Niños a punto de comenzar un partido
Matchapp, la aplicación que necesitas para no hacerte un lío con los partidos de tus hijos
Horarios, campos, clasificaciones y avisos en el móvil: esta app se ha convertido en la herramienta de moda para que las familias organicen cada fin de semana de fútbol base sin perderse detalle
Ya avisamos que este reportaje no tiene, ni ánimo de lucro, ni respaldo publicitario alguno. Es, más bien, información de servicio de una aplicación que puede salvarle el fin de semana.
Porque aunque ver jugar a sus hijos sea uno de los grandes planes de la semana, entre estudios, trabajo, compras, visitas familiares y logística doméstica, coordinarse puede ser un pequeño caos que dé al traste con la mañana del sábado.
Y ahí es donde entra Matchapp, la aplicación de moda entre las familias de hijos deportistas (tiene más de 100 millones de descargas en Play Store), pensada para que los padres tengan toda la jornada de su tropa –y de sus respectivos equipos– en un solo lugar, con información clara y actualizada.
Todo el fútbol base, a un toque
La fortaleza de Matchapp está en su sencillez. Buscas el club, eliges la categoría y, desde ahí, consultas el calendario completo, las horas de cada partido, la clasificación y hasta el historial de resultados y de goleadores.
Para el día a día familiar, semejante información, actualizada al minuto, tiene una ventaja muy concreta: saber con antelación (a veces, incluso antes de que los propios entrenadores avisen a las familias) si el encuentro es a tal o cuál hora, en qué dirección, con qué color de equipación y hasta cuándo será el próximo. Un «sudoku» logístico que cambia por completo la organización de la casa, las comidas y hasta las visitas a los abuelos.
El mapa del fin de semana
Uno de los puntos fuertes es la localización del campo de juego por GPS. Un toque y el móvil te abre el mapa con la dirección exacta contrastada, lo que evita las dudas de última hora, las rotondas de más y las llegadas contrarreloj.
Quien ha pasado un sábado lluvioso dando vueltas por un polígono sabe cuánto se agradece que una app te lleve puerta a puerta y te calcule el tiempo de llegada. Algo que bien vale los anuncios de publicidad (que también incorporan vales descuento en pizzerías o hamburgueserías, todo sea dicho).
Avisos que salvan la mañana
Los cambios de hora, los partidos aplazados por lluvia o una sede que se mueve al campo anexo suceden más de lo que nos gusta. Así que las notificaciones directas de la app te avisan de las modificaciones relevantes para que la familia ajuste el plan sin perder un minuto.
Si además sigues a varios hijos, en distintas categorías, grupos o equipos, la aplicación permite alternar clubes y tenerlo todo ordenado sin saltar entre chats de WhatsApp y capturas de pantalla de dudosa fiabilidad.
Un vistazo que invita a hablar
Después del partido, la app actualiza el marcador y la tabla. No se trata de obsesionarse con la clasificación, sino de usar los datos para educar: leer juntos el resultado, recordar cómo se luchó o qué jugada salió bien, explicar que los otros equipos también son de niños que quieren pasárselo bien, y, sobre todo, mostrar que lo que hacen los niños en su día a día importa a los padres, sea cual sea el resultado.
Si, al más puro estilo Valdano, el fútbol base es una escuela de vida, Matchapp da el contexto para hablar de esfuerzo, respeto y trabajo en equipo.
Cómo sacarle partido... y una pega
El gran escollo de la aplicación es que sólo funciona para equipos federados, aunque sí que valga para todas las federaciones autonómicas, y en todas las categorías –desde los «chupetines» hasta los senior, tanto de fútbol 7 como de fútbol 11–. También, claro, incluye los horarios de las clasificaciones estrella, incluidas la Primera División.
Lo ideal para sacarle más partido es marcar como favoritos los equipos de tus hijos y activar avisos. Así, revisar el calendario el jueves permite comprobar la localización y saber con qué margen y color de camiseta hay que salir de casa el sábado o el domingo. Un pequeño hábito que, sin embargo, redunda en menos estrés, más afición y, sobre todo, mejor ambiente en la familia.
Porque ganar o perder importa mucho menos que inculcar hábitos como la puntualidad, la implicación familiar y la buena organización.