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La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús MonteroEFE

Suma otro cargo

Sánchez riza el rizo y pone a Montero al frente de la comisión del Gobierno contra la corrupción

La vicepresidenta, que fue consejera de Hacienda andaluza cuando se perpetraron los EREs, dirigirá un equipo en el que estarán también Yolanda Díaz, Félix Bolaños, Ernest Urtasun y Óscar López

Pedro Sánchez ha colocado a María Jesús Montero al frente de la comisión interministerial creada en el Gobierno para impulsar el Plan Estatal de Lucha contra la Corrupción, aprobado este martes por el Consejo de Ministros.

La ministra de Hacienda fue consejera de Hacienda y Administraciones Públicas de la Junta de Andalucía cuando se perpetró el saqueo de los EREs. Ahora se encargará de «la dirección estratégica, el fomento y la coordinación de las medidas que hayan de adoptarse por la Administración General del Estado con el fin de asegurar el cumplimiento de las distintas actuaciones previstas en el Plan».

Montero compaginará esta responsabilidad con todas las que ya ostenta: vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda, vicesecretaria general del PSOE, secretaria general del PSOE-A y diputada del Congreso. Además de todo ello, este año también tendrá que elaborar y negociar los Presupuestos Generales de 2026, que Sánchez se ha comprometido a aprobar y llevar a las Cortes.

Asimismo, formarán parte de esa comisión interministerial: la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que será vicepresidenta del nuevo órgano; los ministros Félix Bolaños, Fernando Grande-Marlaska, Ernest Urtasun y Óscar López; el director de Gabinete del presidente, Diego Rubio, y el presidente de la Agencia Independiente de Integridad Pública, cuando ésta se haya constituido y puesto en funcionamiento.

Ésta es la comisión interministerial número 15 que constituye Sánchez en sus siete años gobernando, a mayores de las que ya existían de ejecutivos anteriores (la mayoría, inoperativas). Al menos en teoría, estos órganos de coordinación no suponen incremento de presupuesto, puesto que se atienden con los medios materiales y humanos del ministerio al que queden adscritos.

Como contó El Debate el martes, el Gobierno ha ido creando una maraña de omisiones interministeriales y comisionados especiales que se suma a la ya de por sí mastodóntica estructura gubernamental: 22 ministerios repartidos entre el PSOE y Sumar, 36 secretarías de Estado, 38 subsecretarías y secretarías generales y 130 direcciones generales.

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