Investigación
Los hechos que desmontan la denuncia de Ábalos contra la Guardia Civil: ni le siguieron ni abrieron sus cartas
El exministro José Luis Ábalos ha presentado una denuncia ante la Fiscalía contra los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investigan la trama de cobro de comisiones ilegales que investiga el Tribunal Supremo. Ábalos esgrime que los investigadores le sometieron a un seguimiento policial y que requisaron su correspondencia privada sin autorización judicial y siendo aforado. En cambio, tal y como ha podido saber El Debate, estos hechos no tuvieron lugar en ningún momento. La estrategia del exministro pasa por alegar supuestos fallos policiales que no se dieron para, de esta manera, anular la causa.
Concretamente, el que fuera ministro de Transportes acusa a los agentes de haber desplegado un operativo de seguimiento para registrar sus movimientos durante los meses que estuvieron investigando a los miembros de la red. Sin embargo, esto no fue así. Los hechos a los que hace referencia Ábalos ocurrieron en noviembre del año pasado. Los agentes de la UCO tenían pinchado los móviles de Koldo García, su asesor, y a su hermano, Joseba García, ambos imputados en la causa. El 3 de noviembre de 2023, los agentes escucharon cómo Koldo le dijo a Joseba que tenía que viajar a Valencia para entregar unos papeles que le habían dado para «José».
El asesor de Ábalos dejó la documentación en el interior de un sobre que dejó en una furgoneta de su propiedad. Al día siguiente, su hermano se montó en el vehículo y puso rumbo a Valencia. En ese momento, una unidad del Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil montó un falso dispositivo de control de vehículos y personas para poder parar el coche y verificar qué había en el interior del sobre. Los agentes inmovilizaron el vehículo y revisaron los papeles sin que Joseba sospechara nada. De hecho, en una conversación que también estaba siendo escuchada por los investigadores, le dijo a Koldo que creía que le habían parado «por las placas de matrícula de otro vehículo que utilizarían cuando ponen remolque».
Los agentes pudieron fotografiar las hojas del sobre, en cuyo exterior en ningún caso figuraba el nombre de Ábalos. En su interior había varios documentos, siendo el más relevante una respuesta del Ministerio de Transportes al Portal de Transparencia sobre las adjudicaciones a la empresa Soluciones de Gestión, sobre las que se desviaron fondos para el pago de mordidas. En ese momento, la Fiscalía Anticorrupción estaba investigando a la compañía y de ahí el interés de Ábalos por saber qué información se estaba dando sobre el asunto.
Una investigación «inmaculada»
Por lo tanto, la primera acusación del exministro contra los agentes se cae, ya que no se trataba de correspondencia privada. El segundo punto que alega el exministro es que fue sometido a un seguimiento policial sin que hubiera una autorización judicial para ello y que, para más inri, él contaba con el aforamiento al ser diputado en el Congreso de los Diputados. De nuevo, se trata de una acusación sin fundamento, ya que este extremo tampoco tuvo lugar.
Al finalizar el falso control de tráfico, un grupo de agentes continuó siguiendo el coche de Joseba, que aparcó frente al domicilio de Ábalos, ubicado en una calle céntrica de Valencia. Se bajó de la furgoneta con el sobre y observaron cómo accedía al portal de la vivienda, saliendo minutos más tarde de ella sin los documentos. Seguidamente, salió el exministro con el sobre y los agentes, que se encontraban allí siguiendo a Joseba, fotografiaron a Ábalos con el sobre. Es decir, que el exministro aparece en los seguimientos no porque los agentes lo estuvieran monitorizando a él sino porque uno de los investigados se reunió con él. De hecho, Ábalos, tras salir del portal se subió a su coche y los agentes finalizaron en ese momento el operativo.
Fuentes del Departamento Jurídico de la Guardia Civil trasladan a El Debate que la investigación fue «inmaculada». La denuncia del exministro aflora va a ser a partir de ahora su estrategia de defensa: buscar posibles errores policiales o judiciales para pedir el archivo de las actuaciones por defectos procesales. Esta denuncia de Ábalos ante la Fiscalía se produce justo después de que el magistrado Leopoldo Puente, del Tribunal Supremo, acordase solicitar el suplicatorio al Congreso para imputar formalmente al exministro por los delitos de organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación.
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