El PSOE se aferra a la versión de que Leire Díez actuaba por su cuenta: «Hay mucho fantasma»

Las fotos de la fontanera Leire Díez con Pedro Sánchez, Begoña Gómez, Patxi López, Santos Cerdán o el propio José Luis Ábalos, entre otros, son tan elocuentes por sí mismas que, este martes, a ni un solo socialista se le ocurrió negar la existencia de la militante que negoció con un investigado del caso hidrocarburos. Habría sido absurdo, así que la Moncloa dio órdenes expresas al respecto.

La estrategia adoptada por los socialistas frente al escándalo del vídeo con el empresario Alejandro Hamlyn no va por ahí. Va por mantener contra viento y marea la tesis de que la mujer que ofreció un pacto al investigado a cambio de información sobre el teniente de la UCO Antonio Balas actuó por su cuenta y riesgo, y no como emisaria de Ferraz o de la Moncloa, a pesar de su proximidad al secretario de Organización del partido, Santos Cerdán.

Dicen los socialistas que Díez no es más que una fanfarrona que se las iba dando de lo que no era. «Aquí hay mucho fantasma», resumió un alto cargo del Gobierno. «No podemos controlar lo que va diciendo cualquier fanfarrón por ahí», añadió otra. Y así sucesivamente: oficialmente para el PSOE, Díez es una farsante, alguien que se arrogaba un poder que no tenía.

En el PSOE y en el Gobierno se agarran al clavo ardiendo de que, al menos en la parte del polémico vídeo que ha publicado El Confidencial, en ningún momento Leire Díez afirma ser una emisaria del Ejecutivo de Pedro Sánchez o de su partido. «¿Y quién nos dice a nosotros que no negociaba para una de las defensas? ¿por qué no?», se preguntaba este martes una fuente del Gobierno, con el argumento de que los abogados de la defensa siempre intentan conseguir ventajas para sus clientes a cambio de información.

Los puntos débiles

No obstante, esa versión tiene dos puntos débiles. En primer lugar, la hemeroteca del Gobierno y del PSOE, cuyos más destacados miembros llevan meses en una campaña de descrédito contra la UCO, como viene contando El Debate. Aunque el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, mostró este martes su «respaldo decidido, manifiesto y por convicción» a esta unidad de la Guardia Civil desde la sala de prensa de la Moncloa. Este periódico reveló la semana pasada que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha encargado a fiscales afines un informe con traspiés de la UCO para utilizarlo en su defensa en el Tribunal Supremo.

El segundo punto débil es que los socialistas renuncian por ahora a emprender acciones legales contra esta militante, e incluso a abrirle un expediente disciplinario a nivel orgánico. Se escudan en que ningún juez admitiría a trámite algo así precisamente porque, en la grabación, no mete por medio al Gobierno ni al PSOE, así que no habría posibilidad de imputarle difamación.

Además de los dos puntos débiles, esta teoría tiene mucho riesgo si lo que contó Aldama ayer en Telecinco es cierto. El llamado -por la UCO- «nexo corruptor» de la trama de las mascarillas aseguro que sí existen audios donde la socialista habla más claro. «Hay audios en los que Leire Díez dice que tiene línea directa con el presidente y que habla directamente con el presidente. Y que tiene órdenes de la directora de la Guardia Civil para cargarse al teniente coronel Balas y a la UCO», aseguró.

Este martes, Grande-Marlaska y otros ministros tuvieron que enfrentarse a las preguntas de la oposición al respecto en la sesión de control al Gobierno en el Senado, y este miércoles la del Congreso se prevé eléctrica. El que no estará es Sánchez.