha tenido que aceptar y confirmar esta declaración, de ahí la denominación «por confesión», y que en base a casos con los que se ha encontrado, en muchas ocasiones el hecho de usar este régimen específico en lugar de optar por el más común puede ser visto como un intento de justificar el uso de dinero difícil de rastrear.
Moreno pidió una hipoteca de 135.000 euros para la compra del chalet. Una cifra que personas que conocieron los pormenores de la operación tachan de «llamativamente sorpresiva» porque, en realidad, el precio de esa casa ronda los 300.000 euros. Esto es, más del doble que los fondos que solicitó al banco.
Las pruebas que Aldama aportó al Tribunal Supremo incluyen anotaciones sobre su relación con Moreno. En concreto, la documentación refleja que la mano derecha de la vicepresidenta del Gobierno «solicitó al señor De Aldama que le facilitara oportunidades de inmuebles porque quería adquirir uno con su pareja». A partir de ese momento, según el relato del empresario, comenzó una «relación de interés». Posteriormente, Aldama entregó a Moreno 25.000 euros a través de Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos, como mordida por haber logrado aplazar una deuda que la Agencia Tributaria reclamaba a una de sus empresas.
La casa, casualmente, está a tan sólo diez minutos en coche del chalet de la urbanización La Alcaidesa que la trama que investiga la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha acreditado que fue alquilada para el disfrute del exministro José Luis Ábalos. Aldama, en su declaración ante el magistrado Ismael Moreno, explicó que Ábalos le pidió que la vivienda estuviera amueblada y que contara con un piano porque su hija daba clases de música. Ábalos, que declara este jueves en el Supremo, será preguntado por el uso de esta vivienda y también por el piso de 1,9 millones ubicado en el Paseo de la Castellana de Madrid que pactó con Aldama a cambio de adjudicaciones del Ministerio de Transportes.
La mano en el fuego
La ministra Montero confesó este domingo en una entrevista que Moreno se había reunido hasta en cuatro ocasiones con el empresario. La titular de Hacienda justifica los encuentros de su ‘número dos’ con el empresario porque, según su criterio, el Ejecutivo tiene que tener contactos con las compañías para ayudarlas. «El Gobierno tiene contactos frecuentes con las empresas. ¿Qué gobierno cierra las puertas a que las empresas puedan trasladar desde su preocupación a sus perspectivas de crecimiento? Eso pasa todos los días y cada día y tiene que seguir siendo así», aseguró.
Tras la declaración de Aldama que motivó su salida de prisión, donde mencionó los contactos con el ‘número dos’ de Hacienda, Montero dijo que se trataba de «mentiras dirigidas a personas honorables». Seguidamente afirmó que su jefe de gabinete cuenta con su «plena confianza porque es un magnífico servidor público» y que, por ese motivo, «pongo la mano en el fuego por él». «Es una barbaridad que le hayan mencionado», dijo en referencia a las reuniones que Aldama detalló que había tenido con él. Dos semanas después, la vicepresidenta se ha desdicho de estas afirmaciones.
Por su parte, Moreno guarda silencio. Tras ser contactado por este periódico para conocer su versión de los hechos no ha querido responder. «No hago declaraciones a los medios», ha dicho. Las agendas de Koldo, que están siendo analizadas minuciosamente por la UCO, también revelan contactos con Moreno. El primero fue el 18 de diciembre de 2019. También se vieron, por ejemplo, el 1 y el 14 de septiembre y el 22 de octubre de 2020 y el 6 de mayo de 2021, justo antes de que Ábalos fuera destituido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
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