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19 de abril de 2024

La ambliopía y el estrabismo son las afecciones visuales más comunes en la población infantil

La ambliopía y el estrabismo son las afecciones visuales más comunes en la población infantilPexels

Un 5 % de los niños tiene el `ojo vago´: cómo saber si tu hijo es uno de ellos

Para corregirlo, se fuerza al cerebro a utilizar las imágenes del ojo vago y por eso estos niños llevan parche

La ambliopía, más conocida como `ojo vago´, afecta a entre un 5 y 7 % de la población infantil. Junto con el estrabismo –cuando los dos ojos no se alinean en la misma dirección– son las afecciones visuales con mayor prevalencia en niños.
Lo que provoca que los niños tengan que llevar un parche es una alteración visual que puede afectar de forma directa al aprendizaje de los niños y la pérdida permanente de la visión en el ojo afectado, motivo por el que Ester Mainar, presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia, incide en «la necesidad de realizar revisiones visuales periódicas a los pequeños».
Se trata de una afección que puede tratarse y curarse, especialmente cuando el ojo aún conserva la plasticidad de la edad infantil. Junto a la neuroplasticidad, que vincula la relación entre los sistemas motor y visual, el neurodesarrollo, el estrabismo pediátrico, la sensorialidad, la rehabilitación visual y los protocolos optométricos son otras de las temáticas que están centrando las intervenciones del programa.
Una niña revisándose la vista en el oculista

Una niña revisándose la vista en el oculistaPexels

¿Cómo empieza la ambliopía?

El ojo vago comienza cuando la diferencia de visión en un ojo y en otro es muy notable. Provoca que el ojo con menor capacidad visual deje de funcionar correctamente y que todo el trabajo lo haga únicamente el ojo con mayor capacidad. Según la Asociación Española de Pediatría, se produce por una falta de estimulación visual adecuada en los primeros años de vida.
Cuando un ojo envía imágenes de mala calidad al cerebro, este tiende a ignorarlas y si esta situación se prolonga en el tiempo, los cambios en las estructuras cerebrales implicadas se hacen irreversibles. Las causas más frecuentes que desencadenan la ambliopía son el estrabismo y los problemas de refracción, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo.

¿Cómo se trata?

Para diagnosticar si un niño tiene ojo vago se suele realizar un estudio de agudeza visual como los que se hacen en las revisiones en el oftalmólogo. De ser que el niño lo padezca, el primer paso sería tratar su causa, ya sea el estrabismo o la miopía, y además se fuerza al cerebro a utilizar las imágenes del ojo vago tapando el otro –el bueno– y por eso estos niños suelen llevar un parche.

¿Se puede prevenir?

Para pillarlo a tiempo, se realizan distintas evaluaciones durante los exámenes de los programas de salud infantil. En concreto, en los recién nacidos se buscan problemas que impidan que un ojo vea, como cataratas congénitas o párpados caídos. En niños pequeños, se puede detectar estrabismo y cuando el niño ya habla y colabora se puede valorar la agudeza visual con tablas de letras o dibujos.
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