Lucía, mi pediatra: «No compensa darle el móvil a un niño sólo por tenerlo controlado o integrarse»

La evidencia de que el uso del móvil y la conexión a las redes sociales está generando cada vez más problemas de salud mental en los menores, y está detrás del incremento de fenómenos como el déficit de atención e hiperactividad, el acoso escolar, ciertos trastornos de alimentación o la adicción a la pornografía resulta cada vez más incontestable.

Sin embargo, y a pesar de las alertas de los expertos, a diario es fácil seguir viendo a adolescentes y niños, incluso muy pequeños, con el móvil en la mano, y padres lamentando que lo usan de forma casi compulsiva.

La pregunta que surge es, ¿podemos hablar ya de una generación de padres irresponsables en el cuidado de la salud de sus hijos a causa de las pantallas?

¿Generación de padres irresponsables?

Como explica para El Debate la pediatra y divulgadora Lucía Galán, conocida en redes sociales como Lucía, mi pediatra, aunque el fenómeno es preocupante, resulta más oportuno «hablar de desconocimiento y no tanto de irresponsabilidad, porque creo que la mayoría de madres y padres lo hacen de la mejor manera que saben». Sin embargo, sí reconoce que si la gestión de la tecnología en la familia «se hace desde la falta de información, las decisiones que tomamos pueden ser tremendamente dañinas».

Como explica esta influencer, que cuenta con más de 1’2 millones de seguidores sólo en Instagram, «sí que estamos ante una generación de padres que necesita más apoyo, más formación y más referentes claros» porque «las familias muchas veces saben que ‘no es bueno’, pero no saben hasta qué punto, ni desde cuándo, ni en qué afectan, y no saben cómo poner límites sin sentir culpa o sin entrar en conflicto».

Por eso, para Galán «la clave está en acompañar a todos estos adultos y dotarles de herramientas, pero no de señalarles y que se sientan juzgados».

¿Compensan los riesgos de dar el móvil?

Una de las preguntas que cada vez más familias se hacen es si los peligros a los que se exponen sus hijos a través del móvil (mala salud mental, acoso, adicciones, contenidos inadecuados...) realmente compensan sólo para tenerlos localizados, o para que se sientan «integrados» en el grupo.

Y aquí, Galán lo tiene claro: «El móvil puede ser una herramienta útil, pero nunca debe entregarse sin educación digital previa, sin normas claras ni supervisión. Por eso, los beneficios (estar localizados, sentirse parte del grupo, etc.) no compensan los riesgos si se da sin control».

Por ese motivo, Lucía, mi pediatra recuerda que «existen alternativas como los relojes localizadores, o acuerdos familiares de uso responsable». Y pone un ejemplo: «No se trata de demonizar la tecnología, sino de entender que el móvil es como darle un coche: antes hay que enseñarles a conducir. A nadie se le ocurriría darle las llaves de tu coche a tu hijo para que condujera solo sin antes pasar por la autoescuela ¿verdad? ¿Y porque se hace con el móvil y a edades tan disparatadas como los 8 o 9 años?».

Prohibir las redes hasta los 16 años

A la luz de los casos problemáticos que ve en consulta, la pediatra y divulgadora lanza varias propuestas concretas. Por ejemplo, «limitar la publicidad dirigida a menores y que existan entornos libres de pantallas para proteger su desarrollo, como las escuelas infantiles, los colegios y los institutos».

Además, señala que «prohibir las redes sociales a menores de 16 años nos ahorraría muchos dramas que vemos en consulta».

Y concluye: «Necesitamos una alfabetización digital real desde la infancia, igual que enseñamos a cruzar la calle o a lavarse los dientes».