La estrategia de Madrid para desenmascarar los intentos de Sánchez de encapsular la crisis: «Es corrupción de Estado»

Mientras Pedro Sánchez ha decidido aferrarse a la estrategia de tratar de convencer a la población de que lo que está ocurriendo en el seno del PSOE es un «presunto» caso de corrupción aislado que 'sólo' afecta a tres personas (como si el hecho de que dos de ellas fueran de su máxima confianza y los dos últimos responsables de la organización de su partido fuera algo menor), desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid intentan demostrar que esto va mucho más allá del informe de la UCO.

Desde la Puerta del Sol lo tienen claro: el problema es la «corrupción de Estado» que con Pedro Sánchez «ha venido para quedarse» y que trasciende a lo ocurrido con José Luis Ábalos y Santos Cerdán. En este sentido, el portavoz del Ejecutivo regional, Miguel Ángel García Martín, enumeró este miércoles tras el consejo de Gobierno algunos de los últimos escándalos que se suman a lo destapado por la Guardia Civil.

«Estamos viendo cómo el Gobierno es capaz de colonizar todas y cada una de las instituciones para poder atacar a adversarios políticos. Hemos visto cómo se está utilizando el Tribunal Constitucional, a la Fiscalía General, cómo se están aprobando leyes o proyectos de ley, como la ley Bolaños, para incorporarla al Congreso de los Diputados y, por tanto, socavar el Poder Judicial», esgrimió.

Además, el Gobierno madrileño también subraya la responsabilidad de los socios de Sánchez en todo lo que está ocurriendo y sentencia que «son tan cómplices de la corrupción de Estado como el propio Sánchez porque no están haciendo nada para que la situación se pueda revertir».

«Si un partido como Sumar o como Más Madrid quiere de verdad asumir responsabilidades no hace falta que pida la dimisión de Sánchez ni de ningún otro miembro del Consejo de Gobierno, basta con que presenten su renuncia y que dejen de apoyar al gobierno más corrupto de la democracia», opinó García Martín.

Para la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, la «verdadera corrupción» de Sánchez radica, precisamente, en los socios que ha escogido Sánchez para mantenerse en el poder a cambio de concesiones de todo tipo y condición.

«Esta es la corrupción verdadera, la mortal: que España está en manos de quienes usan la debilidad de Sánchez para acabar con esta nación de siglos», censuraba ayer la dirigente en sus redes en un mensaje que acompañó de las palabras de Arnaldo Otegui, incidiendo en el interés de Bildu de instaurar una «república plurinacional» y echar por tierra la Transición de 1978.

«El problema que tenemos es que el Gobierno ha situado la democracia por encima de la ley. Y eso es lo que se llama democracia popular. Sánchez piensa que, porque tiene los siete votos del Congreso en manos de los nacionalistas y de aquellas personas que están aprovechando la circunstancia para desguazar España, ya todo es posible», ahondaba el pasado martes la dirigente madrileña.