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28 de marzo de 2024

Una mujer embarazada, paseando por el parque

Una mujer embarazada, paseando por el parquePixabay

Que una embaraza pasee por el parque se asocia con un mayor peso de su bebé al nacer

Una investigación evalúa las asociaciones entre la exposición materna a entornos naturales y los resultados del parto en 11 cohortes de nacimiento de nueve países europeos

Evidencia científica anterior apunta que la exposición de la madre embaraza a entornos naturales favorece un crecimiento fetal saludable. Sin embargo, los resultados de los estudios publicados hasta ahora han sido heterogéneos entre regiones y hay muy pocas investigaciones sobre los efectos de los espacios azules como los ríos, el mar o los lagos. Un nuevo estudio en el que ha participado un equipo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación La Caixa, ha evaluado las asociaciones de la exposición materna a los espacios verdes y azules durante el embarazo y los resultados del parto en 11 cohortes de nacimiento de nueve países europeos, entre los cuales se incluye España.
Los resultados del estudio, publicados en la revista Environment International, indican que la proximidad a espacios verdes en torno al domicilio se asocia con un mayor peso al nacer y menores probabilidades de tener un bebé pequeño para la edad gestacional o PEG, como se denominan los recién nacidos cuyo peso es inferior o igual al percentil 10. Por el contrario, una mayor distancia al espacio verde residencial ha sido asociado con un menor peso al nacer y mayores probabilidades de PEG.
«Garantizar un crecimiento fetal sano es esencial para prevenir muchas consecuencias adversas para la salud, tanto al principio como en etapas posteriores de la vida», señala Maria Torres, primera autora del estudio. «Por ejemplo, los bebés con bajo peso al nacer o pequeños para la edad gestacional podrían tener un mayor riesgo de problemas de crecimiento, menor cociente intelectual y muerte prematura en la infancia, así como obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes en la edad adulta».
Este estudio, que forma parte del proyecto LifeCycle, se basó en una muestra de 69.683 recién nacidos, con un peso medio al nacer de 3,42 kg y de los cuales un 6,6% se clasificó como PEG. Para cada participante, se calcularon siete indicadores de exposición residencial a entornos naturales: espacio verde a 100, 300 y 500 metros del hogar -calculado mediante el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI)-, distancia al espacio verde más cercano, accesibilidad al espacio verde, distancia al espacio azul más cercano y accesibilidad al espacio azul.
El equipo investigador también evaluó la posible modificación del efecto por el nivel socioeconómico y la región de Europa. Los resultados indican asociaciones más fuertes entre los espacios verdes residenciales y un mayor peso al nacer para participantes con niveles educativos más bajos, procedentes de zonas más desfavorecidas y residentes en el norte de Europa.
Beneficios de los espacios verdes en los resultados del parto
Las conclusiones de este estudio se encuentran en consonancia con investigaciones anteriores de diversas regiones de todo el mundo. Un número cada vez mayor de estudios han informado de asociaciones entre la exposición materna a espacios verdes y un mayor peso al nacer. Sin embargo, la mayoría de estos estudios se realizaron en un solo país con un determinado clima y tipo de vegetación, y las estimaciones del efecto difirieron de una región a otra. «La capitalización de los datos de 11 cohortes de nacimiento de toda Europa nos permitió evaluar, por primera vez, esta asociación en diferentes países y arrojar luz sobre el papel de la región en esta cuestión», explica Payam Dadvand, investigador de ISGlobal y autor sénior del estudio.
En la investigación han participado personas procedentes de Países Bajos, Reino Unido, Dinamarca, Francia, España, Lituania, Noruega, Italia y Grecia. Según las y los autores, los resultados respaldan la aplicación de políticas de fomento de los entornos naturales en nuestras ciudades, empezando por las zonas más desfavorecidas. «Tener entornos naturales accesibles en nuestras ciudades podría beneficiar a la salud de nuestros hijos e hijas desde antes del nacimiento y en adelante, y esto debería tenerse en cuenta por parte de los diseñadores urbanos», concluye Torres.
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