Miembros de la flotilla regresando felices a España
Las imágenes de alegría de los miembros de la flotilla que contrastan con sus declaraciones de tortura
Los activistas regresaron a España entre sonrisas y abrazos en los aeropuertos, una imagen que contrasta con las denuncias de «torturas de bajo impacto» sufridas en Israel
En el aeropuerto de Madrid-Barajas, decenas de personas recibieron entre aplausos y consignas a los repatriados, entre ellos la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Las escenas de abrazos, banderas palestinas y gritos de «Palestina libre» marcaron el tono de la llegada, mostrando la emoción de los activistas al volver a casa.
Este ambiente festivo contrasta con los testimonios que los propios miembros de la flotilla ofrecieron a su regreso. Al parecer, algunos denunciaron haber sido víctimas de agresiones, privación de sueño y falta de acceso a agua y medicinas durante su reclusión en Israel. También relataron que fueron sometidos a lo que describieron como «torturas de bajo impacto», con técnicas como mantenerles horas bajo el sol sin agua o confinamiento en espacios reducidos.
A pesar de las denuncias, el recibimiento en España estuvo marcado por el optimismo y la alegría del reencuentro. En Barcelona y Bilbao también se produjeron escenas muy parecidas, con la emoción. Familiares, representantes políticos y colectivos solidarios aplaudieron la vuelta de los activistas.
La movilización ciudadana en los aeropuertos dejó una imagen de celebración y apoyo a la flotilla, mientras los activistas insisten en que el Gobierno español debe reclamar explicaciones y actuar frente al trato recibido. La dualidad entre el tono festivo de su regreso y la dureza de sus relatos marcará el debate en los próximos días.
