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En el estudio de 'The 2nd Skin Co'

Lo que unió Angel Schlesser hace años, no lo ha separado el tiempo. Este duo triunfa con sus delicadas creaciones a medida y en prêt-à-porter

Sinceros, divertidos, inteligentes, empáticos y creativos, Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo forman un dúo creativo de éxito, The 2nd Skin Co. Nos descubren su modo de trabajo en el estudio-taller en Madrid

¿Cómo empezasteis en el mundo de la moda?

Antonio Burillo: Lo mío fue muy vocacional. Con 11 años ya dibujaba figurines en el cuaderno de la clase de inglés. Además, mi abuela era modista y yo siempre había vivido entre telas y costuras. A mi familia se le ocurrió entonces que entre las actividades extraescolares acudiese a un centro de diseño, patronaje y corte y confección en Zaragoza. Y ahí empezó todo.

Juan Carlos Fernández: En mi caso la moda llegó a mi vida de forma casual. Había estudiado empresariales, pero siempre estaba rodeado de amigos del mundo de la moda, aunque era un sector que me parecía inalcanzable. Mi nexo con la moda comenzó al trabajar en ventas en un showroom, pasando luego a ser gerente de ACME. Al comenzar a colaborar con Angel Schlesser coincidí con Antonio Burillo y allí decidimos independizarnos y montar una marca juntos.

¿De qué modo os repartís el trabajo en el atelier y la empresa?

Juan Carlos Fernández: Ambos participamos juntos en la parte que más nos divierte, que es concebir las colecciones, decidir patrones y telas. Todo está muy consensuado. Pero una vez que esto se define, yo me ocupo más de la administración y las ventas y Antonio se hace más cargo del trabajo del taller. Realmente, hacemos de todo los dos, desde preparar un envío hasta negociar con un proveedor de tejidos.

¿Cómo ha cambiado vuestra rutina con el Covid-19 y el teletrabajo?

Antonio Burillo: nos encantaría teletrabajar, pero es imposible en nuestro caso. Los patrones, las telas, las muestras, los prototipos, las toîles… todo necesita ser revisado físicamente. Y solo externalizamos la producción de las prendas menos delicadas.

¿Qué os gusta de vuestro estudio/showroom?

Antonio Burillo: Tiene una luz maravillosa. Nos encantaría estar todo el día cambiando muebles de sitio y redecorando, pero no nos da tiempo. Nos gusta nuestro espacio.

El dúo creativo de The 2nd Skin Co, formado por Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo

¿Cuánto tiempo lleváis en el mismo atelier?

Juan Carlos Fernández: Empezamos en Montesquinza, compartiendo despacho con un agente de tejidos. Era fantástico poderle ofrecer a nuestras clientas un repertorio tan amplio de telas in situ. Cuando el vendedor de telas se marchó decidimos cambiarnos a un estudio precioso en la calle Pelayo y más adelante, por razones de tamaño y porque nos enamoramos del espacio, vinimos a la calle Hortaleza, donde estamos actualmente. Aquí trabajamos las colecciones y patrones, recibimos a nuestras clientas, tenemos el taller de costura y exponemos nuestra colección de prêt-à-porter. En ocasiones incluso organizamos nuestros desfiles privados en el mismo espacio.

El estudio de Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo

¿En qué os habéis inspirado para crear vuestra última colección?

Antonio Burillo: En esta ocasión no pudimos ir a París a investigar con nuevos tejidos y fueron nuestros proveedores los que nos visitaron con novedades. Nos fascina la Magnolia, una flor tan delicada como deliciosa, así que nos centramos en modelos que replican sus tonalidades, pintamos la flor a mano, la realizamos en encaje, bordada en tul como si se tratase de un dibujo o hecha flor con tela. En el Antiguo Imperio Chino, la flor del Magnolio solo podía utilizarla el emperador. Hemos representado sus tonos, formas e incluso su olor con los tonos flúor.

Colección Magnolia, de la marca 'The 2nd Skin Co'

¿Y vuestras colecciones para novias?

Antonio Burillo: tenemos una colección de modelos de novia en prêt-à-porter para las más decididas que desean no complicarse la vida. Y como siempre las piezas a medida, que tienen gran acogida puesto que las novias a veces traen muchas ideas y deseos que intentamos respetar, siempre dentro de parámetros que se adapten a nuestro propio estilo. Tenemos la suerte de que nuestras clientas nos son muy leales y suelen repetir una vez que nos encargan algo. En el caso de las novias, se trata además de una experiencia muy bonita que vivimos junto a ellas.