
La portavoz y el secretario general del grupo de Vox en el Congreso junto a Rodríguez Gómez de Celis
Tensa discusión
Millán y Figaredo, de Vox, se encaran en un pasillo con el vicepresidente del Congreso, hartos de abusos
La polémica ha comenzado dentro del hemiciclo, porque Armengol no ha permitido a Vox ejercer su derecho a réplica por alusiones tras una intervención incendiaria de un diputado del PSOE
La portavoz y el secretario general del grupo parlamentario de Vox en el Congreso se han encarado con el vicepresidente primero de la Cámara Baja, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, en el pasillo, al término de una votación. Pepa Millán y José María Figaredo le han reprochado que los socialistas hayan convertido la Mesa del Congreso -el órgano de gobierno de la Cámara -en una «Mesa del PSOE». También, la «indefensión total» que sufre Vox, que es el tercer grupo parlamentario del hemiciclo.
La polémica ha comenzado dentro, durante el debate del dictamen de la proposición de ley orgánica con la que el Gobierno quiere modificar la ley orgánica que regula el derecho de asociación para disolver las asociaciones franquistas.
El debate ya estaba caldeado, pero ha terminado de incendiarse con la durísima intervención del portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional, Artemi Rallo. Éste ha hablado de «un nuevo fascismo que tiene su versión española en 33 escaños de este hemiciclo. Una extrema derecha nostálgica del franquismo, desacomplejada, como lo ha demostrado la intervención de la señora diputada de Vox, ofensiva, hiriente, insensible, inhumana, envilecida, negacionista y revanchista», ha señalado, en clara alusión a Vox. «Una extrema derecha que ha vuelto del agujero negro de la ignominia y la infamia donde les había colocado la historia», ha añadido.
Al término de su intervención, el secretario general del grupo parlamentario de Vox ha pedido a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, la palabra por alusiones. Que es un derecho recogido en el artículo 71.1 de la Cámara Baja: «Cuando, a juicio de la Presidencia, en el desarrollo de los debates se hicieren alusiones, que impliquen juicio de valor o inexactitudes, sobre la persona o la conducta de un Diputado, podrá concederse al aludido el uso de la palabra por tiempo no superior a tres minutos, para que, sin entrar en el fondo del asunto en debate, conteste estrictamente a las alusiones realizadas. Si el Diputado excediere estos límites, el Presidente le retirará inmediatamente la palabra».Sin embargo, Armengol no ha permitido a Figaredo que hablara, lo que ha provocado la indignación de la bancada de Vox. Terminada la votación, él y Millán han esperado al vicepresidente primero del Congreso, también del PSOE, para pedirle explicaciones.
La discusión se ha producido en los pasillos de la Cámara Baja, según ha podido constatar El Debate. Ambos le han reprochado que la Mesa hiciera caso omiso a la petición de Vox, a pesar de que la alusión del diputado del PSOE no podía ser más clara. No hay ningún otro grupo parlamentario que tenga 33 diputados.
Las explicaciones de Rodríguez Gómez de Celis han enfadado más a Figaredo y Millán, que han llegado a preguntarle si les tomaba por tontos. Porque el socialista les ha dicho que la alusión no era clara y que por tanto no había lugar a darles el derecho a réplica. El cara a cara ha continuado unos minutos. La indignación de Vox no es un hecho aislado, sino que el grupo parlamentario viene denunciando los constantes insultos y faltas de respeto que reciben semanalmente por parte de los diputados de izquierdas e independentistas sin que la Presidencia de la Cámara Baja haga nada. Lo que consideran un atropello.