Fundado en 1910
Bar Vergara

Salón con mesas de Bar Vergara, en MadridEL DEBATE

Chef judicial

El bar canalla con mejor coctelería y ambiente del norte de Madrid

Ubicado en el corazón del barrio de Chamartín, Bar Vergara emerge como el nuevo epicentro de la coctelería madrileña

Bar Vergara, una coctelería con tapas modernas de marcado sabor neoyorquino ideal, para el afterwork y que continúa los pasos de Bar Trafalgar su hermano mayor en la zona alta de Príncipe de Vergara en el número 232 de la calle Serrano. Con diferentes espacios y una estupenda terraza donde disfrutar las tardes y noches de verano, deleitando con una selección de cócteles infinitas que nos llevarán a las risas más madrileñas entre columpios y bancos de genuina felicidad. Un bar poliédrico con un toque moderno y algo canalla en el que destaca su centro principal de operaciones y de disfrute, la barra en la que dejarse llevar horas y horas con la mejor compañía mientras nos veremos tentados en repetir y combinar cócteles preparados a nuestra vista. La primera coctelería del norte de Madrid que ha debutado con marcado éxito entre el público.

Bar Vergara

Bar VergaraRUIZ DE LARA

Carta polivalente para el aperitivo o para rematar una cena probando los elixires de este genuino local. Notas refrescantes que comienzan con el cóctel Gilda culminado en ese genuino aperitivo con toque picante y compuesto por mezcal, ginebra, angostura y soda de aceituna. Una piparra que se rodea de fuego con el soplete para darle un toque cálido descendiendo a sensaciones agridulces, puramente refrescantes y ligeramente ahumadas. Primer envite que acompañamos con unas minicocas de sardina ahumada de suave textura cuyos sabores salinos se atemperan con queso idiazábal y tomate semiseco. Bocados ligeros pero repletos de sabor que continúan con notas esponjosas y reminiscencias marinas del cantábrico a través del brioche de txangurro o con la ligereza de los montaditos de steak tratar sobre milhojas de patatas, matices crujientes y ligeramente picantes para aderezar a la protagonista principal, su infinita coctelería.

Sardina Vergara

Minicocas de sardina ahumada

De sobria fachada negra para dibujar en su interior pizarras de garabatos científicos del artista Alejandro Guijarro, cielo de casettes y cintas de video para completar un atrezzo por el que dar cauce al Viejo Martínez cóctel de ginebra, con licor de maraschino ideal para quienes aman la vida y descubrir en cada viaje las pequeñas bellezas de la vida, vermút y bitters, de notas ligeramente afrutadas y amargas. Ríos por los que navegan estupendas anchoas sobre brioches y mantequilla ahumada, dotando de untuosidad a esta joya marina de Santoña. Clásicos de bravas almihojadas, de croquetas de jamón ibérico o de torreznos melosos mostrando maestría en la fritura. Consistencia y sabor en la txistorra revestida de melosidad con la salsa de yema de huevo y pequeñas perdiciones en forma de mollejitas de ternera con alegría picante.

Brioche Vergara

Brioche Vergara

Barra de fantasías que luce un botellero con preparaciones artesanales, encandilando con una carta corta de comida y larga de bebidas no circunscrita a los cócteles sino con amplio recorrido entre los tintos para unir caminos de Pago de Carraovejas, Mauro, San Román o Lindes de Remelluri, para seducir con notas italianas de Giovanni Rosso Barolo o para enamorarnos de la dulzura de borgoña, con un Domaine Bart Marsannay. Juego de tintos de cuerpo y ligereza, desde Ribera del Duero a Piamonte, desde Piamonte a Borgoña dando rienda suelta a guiños de la huerta con la ensaladilla Vergara, con el tomate aliñado o con recuerdos cálidos de puerro asado con vinagreta de tomate semiseco, hinojo y hierbas o con las alcachofas confitadas para imprimir notas azucaradas sobre una buena materia prima.

Steak tartar

Steak tartar

Bocados gourmet que siguen maridados por cócteles, clásicos versionados con el Bloody María especiado y salado uniendo vodka o tequila, zumo de tomate y un mix especial de salsas y especias, el Spicy Pisco para aportar guiños cítricos y fusiones dulces y picantes fruto de una mezcla de pisco quebranta, licor de almendra tostada, ají amarillo , maracuyá, limón y clara de huevo. «Bar de día y de noche» en Serrano en el que se juega también con el pescado sirviendo un rape braseado con salsa de bilbaína o una ventresca de atún rojo a la brasa, picada de encurtidos y salsa de gilda. Asientos de cuero para imprimir modernidad y comodidad a la experiencia continuando con las raciones de carne con la pluma ibérica a la brasa con chimichurri casero o con el solomillo de vaca vieja trinchado, notas de maduración y sabor excelso para los amantes de la carne que deseen maridarla con la selección de ríos de color púrpura de Vergara.

Envites neoyorquinos que aparecen en la decoración, en el «ambiente chic» del local y por supuesto en sus hamburguesas. «La fina» deliciosa cheeseburguer con carne picada sobre la que se derrite el queso cheddar abriendo el apetito con sólo tenerla a la vista. Elogio al pan tostado con el bikini de lacón ahumado, rúcula y queso comté fundido o con el bikini de pastrami con pepino encurtido y queso viejo. Sensaciones calientes para probar el Purple Mule ahumado y refrescante con mezcal, ron de caña morada, albahaca, angostura, limón y ginger beer o el New old cuban, dulce, fresco y balsámico con ron extra viejo, lima kaffir, zumo de limón y cava. Y por fin sobre todos ellos de manera imperial el Pinche espresso amargo y ligeramente dulce con «raicilla», licor de café , café espresso y bitter de chocolate azteca, perfecto cóctel para un «encuentro de postres» con la tarta de tres quesos o la torrija de brioche, crema de almendra y helado de vainilla. Un cóctel que encumbra a la mejor coctelería de Madrid con un precio en torno a cincuenta euros por persona, imprimiendo noches de dulzura, de risas y de algo de insomnio de primavera para mitigarlo en columpios y bancos de recuerdos que encandilan.

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