Moda
Ilsa Lund, Rick Blaine y Victor Laszlo. Quiero, pero no puedo. Quiero, pero no debo. Querría, pero ella ha volado. El triángulo amoroso de Casablanca se convierte en creíble al ver la cara de pena de Bogart en la escena de su encuentro con Ilsa y su marido. Blanco y negro. Y de fondo, la muy prolífica Segunda Guerra Mundial, uno de los temas favoritos del cine. Ahora que la histórica película ha cumplido 80 años repasamos cuánto ha influido en la historia de la moda.
1. Gabardinas clásicas largas. La gabardina triunfa ahora más que nunca. Loewe, Burberry, Gucci o Zara versionan este clásico del «chiccissimo» Rick, del inspector Clouseau, del inspector Gadget y de la familia real británica.
2. Traje sastre femenino de corte estricto. Monocolor, con tejidos gruesos y lineas retro muy angulares, un básico renovado que vuelve a poblar los escaparates para ocasiones laborales más vestidas.
3. El sombrero Fedora. De España a Italia, de Rick Blaine a la Infanta Elena y de Indiana Jones a la Reina Máxima de Holanda, el accesorio que nació de la necesidad de cubrirse del sol o las inclemencias, ha acabado desarrollando todo un arte entorno a sí mismo.
Desde que Maria Antonieta encargaba sombreros a su artesano particular, Monsieur Larseneur, obras de arte recargadas, con plumas, bordados y joyas, que se asentaban sobre sus maravillosas pelucas, ha corrido el tiempo. Ahora cobran de nuevo importancia los más útiles y sencillos, como el tipo Fedora, casi casi en desuso hasta hace unos años.
De origen español, con su ala corta y su cinta en la base, se hizo más popular al llegar a Hispanoamérica y al ser renombrado por los italianos con el apellido del que supo venderlos como churros en Norteamérica: Giuseppe Borsalino. Los italianos siempre se ponen la medalla con sus grandes capacidades comerciales.
4. La camiseta de rayas marineras para ellas. Ideada como adaptación femenina a las camisetas de los marineros franceses por Coco Chanel en los años 20, Casablanca fue una de las primeras películas en las que la «marinière» formaba parte del guardarropa femenino formal de a diario, llevado con el estupendo porte de Ingrid Bergman.
5. Los zapatos con alzas. Fueron ridículos antecesores de los zapatos con alzas internas que tantos hombres, famosos cantantes, actores y políticos entre otros, han utilizado posteriormente en décadas pasadas.
El feo pero atractivísimo Humphrey Bogart, tuvo que calzarse unas alzas de madera de varios centímetros para poder lucir más alto que la Bergman. Las escasas fotografías que rubrican en el hecho dan una idea de lo humillante o poco natural que tuvo que ser el trance. Cosas de Hollywood.
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