Sánchez relanza la corbata
Cinco piezas simbólicas del mundo del cine prometen volver en otoño a los escaparates
Gordon Gekko en Wall Street se apoyaba en su mesa de despacho con camisa de cuello blanco, tirantes de rayas, Cartier al canto y corbata de dibujos geométricos. Personificaba la ambición y la codicia, el estilo de la bolsa de Nueva York en los 80, con un tipo de corbata que dejaba atrás las lisas de la década de los 50 y las rayadas y anchas de finales de los 70. Ahora que Pedro Sánchez descarta la corbata como accesorio masculino habitual, muchos corren a ponerse sus modelos más clásicos.
El impacto del personaje interpretado por Michael Douglas en 1987 en la moda fue amplio, con hordas de yuppies y banqueros (más bien bancarios) replicando sus atuendos. Lo mismo había ocurrido antes con Steve McQueen en El Caso de Thomas Crown. Su personaje, impecablemente vestido con sastrería de corte británico y accesorios tan apetecibles como las gafas Persol 714 que puso de moda, llevaba camisas azules y corbatas lisas del mismo color sus trajes. Él fue un indicador de la moda de corbatas sencillas y lisas que imperó desde finales de los 50 a finales de los 60, y que habían llevado otros guaperas del cine como Cary Grant en Con la muerte en los talones en 1959. Esta moda de las corbatas lisas volvió tras el año 2000 y solamente ahora, hace escasamente un año, está remitiendo. Quizás simplifica en exceso el atuendo masculino y convierte a todos los hombres en robots vestidos iguales, cual si esto fuera la China de Mao.
Ya antes, en los años 20, Charlie Chaplin había puesto de moda una ridícula corbata negra y estrecha con un nudo muy rudo que más bien parecía una soga al cuello. Este accesorio tan ramplón inspiró décadas más tarde al movimiento Mod, del inglés «modernista», una subcultura que se inició a finales de los 50 en Inglaterra y llegó a su culmen más de tres lustros después con grupos musicales como The Jam, The Who o The Kinks, todos vestidos con trajes estrechos y con una corbatita negra y fina.
Un impecable traje masculino
Pero si hubo un tipo de corbata que destacó por sentar cátedra en cuanto a revolucionario y rompedor fue la corbata para ellas, una mera adaptación de las del armario masculino. Marlene Dietrich fue una de las primeras mujeres en posar con ella en numerosas ocasiones: le gustaba jugar al chincha rabiña con el establishment y la pajarita que lució con esmoquin y chistera en la película Marruecos fue el no va más: su gesto, el cigarro sujeto al modo masculino y el beso que daba a otra mujer en una escena hicieron el resto para convertirla en el primer dandy femenino.
Pero quizás nuestra corbata favorita de todos los tiempos sea la de Diane Keaton en Annie Hall. El personaje de Annie, según confesiones de Woody Allen y de Keaton, era directamente ella, Diane. Sus chinos extra grandes, chaleco estrecho y sombrero redondo recordaban a la imagen de Charlot en versión femenina y años 70. Se trataba de un estilismo andrógino pero femenino, encantador y curioso, una versión informal del estilo de Katharine Hepburn revisitado. La «chica vestida de chico» encontró las prendas en Ralph Lauren, una marca a la que Woody ha recurrido en numerosas ocasiones por su estilo «All American». Y su corbata azul con lunares blancos, sigue siendo un clásico de todos los tiempos.