Bodega Fillaboa, en una finca histórica de Pontevedra

Cinco bodegas con una historia fascinante que debes conocer

La familia Masaveu comenzó en 1974 su primera inversión vitivinícola, al adquirir la Bodega Murua, en Rioja Alavesa

un vino excepcional puede compararse con un cuadro en cuya creación intervienen pinturas, en lugar de uvas, el lienzo como viñedo y la mano certera del pintor como la del enólogo, pero lo fundamental es el alma con la que se concibe. Con esta filosofía lleva trabajando la familia Masaveu desde que comenzó en el año 1974 a invertir en el sector vitivinícola, al adquirir la Bodega Murua, en Rioja Alavesa.

Desde entonces, ha ido creciendo con una firme apuesta por la calidad en la elaboración de sus vinos en diferentes Denominaciones de Origen, por la filosofía ecológica que demuestran y el máximo respeto a la tierra, en las que posee sus propias plantaciones de viñedos, gracias a las cuales logran transmitir, en cada botella, la personalidad única de cada terroir.

De esta forma, se unen en un denominador común todos y cada uno de los proyectos de Masaveu Bodegas, con los que actualmente elabora cerca de un millón de botellas entre sus cinco bodegas, con 400 hectáreas de viñedo, de las cuales el 43% (172 ha.) son en ecológico, y tiene presencia en 45 países.

Bodega Murua se encuentra en el corazón de Rioja Alavesa, en Elciego, histórica villa constituida en el siglo XVI que la impregna de una tradición vitivinícola única. Aquí, Murua posee un valioso patrimonio: 80 hectáreas de viñedo propio. Tras una fuerte apuesta, iniciada en 2015, por la reconversión del viñedo a ecológico, tiene a día de hoy, y desde este año 2023, el 100 % de su viñedo inscrito en ecológico.

Por su parte, Bodega Fillaboa se ubica en la D.O. Rías Baixas y representa la magia de Galicia, el hechizo de sus paisajes, y la seducción de unos viñedos únicos de albariño. Su nombre significa «hija buena» en gallego, y hace referencia a la leyenda local de que el Conde de Salvaterra dejó en herencia sus tierras a la hija menor por ser la hija que le cuidaba y se preocupaba de él. Dispone de 50 hectáreas de viñedos de uva albariño plantados en ondulantes laderas que conforman la finca de Fillaboa que comprende un total de 74 hectáreas repartidas en 12 pagos en Salvaterra do Miño, en Pontevedra, frontera natural con Portugal, junto a los ríos Tea y Miño.

Los suelos ricos y el clima atlántico, con suaves temperaturas por la cercanía del mar, hacen de Fillaboa un lugar privilegiado para el cultivo de la uva autóctona, el albariño. Es una de las fincas más antiguas y grandes de Galicia, y la única bodega perteneciente a la prestigiosa asociación Grandes Pagos de España.

Con la adquisición de la Finca Pagos de Araiz por la familia Masaveu en el año 2000, germinó un proyecto fresco y atrevido en Navarra, que se completó con la fundación de la bodega en el año 2003. Esta apuesta comenzó con la construcción de un edificio absolutamente vanguardista de 14.000 m2 situada a las afueras de la villa medieval Olite. Pagos de Araiz dispone de dos gamas: Blaneo y Pagos de Araiz.

Leda, por su parte, está localizada en Tudela de Duero (Valladolid). Mencionar Leda es hablar de vinos ecológicos insólitos y extraordinarios que reflejan potencia y personalidad; de un atractivo concepto de bodega multiterroir que conecta la esencia de la uva tempranillo con la expresión de viñedos seleccionados de distintas zonas de Castilla y León. La bodega fue impulsada en sus inicios, en el año 1998, por el prestigioso enólogo Mariano García, vinculado a algunos de los proyectos vinícolas más importantes de España. La familia Masaveu se une a este proyecto en el año 2009 para posteriormente elaborar vinos con una filosofía ecológica de máximo respeto al viñedo.

La sidra de hielo Valverán 20 Manzanas –pionera sidra de hielo de la península ibérica– es fruto de más de diez años de investigación y ensayos. En 1998, en Sariego, corazón de la Comarca de la Sidra de Asturias, José Masaveu Herrero, director general de Masaveu Bodegas, comenzó su proyecto más personal ubicado en Llagares Valverán. Aquí, más de 20.000 manzanos son cuidados mediante técnicas de cultivo ecológico en una finca de 40 hectáreas que expresa todo el encanto verde del paisaje asturiano.

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