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18 de mayo de 2024

El aumento de la impopularidad durante el curso provocó aumentos en su soledad y abuso de alcohol

El aumento de la impopularidad durante el curso provocó aumentos en su soledad y abuso de alcoholPexels

Cuál es la primera pregunta que debemos hacer a los hijos después del colegio, según Harvard

Lo revelan varios psicólogos y expertos en crianza de Harvard

Los casos de ansiedad y depresión entre jóvenes y adolescentes ha aumentado significativamente en los últimos años, marcando una realidad antes poco explorada y minimizada en términos de salud mental y emocional. Ante esta realidad, cada vez más creciente, han ido surgiendo distintos estudios de instituciones destacadas como Harvard han arrojado luz sobre estos fenómenos.
Expertos señalan que muchos trastornos emocionales encuentran su origen, o se agravan, en la dinámica entre padres e hijos. En este contexto, una investigadora experta en terapia familiar de Harvard propone un innovador enfoque comunicativo que no solo mejore la interacción, sino que también prevenga el desarrollo de dichos trastornos.
Jennifer Breheny Wallace, periodista e investigadora sobre paternidad graduada de Harvard, tiene una sugerencia que, si bien luce sencilla, podría ser el primer paso para un cambio total en el paradigma: cambiar la pregunta de bienvenida cuando los hijos ingresan a casa.
En conversación con la CNBC, Wallace resalta que muchos de los padres suelen recibir a sus hijos con preguntas relacionadas con la escuela, cuestiones como «¿Cómo fue esa prueba?», o «¿Estás listo para ese gran examen?». Unas preguntas que estarían ligeramente equivocadas y que deberían ir dirigidas a «liderar con el almuerzo».

Cuando mis hijos entran por la puerta ahora les pregunto: '¿Qué almorzaron?'Jennifer Breheny WallacePeriodista e investigadora sobre paternidad graduada de Harvard

En su libro Nunca es suficiente: cuando la presión por el logro se vuelve tóxica y qué podemos hacer al respecto, la escritora destaca que la presión puede convertirse en un arma, en lugar de un apoyo.
«Cuando mis hijos entran por la puerta, en lugar de preguntarles: '¿Cómo te fue en el examen de español?', lo cual solía hacer antes de escribir el libro, ahora les pregunto: '¿Qué almorzaron?'. Hablo de cosas que no tienen nada que ver con sus logros», comentó la experta.

La involucración, un arma de doble filo

Contrariamente a la creencia común, los padres más involucrados pueden ser los causantes de mayor impacto negativo en sus hijos, especialmente cuando la presión proviene del ámbito educativo, donde una calificación puede definir el supuesto esfuerzo o talento del estudiante.
El psicólogo Laurence Steinberg de Harvard señala que la presión académica puede ser más desafiante de manejar que la interacción en redes sociales, destacando que, al hablar con jóvenes, la presión escolar se menciona más frecuentemente que la búsqueda de aprobación en las distintas plataformas.
Ante este panorama, surge la pregunta crucial: ¿cómo mostrar interés en el desarrollo de un hijo sin ejercer presión y causar más perjuicio que beneficio? Aunque parezca complicado, la clave podría residir en un cambio fundamental en la forma de comunicación entre padres e hijos, siguiendo los ejemplos mencionados por la experta en crianza de la prestigiosa universidad.
En este sentido, aunque la dieta del menor no es tan importante, desviar la tensión a otro punto puede ser clave para evitar la presión constante y que de esta forma los hijos aprendan que ellos están por encima de sus propios logros.
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