Condenados dos marroquíes fugados del avión patera de Palma, aunque no deberán volver a la cárcel

Dos jóvenes pasajeros del avión que en noviembre de 2021 aterrizó de forma forzosa en el aeropuerto de Palma con la finalidad de que algunos de sus ocupantes pudieran entrar a España de forma irregular han aceptado penas mínimas de prisión que ya cumplieron de forma provisional, por lo que no deberán regresar a la cárcel.

Las partes han llegado este lunes a un acuerdo de conformidad en la vista previa celebrada en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma, donde estaban citados después de no comparecer en el primer señalamiento del pasado diciembre.

Estas 2 condenas se suman a las de otros 17 acusados, quienes aceptaron penas de prisión y el pago de diversas multas por los delitos de sedición aérea, maltrato y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Todos ellos ya habían cumplido las condenas de forma provisional y tampoco ingresaron en la cárcel.

Ambos se han declarado culpables de delitos de sedición aérea y maltrato este lunes tras comparecer ante el tribunal. Uno ha sido condenado a 14 meses y dos días de prisión y el otro, a seis meses y siete días.

Estas penas coinciden con el tiempo que pasaron en prisión provisional, por lo que ya han cumplido su condena y no deberán regresar a la cárcel.

Los dos acusados, ambos de 23 años y nacionalidad marroquí, también han aceptado pagar una multa de cuatro euros durante un tiempo de cuarenta días, lo que asciende a 160 euros.

Aterrizaje por una supuesta emergencia médica

Los hechos delictivos se remontan al 5 de noviembre de 2021, cuando un avión de Air Arabia que cubría la ruta Marruecos-Turquía realizó un aterrizaje de emergencia en Palma por una supuesta urgencia médica de un pasajero.

Cuando las puertas del avión se encontraban abiertas, una veintena de jóvenes aprovecharon para salir corriendo por las pistas, obligando a paralizar la operativa del aeropuerto durante cerca de cuatro horas.

La Policía procedió a la detención en un primer momento de una docena de personas. Todos los arrestados ingresaron en prisión acusados de sedición, pero quedaron en libertad meses después tras la reforma de este delito.

La investigación descubrió que todo se trataba de un plan para conseguir entrar de forma ilegal en España, orquestado por voluntarios que fueron reclutados a través de la plataforma Facebook.