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La banda del Peugeot: carcomiendo la democracia desde 2014

Si se confirma la mitad de la mitad de lo que sale en los audios de la UCO, a España la ha gobernado una organización criminal. Una banda formada por un guardaespaldas, un electricista y un maestro de escuela que apenas llegó a ejercer. Y todos, nombrados por «el 1»

Koldo García, José Luis Ábalos, Pedro Sánchez y Santos Cerdán

Koldo García, José Luis Ábalos, Pedro Sánchez y Santos Cerdán

El 14 de julio de 2014, las portadas de los periódicos de este país se repartían entre la final del mundial de fútbol y las primarias del PSOE. «Sánchez, el líder para el cambio», titulaba El Mundo. «Sánchez borra al rubalcabismo», resumía La Razón. «La militancia del PSOE apuesta por la opción 'centrista' de Pedro Sánchez», analizaba el ABC. Porque Sánchez, al lado de Eduardo Madina, parecía centrista. Tras el hundimiento del zapaterismo, el partido lo había promocionado para diluir la merecida mala fama del PSOE en materia económica. Entre el exministro Miguel Sebastián y Carlos Ocaña, hoy consejero de Telefónica a propuesta de la SEPI (léase a propuesta del Gobierno), se inventaron un doctor en Economía fraudulento y con aspecto de vendedor para reflotar un partido que yacía bajo los 186 diputados del PP, que les había barrido tres años antes.

A las 17:39 del 13 de julio, unas cinco horas antes de que esas portadas comenzaran a imprimirse, un mensaje entró en el teléfono de Koldo García, por entonces militante de base del partido socialista. Era «Santos jefe psoe» (en minúsculas), conocido por todos como Santos Cerdán:

—Cuando termine apuntas como que han votado esos dos que te faltan sin que nadie te vea y metes las dos papeletas.

A las 17:55 Koldo respondió:

—Ya está.

Pedro Sánchez ganó aquellas primarias del PSOE con el 49 % de los fotos frente al 36 % de Eduardo Madina y el 15 % de Pérez Tapias. Comenzaba lo que con el tiempo se ha denominado sanchismo: la desaparición paulatina de las siglas del PSOE para ponerlas al servicio de la ambición de un hombre cuyo núcleo duro es, para la Guardia Civil, algo próximo a una organización criminal.

Portadas de la prensa del día 14 de julio de 2014

Tres semanas antes...

Cuando Koldo metió las dos papeletas en la urna, tal y como le confirmó a «Santos jefe psoe», Sánchez ya sentía un afecto sincero por él. O al menos un afecto expreso, como se deduce de una publicación de Facebook del entonces candidato. El 23 de junio de 2014, volcado como estaba en su campaña para la secretaría general del PSOE, Pedro Sánchez subió a su Facebook una foto del aplicado Koldo. Es una imagen en la que sale sonriente, vestido con vaqueros y camisa blanca metida por dentro del pantalón. Koldo conserva todavía algo de pelo en el flequillo y transmite bonhomía, una imagen muy distinta de la que conocería el gran público pocos años después, cuando la Guardia Civil entró en su casa a punta de pistola y lo tumbase boca abajo.

«Pamplona nos descubrió a uno de los gigantes de la militancia en estas tierras navarras», escribía Pedro en su perfil de Facebook el 23 de junio de 2014. «No obstante, este guerrillero de grandes dimensiones físicas, y corazón comprometido, es un referente político en la lucha contra los efectos de la crisis y las políticas de la derecha. Es el último aizkolari socialista –afirma él–», y reproducía Sánchez, veinte días antes de la votación.

Publicación de Facebook de Pedro Sánchez donde elogia a Koldo García

En aquellos días, la periodista Mayte Alcaraz seguía para ABC la campaña personal de Pedro, a quien acompañó en un viaje por carretera hasta Palencia. Entonces no se movía en el Peugeot 407 con el que peleó las primarias de 2017, sino en un todoterreno SsangYong de color negro.

—¿A qué hora se levanta?

—Entre cinco y media y seis de la mañana. He perdido cinco kilos —presumía Sánchez.

—¿No ve a sus hijas [de 9 y 7 años]?

—Ya les he dicho que hasta el 13 de julio [día de la votación] se olviden de mí. Luego, las llevaré tres días de vacaciones a Las Médulas [en el Bierzo, León].

Aquella fue la primera victoria de Pedro Sánchez como político, unas primarias manchadas hoy tras los hallazgos de la UCO pero también por el uso de una estrategia que aplicaría después como secretario general: decir una cosa para ser (y hacer) justamente la contraria.

No cuentes por favor lo de mi buena relación con los Príncipes, porque a mi parroquia no le va a gustarPedro Sánchez, a Mayte Alcaraz en 2014

«Ganó esas primarias porque engañó a la militancia», resume Mayte Alcaraz, hoy columnista de El Debate. «Mantuvo una especie de dicotomía, de que él iba a ser un socialdemócrata, que es lo que le vendió a los medios también: que era una persona razonable y moderada frente a Madina, al que entonces se le puso la etiqueta de que era mucho más extremista. Recuerdo que entonces visitó la Cadena Cope y estuvo con Carlos Herrera, comiendo en su casa y demás». Menuda mutación.

«Cuando le hice aquella entrevista hablamos mucho de la Familia Real. Entonces Felipe y Letizia eran Príncipes de Asturias, él era amigo de Letizia y recuerdo que me contaba que tenían trato y que se mandaban mensajes, que había afinidad y que eran unos tipos estupendos, los dos. Y recuerdo cuando nos despedimos que me dijo: 'Oye, Mayte, con la entrevista, esto que hemos hablado fuera de micrófono, pues entiendo que no tal...'. Le dije que era un pregunta-respuesta y que luego expondría mi opinión sobre él también. Pero me dijo: 'Sobre todo lo de Familia Real, lo de la Monarquía, porque a mi parroquia y a mis militantes no les va a gustar nada esta relación que tengo yo tan cercana con los Príncipes. Ellos [los militantes del PSOE] son republicanos y les va a molestar mucho'».

Andado el tiempo, y a la vista de la evolución del personaje, quién sabe si además de mentir a su militancia estaba exagerando sobre su buena relación con los Reyes.

«Ahí me dije 'este hombre está vendiendo clarísimamente una cosa que no es'. Vendió lo que no era y se convirtió en la contrafigura del pobre Madina, al que todo el mundo achacó un perfil mucho más extremista que no tenía», concluye Alcaraz.

2016: Sánchez hace de Koldo

El resto es historia. Y no especialmente buena. Comenzaba una aventura personal trufada de cambios de opinión, negaciones y traición al ideario del PSOE. Sánchez solo se mantuvo fiel al «no es no» mientras su partido se desangraba elección tras elección, con Pablo Iglesias quedándose a solo 400.000 votos. Con Sánchez, el partido pasó en sus primeros años de 110 a 90 diputados. Y después a 85, empeñándose en formar un Gobierno alternativo con el peor resultado de la historia del PSOE en democracia.

Llegó entonces el comité federal de octubre de 2016, el comité de la urna y el intento de pucherazo, cuando Sánchez quiso hacer por sí mismo lo que Santos le encomendó a Koldo tres años antes. Es decir, trampas.

Aún era de día cuando Pérez Tapias (uno de los rivales de Sánchez en las primeras de 2014) abandonó Ferraz asqueado con el espectáculo que estaba viendo:

—Ahora mismo hay una división muy fuerte en el comité federal —comenzó diciendo el veterano socialista—. No hay acuerdo sobre el sistema de votación. Proponían un sector, el sector que encabeza Susana, una votación pública. El sector que encabezaba Pedro Sánchez pedía, y quiere, votación secreta, pero no ha habido acuerdo. Se empezó una votación secreta de una manera un tanto anómala.

—Anómala por qué —le inquirió un periodista que estaba al tanto de la maniobra.

—No, porque no se había acordado un procedimiento claro y, ahora mismo, pues en fin, también se está hablando de presentar una moción de censura por parte del otro sector [el de Susana Díaz]. El partido está roto ahora mismo. Llegados a este punto, la situación está tan distorsionada que es imposible resolver esto.

La anomalía no era otra que una urna secreta y una votación con menos garantías que una reunión de vecinos.

Pedro Sánchez anunció su dimisión como secretario general del PSOE el 1 de octubre de 2016PSOE

Prometió vengarse

Le descabalgaron del partido y prometió venganza, presentándose de vuelta como un outsider, un regenerador de la democracia frente al aparato socialista, que tenía a Susana Díaz como su apadrinada.

Fue en aquellas primarias donde se consolidó definitivamente la banda del Peugeot y su leyenda funesta. Los apoyos de Sánchez cabían entonces en ese coche de cinco plazas, que frecuentaban Koldo, Ábalos, Santos Cerdán o Adriana Lastra. Se recorrieron las distintas federaciones socialistas, con Koldo en el papel de chófer y guardián de los avales, como le reconoció Sánchez en su Manual de Resistencia. El outsider ganó y se sintió legitimado para poner el partido a su servicio, cuando no de rodillas. Llegaría la moción de censura junto a todos aquellos de los que renegó (separatistas, Podemos y Bildu) y, a partir de ese momento, el intercambio constante de votos por cesiones, hasta el punto de asumir como propias las medidas del ideario separatista: indultos, derogación del delito de sedición y rebaja de la malversación.

Extracto del libro 'Manual de resistencia' sobre el papel de Koldo

Resulta llamativo que dos de los primeros nombramientos de Sánchez tras la moción de censura fueran para las presidencias del CIS y Correos, con los efectos conocidos tanto para la compañía (un agujero milmillonario) como para la credibilidad del voto por correo.

Juanma Serrano, amigo personal de Sánchez, entró en la entidad solo un mes después de la salida de Rajoy y permaneció allí cinco años, hasta diciembre de 2023. En ese tiempo facilitó, entre otras cosas, la entrada de Leire Díez, la 'fontanera' del PSOE a la que grabaron ofreciendo beneficios procesales a empresarios en apuros a cambio de información lesiva para la Guardia Civil.

Pedro Sánchez y Juan Manuel Serrano, que acabaría presidiendo Correos

Y Koldo los cazó

Corría el año 2023 cuando Juanma Serrano dejó Correos hacia un destino algo más reposado: ser director general de la empresa pública Seitt (Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre). Sirva este nombramiento como ejemplo de la agencia de colocación en la que se convirtió el sanchismo, donde hermanos, amigos y queridas siempre encontraron acomodo.

Para entonces ya había pasado una pandemia, el caso Delcy y hasta el volcán de la Palma. Y para entonces Koldo ya les tenía a todos grabados. El 'bruto' del coche, el grandullón, acabó siendo el más listo del Peugeot, cuyo casting pasará a la historia más negra de nuestra democracia: un portero de puticlub en excedencia, un electricista y un maestro de escuela que, a la vista de las grabaciones publicadas, no les valía con ser consejero de Renfe, diputado y ministro. Ambicionaron más y la avaricia rompió el saco.

Y algún día Koldo tendrá que explicar por qué tenía audios de todos aquellos que auparon a Sánchez a la cima de su partido, primero, y de su país después.

Según el informe de la UCO, algunos de esos audios tienen fecha de 2021. Los hay incluso del mes de enero de ese mismo año, con algunas restricciones pandémicas aún vigentes, en el que Santos Cerdán le pide a Koldo que no hable de «eso». Todo en medio de una conversación en la que asociaba cifras a regiones concretas.

—Sí, quiero que sepas, escucha, pero escúchame un momento, por favor, por favor, por favor, ¿vale? Bien. Que sepáis que yo lo que tengo hecho y yo lo tengo, y estoy seguro que no me equivoco. Me puedo equivocar en algo y entonces pediré perdón… 450 se le dieron en tres sobres.

—Que no voy a decir, que yo traigo el papel, lo sacamos y lo vemos, punto —responde molesto Cerdán.

—Vale, 50 de las otras dos, que son La Rioja y (ininteligible, hablan a la vez) —insiste Koldo con la enumeración.

—¡Koldo! Que no quiero que hables de esto. ¡Que no se habla!

Demasiado tarde.