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El furgón que trasladaba a Santos Cerdán, a su llegada a la cárcel de Soto del Real

El furgón que trasladaba a Santos Cerdán, a su llegada a la cárcel de Soto del RealEFE

El sanchismo se va a pique

Cerdán se convierte en una bomba de relojería para Sánchez y el PSOE tras su ingreso en prisión

Su entrada en la cárcel da una nueva dimensión al caso PSOE. El juez persigue que el último secretario de Organización del partido, al que considera el jefe de la trama, hable

Más de 55,2 millones de euros pagó el Gobierno de España al Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla para la organización de la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU, y para que el ingreso en prisión de Santos Cerdán acabara reventando la cita planetaria a Pedro Sánchez.

La pregunta al presidente sobre su último secretario de Organización en la rueda de prensa que dio en la capital andaluza fue obligada. La respuesta, previsible: «El PSOE actuó de manera contundente desde el primer momento. Se han asumido esas responsabilidades, se ha apartado a Santos Cerdán del PSOE y ahora es el momento de la Justicia», señaló, en el mismo lugar en el que, justo siete meses antes, ratificó a Cerdán como número tres del partido.

Se sabía que el navarro jugó un papel clave en la llegada del sanchismo al PSOE y a la Moncloa. Pero no que también era el jefe de la trama corrupta, que es así como lo considera el juez Leopoldo Puente en su auto de ingreso en prisión. Él era el que negociaba con las constructoras favorecidas por las adjudicaciones amañadas y el que, posteriormente, repartía las mordidas con José Luis Ábalos y Koldo García. Presuntamente.

La entrada en la cárcel de Soto del Real de Cerdán da una nueva dimensión al caso PSOE, en tanto que tiene una finalidad clara -aunque inconfesable- por parte del magistrado y del fiscal: que sirva de empujón para que el ex número tres de los socialistas hable. Puesto que él era el cabecilla y, por lo tanto, el que más puede aportar a una causa fundamentada en las grabaciones de uno de los implicados, Koldo García. Por eso y porque el instructor cree que «más personas, físicas o jurídicas -esto último es probablemente una alusión velada al PSOE-, pudieran haberse lucrado con las adjudicaciones». Calcula que el botín fue de, al menos, cinco millones de euros.

Así lo ha interpretado también el abogado defensor de Cerdán, que denunció que el juez persigue que su defendido haga como Víctor de Aldama. En noviembre, el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, instructor del caso hidrocarburos, dejó en libertad al empresario después de que éste confesara el pago de comisiones y pactara con el fiscal colaborar. Y en vista de que los indicios contra él eran muy sólidos, como lo son ahora contra el ex secretario de Organización del PSOE.

El empresario y presunto comisionista Víctor de Aldama a su llegada este miércoles al juzgado de Instrucción nº4 de Majadahonda

El empresario y presunto comisionista Víctor de AldamaEFE

«El juez va mal. Santos no tiene nada que explicar», señaló su abogado. No obstante, la posibilidad de que hable condiciona, a su vez, la estrategia de defensa de Ábalos y García, que estaban aguardando a que pasara el día de ayer para ver qué camino seguir. Eso en lo judicial. En lo político, que el navarro duerma entre rejas a partir de ahora complica más la situación de Sánchez y del PSOE. En realidad, es más que eso: es una bomba de relojería. Cerdán sabe si parte de las mordidas fueron a una presunta caja B del partido, porque él era quien las repartía, según el juez. Hasta ahora, los socialistas se mostraban seguros de que no iba a tirar piedras contra el tejado del que ha sido su partido durante décadas. Pero tras lo de este lunes ya nadie se fía.

El fuego ya está en el piso de arriba. Primero fue la entrada de la UCO en Ferraz y, solo diez días después, la declaración e ingreso en prisión del hombre cuya inocencia defendió Sánchez hasta el mismo día del famoso informe de la Guardia Civil. Desde la Moncloa corrieron ayer a matizar que la entrada de Cerdán en la cárcel no cambia nada para el Gobierno ni para el PSOE porque «el daño ya está hecho». A la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del partido, María Jesús Montero, le faltó decir que no lo conocía: «Es un asunto de una persona que no tiene que ver con el PSOE», sostuvo, con la misma contundencia con la que decía tener «toda la confianza» en él hasta hace nada.

Pero sí lo cambia. De entrada, añade presión sobre Sánchez, en vísperas del Comité Federal que los socialistas celebrarán el sábado en Ferraz. Allí anunciará los cambios en el organigrama del PSOE y el nombre del nuevo secretario de Organización, o secretaria. Y lo acorrala aún más a ojos de la oposición. «El sanchismo va camino de la cárcel (…). Si uno cae judicialmente, el otro debe caer políticamente», afirmó la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, que dejará su puesto el próximo fin de semana. «No basta con uno. Falta el UNO. ¡Todos a la cárcel!», escribió el líder de Vox, Santiago Abascal.

Sumar anunció que se personará en la causa como acusación popular e insistió en que se depuren responsabilidades. Pero así, en abstracto. Los de Yolanda Díaz ayer preferían hablar de la ola de calor. «Hay que convertir España en un gran hogar climático. Debemos transformar el país de arriba a abajo para hacerlo habitable frente a las olas de calor», según su portavoz, Lara Hernández.

El resto de los socios siguen donde estaban antes de la declaración de Cerdán: no votarían a favor de Sánchez en una hipotética cuestión de confianza -por eso no la presenta el presidente-, pero tampoco en su contra en una moción de censura.

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