La Fiscalía acusa a una mujer de denunciar falsamente a su exmarido, pero pide penas menores

Las denuncias falsas e instrumentales realizadas por mujeres existen. Así lo cree la propia Fiscalía, que acusa a Pilar, exmujer de José Manuel, en Toledo, de inventarse acusaciones para perjudicarle, incapaz de asumir que él pudiera dejarla y romper el matrimonio. Ella quería que pagara la osadía con sus huesos en prisión, aunque para ello se tuviera que inventar un cuento, una narrativa falsa y dolorosa con terribles consecuencias.

Según el fiscal, el 10 de septiembre de 2021, Pilar «a sabiendas de su mendacidad, presentó denuncia por un presunto delito de malos tratos de su exmarido, José Manuel, sobre su hijo común menor de edad». Más falsa que un duro de madera, logró hacer daño. La creyeron y al hombre se le suspendió el régimen de visitas durante dos meses. Más allá de la humillación, de ser detenido, señalado y pasar la noche en los calabozos, de regalo.

En diciembre, el juez dijo en un auto: «No se puede descartar instrumentalización de la denuncia por posible motivación o ganancia secundaria como la suspensión del régimen de visitas o intentar distorsionar la imagen paterna para que el menor termine rechazando a su padre» y que, «de todo lo expuesto, se deduce una posible inducción adulta para que el menor proporcione un falso testimonio, ya que el propio menor reconoce durante la exploración que se lo ha dicho su madre».

Finalmente en abril de 2023, un año y medio después de estar bajo la lupa de la sospecha, la Audiencia Provincial de Toledo dictamina: no existen indicios de maltrato ni abuso sexual como se llega a denunciar, sino más bien todo lo contrario, es decir, de un intento de instrumentalizar al menor para conseguir privar a su padre del régimen de visitas establecido.

Durante todo este tiempo ella no se quedó parada, siguió mintiendo como una bellaca. En febrero de 2022, Pilar, a sabiendas de que faltaba deliberadamente a la verdad, presentó denuncia ante el Juzgado por otro presunto delito de malos tratos de su exmarido, José Manuel, sobre su hijo menor de edad: «En definitiva, parece que el menor está dirigido por su madre, quien, en el seno de un procedimiento de divorcio contenciosísimo, parece dispuesta a instrumentalizar a su hijo en aras de perjudicar a su padre».

Y siguió en esa especie de locura por mentir y tratar de engañar. En algún momento tendrían que creerla. El 27 de julio de 2022, Pilar, con conocimiento de que el contenido de su denuncia faltaba a la verdad, se personó en dependencias de la Guardia Civil e interpuso denuncia en la que manifestaba que su exmarido había abusado sexualmente del hijo menor de edad que tienen en común. La justicia lo archivó por falso.

El dolor de José Manuel durante estos años ha sido inmenso. Tiene miedo a que le dé por denunciarle más veces y en una de ellas la Justicia decida creerla, dado el clima social que hay. La angustia se le ha instalado en el pecho y le cuesta salir adelante. Está alegre porque la Fiscalía ha decidido acusarla, aunque las penas que solicita no vaya a ningún lado.

Por dos de las acusaciones falsas a Pilar le piden solo dinero. Ni un minuto de cárcel. Casi 13.000 euros, nada más. Dinero su familia tiene a espuertas. A ese precio se puede permitir unas cuantas más. Por la falsa acusación de agresión sexual a su hijo, 18 meses de prisión. Nunca entrará en la cárcel por tratar de destruir la vida de su ex a base de falacias. Eso sí, por las noches de calabozos, verse señalado y la angustia y el dolor, 2.000 euros de indemnización. ¿Sale barato presentar denuncias falsas?