Las 'amistades peligrosas' de Manuela Cañadas
La doble connivencia de la portavoz parlamentaria de Vox Baleares, por una parte sus compadreos con el socialista Negueruela, y por otra esa misteriosa relación con los hoteleros- podría ser la clave del asunto
Tenía una noticia exclusiva para el artículo de hoy pero Margalida Prohens me la pisó en sede parlamentaria. La presidenta, que lo sabe casi todo, se refirió a las «conversaciones secretas» entre la señora Cañadas y don Iago Negueruela. Es que son íntimos. Viejos y buenos amigos, dicho en román paladino. Doña Manuela procede del partido socialista obrero y español y desde su actual puesto de portagrito de Vox, nunca ha dejado el comadreo con el gallego. Me lo había confesado varias veces, pocas bromas, un miembro de su propio grupo parlamentario.
-Estas semanas ha pasado más tiempo en el despacho de Negueruela que en el suyo propio, nuestra jefa.
También un alcalde muy importante de la Part Forana me lo contó a modo de advertencia: «Cañadas -no Vox- está haciendo pinza con el PSIB, verlos en el Parlament es todo un espectáculo, tienes que ir a contemplarlos con tus propios ojos de cronista pérfido».
Un alcalde me lo contó a modo de advertencia: «Cañadas -no Vox- está haciendo pinza con el PSIB, verlos en el Parlament es todo un espectáculo
La pinza en cuestión existe y sus consecuencias ya se están notando. Sólo un ejemplo: Vox mostró su acuerdo desde el primer momento con la Ley Agraria, pero en estas últimas semanas se han producido interferencias por parte de la propia Cañadas. Simonet, el conseller de Agricultura, había templado gaitas con los voxeros, pero Cañadas -con fuertes vínculos en el sector hotelero- empezó a meter cizaña con el tema de las «agroestancias» que lleva a maltraer a los de la asociación de agroturismos, quienes forman parte de la Federación Hotelera.
Un pajarito me ha contado que doña Manuela mantiene extraños vínculos con este sector, vamos que está más o menos a las órdenes de poderosos personajes del mismo. En Asaja, la asociación de productores agrarios más importantes de Baleares, hace tiempo que andan con la mosca tras la oreja con Cañadas. Ellos pensaban hasta ahora que Vox estaba al lado de los pequeños y medianos payeses -que serán los más favorecidos con la non nata ley, se diga lo que se diga, y ahora andan desconcertados. No logran entender cómo este partido puede estar a partir un piñón con Asaja en Madrid y que aquí les salga ahora la criada respondona. La doble connivencia de la señora Cañadas, por una parte sus compadreos con Negueruela, por otra esa misteriosa relación con los hoteleros- podría ser la clave del asunto.
En cualquier caso las amistades peligrosas de esa señora bien merecían un artículo. Además, estoy seguro de que la mayoría de los miembros de Vox -incluidos los fugados, expulsados o no asimilados- me darán la razón.
