
Entrevista a Jaime Mayor Oreja en El Debate
Jaime Mayor Oreja: «Si continúa este Frente Popular en el Gobierno, un nuevo desastre del 98 está a la vista»
Hace unos días, la Fundación NEOS presentaba el documento 'España en el abismo' en el que analiza cómo «la ruptura de España se hace realidad» por culpa de lo que denomina el «Frente Popular» que conforma el Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios. El presidente de NEOS, Jaime Mayor Oreja, analiza en una entrevista en El Debate cuáles son esos peligros que llevan a España al abismo y si hay alguna forma de evitar el desastre.
— La semana pasada presentaron el informe ‘España en el abismo’. Y leyéndolo, dan ganas de coger las maletas
— No, la verdad nunca te puede obligar a escaparte. Lo que sí tienes que saber es decir la verdad para tener esperanza. Pero si dices una mentira y falseas la verdad es cuando realmente te suicidas.
— Lo que pasa es en el documento leemos «España ya no es lo que conocemos hoy. Peligra la democracia, la libertad, el Estado de derecho, la convivencia, la familia, la dignidad de la persona y la paz social»
— Es lógico. Nos gobierna, más que un Gobierno, la suma de dos grandes deslealtades con España y con la democracia. Los movimientos de liberación nacional que son ETA, Esquerra Republicana de Cataluña, que significa la ruptura de España, la voluntad de fracturar España, la voluntad de fracturar un orden social occidental. Y ha habido otra deslealtad sobrevenida en la izquierda española. En el momento en que cambió la historia de España, el 11 M de 2004, el Partido Socialista decide cambiar de aliados. Su compañero ya no es la alternativa constitucional del otro partido. Es ETA. ETA se convierte en el más fiel aliado, es el más fiel.

Jaime Mayor Oreja, durante la entrevista
— Usted ha vivido la Transición o cuando no había todavía Constitución, en que había ocho o diez grupos terroristas… ¿No había más peligro que ahora?
— Antes había un gran proyecto que era el proyecto de la reconciliación. El proyecto de la reforma. El proyecto que daría lugar a la Constitución. Había un proyecto. Estábamos asediados. Eran los años de plomo los que vivían en el País Vasco. Había secuestros brutales. Había una tensión brutal. Pero había un proyecto. El problema es que nos hemos quedado sin proyecto compartido en España y eso hace que hoy la situación en España sea mucho más grave que la que vivimos en los años de plomo. Y mucho más grave que las que vivimos en el 97 cuando fueron los acontecimientos de Ermua. La Nación estaba mucho menos en riesgo que hoy. Teníamos una amenaza alta y había un cansancio de la crueldad cuando matan a Miguel Ángel Blanco. Pero la situación es mucho más preocupante hoy, porque el año 2004 la historia de España cambió con un terrible atentado del 11-M. Hay un antes y un después y hay un Frente Popular desde el año 2018. Es decir, que tenemos muchas más razones de movilización, porque falta un proyecto que une a los españoles.
— ¿Cree que la sociedad está concienciada de que hay que movilizarse como señalan?
— No, y por eso, insistimos. Hace falta un rearme moral. Probablemente habrá algo que les hará reaccionar. Pero hoy no reaccionan. Yo lo he dicho antes, se movilizó mucho más el año 97 frente a la crueldad de ETA con el asesinato de Miguel Ángel Blanco, que ante lo que hoy tenemos, que es un frente popular en el Gobierno, que es una amenaza mucho más potente para España. Entonces, lo que hace falta es tomar conciencia. Ese es el objetivo del documento. A veces tienes que expresarlo de una manera muy rotunda. Se dice en el documento «España no ha muerto, pero agoniza». Es que yo tengo la convicción de que eso es así. Se trata de tomar conciencia en una sociedad que está muy presidida por la comodidad y porque vivimos bien. Pero hay que entender que estamos viviendo una etapa diferente en el mundo occidental y vamos a tener que cambiar de conciencia y la actitud personal ante las situaciones.

La entrevista tuvo lugar en la redacción de El Debate
— Después de aprobarse la amnistía hubo un amago de movilización pero no dio mucho resultado. No sé si eso desmoviliza o o desanima
— Esos son las elecciones generales. España se lo va a jugar todo a una carta, porque es evidente que la permanencia del Frente Popular en el poder es el final de la democracia y es el final de la independencia del Estado de Derecho. Ya tenemos pruebas más que suficientes de lo que es el Fiscal General del Estado, de lo que es el Tribunal Constitucional, de que es un deseo de prácticamente hacer desaparecer la independencia del Poder Judicial. Ya sabemos lo que significa entrar en empresas como en Telefónica. Es un proyecto totalitario. Es evidente que se va a dirimir en unas elecciones generales. Ahora estos van a hacer lo que no está en los escritos. Van panza arriba. Van a tratar de evitar la alternativa porque lo único que quieren mantener es el poder. Todos necesitan el poder. Entonces, hay que tomar conciencia de la situación tan límite que está viviendo la democracia española, sus instituciones, sus libertades.
— Sin embargo, llevamos dos elecciones generales que la izquierda está ganando como bloque, no como partidos, pero sí como bloque
— Porque no se ha diagnosticado suficientemente lo que tenemos delante. Ese es el error de la comodidad, a veces, de la derecha. Tú tienes que diagnosticar la gravedad de la enfermedad. No te avergüences de explicar la gravedad de lo que tienes delante. Y eso es lo que creo que muchas veces no se hace.
No se ha diagnosticado suficientemente lo que tenemos delante. Ese es el error de la comodidad, a veces, de la derecha
— En el informe se habla de dos fases que tiene este proceso Uno el Gobierno Zapatero y otro el gobierno de Sánchez. Con el Gobierno de Rajoy ¿no se pudo romper ese proceso?
— Se pudo, pero no se hizo. No hicieron nada prácticamente. Alguna cosa sí, pero poco. Yo creo que hubo miedo a que ETA reaccionase matando. Y como ya había dejado de matar, en la práctica se pensó que era mejor dejarlo. Es decir, no diagnosticarlo, no explicar que ese proceso estaba vivo desde el año 2004 y había sido intentado un poco antes. Es decir, que se prefirió mirar para otro lado. Yo puedo entenderlo, pero como siempre, cuando tú tienes un diagnóstico correcto. La situación va empeorando. Das palos de ciego. Y es lo que nos ha pasado, que no hemos diagnosticado suficientemente lo que teníamos delante de nosotros. Y cuando un enfermo no está bien diagnosticado, empeora.
— Usted menciona que desde la llegada de Trump al gobierno de Estados Unidos, Sánchez se está polarizando más.
— Lo que queremos en el documento es decir que la situación internacional, que es muy complicada, está viviendo una etapa diferente. Estamos viendo el final de una etapa de Occidente, pero no puede enmascarar los problemas de disgregación nacional, de ruptura, de ingeniería social que vivimos en España como en ningún país occidental. Lo único que decimos es que Sánchez, para tapar su proyecto de verdad, el de la ruptura, el de la autodeterminación, el del entendimiento con ETA, el del entendimiento con Esquerra Republicana de Cataluña, le viene bien el desorden internacional porque se esconde frente a Trump, con Zelenski. Es lo perfecto para enmascarar el proyecto. Pero no debe ser nuestro error. Entre el desorden occidental, la nada europea y la ruptura de España, vamos a centrarnos en la ruptura de España, porque es el que puede depender de nosotros. Tenemos mucho más peso dentro de España que en la geopolítica internacional.

l presidente de la Fundación NEOS alerta de los peligros que corre España
— En cuanto a lo que está por llegar, habla de Ceuta y de Melilla
— Eso es como ocurrió con el Sáhara en el año 75. En el momento de máxima debilidad de España, en el momento que Franco está moribundo, el rey Hassan aprovecha la debilidad de España y hace la gran invasión. La Marcha Verde. Bueno, yo apunto como ejemplos Ceuta, Melilla, País Vasco, Navarra y el desorden de Cataluña. Es evidente que esos son los riesgos de lo que va a llegar seguro si continúa el Frente Popular en el Gobierno. Si no continúa, habrá que hacer un proyecto para revertir todas estas situaciones. Pero qué duda cabe que Ceuta y Melilla son dos ciudades que están en el enclave marroquí, con un Marruecos que tiene una relación privilegiada con los Estados Unidos. Y una España que presume de ser la referencia antiTrump por naturaleza, debilita la fortaleza de esas dos ciudades como ciudades españolas. Son dos ejemplos. Pero eso significa que estamos avistando un nuevo 98. Si continúa el Frente Popular un nuevo 98 está a la vista. Es decir, Europa, Occidente está en el final de una etapa. No es el final de Occidente, es el final de una etapa. Pero nosotros tenemos que saber que nuestros riesgos propios, como así lo ha evidenciado la historia, son más relevantes.