Cerdán exigió discreción al hablar de pagos: «¡Koldo! Que no quiero que hables de esto, que no se habla»

El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil muestra cómo la seguridad en las comunicaciones era un asunto que preocupaba al ya exnúmero tres del PSOE, Santos Cerdán, que llegó a reprender al exasesor ministerial Koldo García al hablar abiertamente de pagos.

Sucedió el 21 de enero de 2021, durante una conversación a tres con el exministro de Transportes José Luis Ábalos, que forma parte del catálogo de ocho grabaciones que efectuó Koldo García durante cuatro años y que, para la Fiscalía, se ha convertido en una pieza clave de la investigación del Tribunal Supremo.

Aquel día, explica el informe, Koldo estaba realizando un «repaso detallado de los pagos efectuados hasta la fecha», cuando Santos Cerdán le interrumpió varias veces para evitar que hablase en voz alta, «mostrando una clara intención de preservar la discreción sobre lo tratado».

«¡Koldo! Que no quiero que hables de esto, que no se habla», llegó a espetar al exasesor ministerial cuando este comento que «450 se le dieron en tres sobres» y más tarde dijo «vale, 50 de las otras dos, que son la vieja (ininteligible)».

Santos Cerdán, que este jueves ha dimitido de su cargo en el PSOE y ha anunciado que dejará su escaño, señaló que «no hay que decir tantas cosas... pum, se pone, se ve y, y se rompe...que es lo que... y se tienen aquí ¡joder! que no hay ningún... y, y no hablar...» (sic).

«Que no voy a decir, que yo traigo el papel, lo apuntamos y lo vemos, punto», indicó también el exdirigente socialista, que garantizó después: «pero si hay, hay, si hay algo, se arreglará, y se arregla con quien hay que arreglarlo, punto».

Ábalos «no es un corrupto»

En febrero de 2022, tras varios meses sin hablar, Koldo volvió a contactar con Cerdán y le expuso la difícil situación que atravesaba Ábalos, que no era un corrupto a pesar de lo que se decía, y que «se encontraba sin fondos en ese momento».

«Él está con una mano delante y otra detrás, eso te lo garantizo», expuso su antiguo asesor al hasta hoy secretario de Organización del PSOE en una conversación en la que le pide que al menos le den 150.000 euros para poder saldar cuentas («quitarse de encima») a su exmujer.

En ese momento, ambos entablan una conversación en la que subrayan la limpieza de Ábalos y de ellos mismos.

«(...) Como si ha cogido los millones, que es mentira, te lo digo de verdad, yo sé que a mí me crees, o sea, es decir, no ha cogido nada. Y no hay pruebas de nada porque no lo ha cogido, y te lo digo yo, no ha cogido un puto duro», asegura Koldo.

«Te digo que os han revisado hasta el carnet de identidad», responde Cerdán.

- Koldo: «¿A mí? A mí me han mirado todo, pero a mí me la suda».

- Cerdán: «No, a todos, a todos».

- K: «A mí me la suda, o sea, yo no tengo nada que esconder».

- S: «A todos ¡eh! Nos miran a todos, todo».

- K: «Pero que me parece maravilloso, si no tengo ningún problema, o sea, es decir, me da igual».

- S: «Pero digo, que, si hubiera algo, yo creo que nos lo hubieran sacado».

- K: «Lo hubieran sacado».

- S: «Lo hubieran sacado».

Segundos después, Koldo reitera que «Jose (Ábalos) no es un corrupto» y se queja de «la cabezonada del nuestro, del presi».

«No, no. Por lo menos ahí, eh, lo suyo hubiera sido que le hubiera mandado a una embajada por ahí», le responde Cerdán.

El móvil en modo avión

La UCO destaca también la «evolución en el empleo de medidas de seguridad utilizadas» por los involucrados: de hablar abiertamente sobre circunstancias relativas a la obra pública durante la etapa en la que Cerdán y Koldo coincidieron en Navarra, a acudir a la aplicación Signal, caracterizada por la privacidad en las comunicaciones.

Esta aplicación es la que mencionó Santos Cerdán en otra conversación con Koldo García ya en 2023 al hablar de «un tema de facturas». Signal, dijo entonces, era por donde hablaba con Bildu.

«¿Posibilidad de escuchas?», llegó a preguntar el exdirigente socialista en esa conversación.

Además, antes de tratar «temas sensibles relacionados con la obra pública o presuntos pagos derivados de esta», la UCO apunta a que Ábalos y su asesor comprobaban que no tenían sus móviles encima o los tenían en modo avión y, este último utilizaba además líneas de telefonía móvil desechables, consideradas seguras, para comunicarse al menos con el empresario y presunto comisionista Víctor de Aldama y con el constructor José Ruz.

También Ábalos, afirman los investigadores, habría tenido estos dispositivos desechables.